Tu Promesa [TaeKook]

19.

Narro yo.

Jungkook miraba la ventana del avión con lágrimas secas en sus mejillas, había dejado de llorar, pero el vacío y la tristeza no desaparecían. Tenía sus auriculares, escuchando música a todo volumen, tratando de perderse un poco del mundo, pero sin embargo, los recuerdos no tardaban en aparecer, haciéndolo sentir más triste, provocándole un terrible dolor en el pecho, miro su pulsera, aquella que compartía con Taehyung, soltando un suspiro lleno de pesar para nuevamente dirigir si mirada a la ventana.

El vuelo duró aproximadamente dos horas, donde no pudo evitar pensar en cómo su viaje a Japón, lugar que tanto deseaba conocer, hubiera sido tan triste y sin emoción, en contra de su voluntad. Caminó un poco, pudiendo visualizar a su tío a la distancia, quien lo esperaba con una sonrisa, que trató de copiar, pero fue imposible, Jungkook no podía sonreír, porque Taehyung no estaba a su lado, porque ya no podría ver a sus amigos y porque su padre lo odiaba.

-¡Jungkook!.-

Dijo el tío de Jungkook, abrazando a su sobrino.

-Hola tío.-

Jungkook trataba de no sonar triste, pero no lo conseguía.

-Has crecido mucho, no te veía hace años.-

Jungkook, sin saber que decir, se limitó a darle a su tío una sonrisa, donde mostraba una felicidad que no fue capaz de llegar a sus ojos y aquel hombre lo notó y soltó un suspiro.

-Vamos a casa Kook, tu tía nos está esperando.-

El tío de Jungkook ayudó al castaño con sus maletas y se dirigieron a la que sería su casa por dos años.

•••

Un taxi los dejo frente a un casa sencilla pero bastante linda, con un hermoso jardín, bajaron del vehículo y entraron a su nuevo "hogar".

-Hola tía.-

La mujer de cabellos negros corrió hasta la entrada al ver a su sobrino.

-Kook, que apuesto estás, hace mucho no te veía.-

-Gracias tía.-

Apareció de nuevo aquella sonrisa forzada y triste, que hizo que la alegría de aquella mujer se apagara un poco.

-Tú padre nos contó la razón por la que estás aquí. Queremos hablar contigo acerca de eso.-

Jungkook no dijo nada, solo siguió a sus tíos hacia aquel sofá negro de la sala, para luego sentarse mirándolos directamente. Se esperaba la charla donde solo le decían que la homosexualidad era mala, pero realmente se sorprendió al escuchar algo completamente diferente.

-Te apoyamos Kook.-

Jungkook no podía creer que sus tíos lo apoyaran con su relación, no se lo esperaba.

-¿Qué? ¿De verdad?.-

Ambos adultos se miraron y sonrieron para luego dirigir nuevamente su mirada al menor.

-De verdad, no le vemos nada malo que te guste un chico. Él podrá visitarte cuando pueda, no tenemos problemas, aquí será bienvenido. No te podemos dejar ir a verlo a Corea porque corremos el riesgo de que tu padre lo descubra, pero él podría venir a verte todo lo que quieran.-

Los ojos de Jungkook se encontraban húmedos nuevamente, pero está vez, las lágrimas que amenazaban con escapar de sus ojos eran de felicidad de saber que al menos tenía el apoyo de sus tíos, ellos no iban a Juzgarlo.