23.

801 70 21
                                    

Narro yo.

Aquel chico de cabellos castaños se sentía triste, era primero de septiembre, su cumpleaños, y ni un solo "Hola" de su novio, sentía ganas de llorar de solo pensar que lo había olvidado o que ya no le importaba,  pues desde hace dos días hablaban menos ya que el mayor siempre tenía talleres, o que tenía que trabajar, o cualquier otra excusa, y Jungkook había empezado a preocuparse.

-¿Y si ya no quiere estar conmigo? ¿O solo lo olvidó? Pero es que siempre lo recuerda, incluso antes que yo.-

Era lo único en lo que pensaba, soltando un largo y sonoro suspiro, tratando de que las lagrimas no cayeran, porque lo único que quería era pasar su cumpleaños con la persona a la que amaba, pero ni siquiera le había mandado un mensaje. 

Estaba tan profundo en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando la puerta fue abierta, y su tía ingreso a la habitación.

-Hola Kook, ¿Todo bien?-

Pregunto la mujer con una delicada sonrisa en el rostro.

-Si tía, no es nada.-

La pelinegra no le creyó mucho, pero lo dejó pasar.

-Esta tarde ponte muy guapo, invite a Mei y a Jimin a venir para que pasen junto a ti tu cumpleaños.-

El castaño sonrió, al menos la pasaría con sus amigos de Japón.

-Muchas gracias tía.-

-No es nada cariño, sabes que haría cualquier cosa con tal de verte feliz.-

Dijo antes de abrazar fuerte a su sobrino para luego salir de la habitación, dejando al castaño solo de nuevo, que tomo su teléfono y lo  desbloqueó con la ilusión de encontrar un mensaje de su novio, pero nada.

•••

Jungkook ya se encontraba arreglado, listo para recibir a sus amigos, pero nunca dejando de sentirse triste, pues Taehyung seguía sin mandarle al menos un mensaje.

Sus amigos no tardaron en llegar, abrazándolo fuertemente, dándole algunos regalos, realmente ellos habían conseguido alegrarlo un poco.

-¿Y tú novio vendrá? ¿O te envió algo?-

Pregunto Mei, quien al ver la expresión decaída en el rostro del menor no pudo evitar sentirse mal, recibiendo un codazo de parte de Jimin.

-E-Eh, perdón, no era mi intención.-

-No te preocupes Mei, no pasa nada.-

Dijo Jungkook fingiendo una sonrisa, pero fracasando, porque realmente podía verse su tristeza. De repente sonó el timbre, y su tía bajo rápidamente las escaleras para ir a atender la puerta con una enorme sonrisa.

-Creo que es tú regalo cariño, era bastante grande y tardó un poco la entrega.-

Dijo la pelinegra, abriendo la puerta dejando ver un gigantesco oso de peluche, la persona que lo cargaba fue entrando de apoco a la casa, con un Jungkook bastante confundido, la persona bajo el oso de peluche hasta que su rostro fuera visible y Jungkook no pudo sentirse más feliz, dejaron el peluche a un lado, para que el castaño pudiera lanzarse a los brazos de su amado, que con lagrimas resbalándose por las mejillas de ambos chicos se abrazaron y besaron con amor y cariño, como no lo habían hecho hace mucho, sintiendo la calidez del cuerpo del contrario, y sintiéndose nuevamente en el lugar correcto con la persona correcta.

Tu Promesa [TaeKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora