Alessia

Capítulo 25| "El deber de una princesa"

Trent Campbell

Me levantó hecho una furia de mi oficina, bajo las escaleras de madera con rapidez buscando a mi esposa e hijo. Muevo mi cabeza a los lados tratando de disipar el dolor de cabeza que tengo en estos momentos. Los tenedores suenan en el amplio comedor donde se encuentra mi familia almorzando, bueno Kyle solo mueve la comida con el tenedor por lo que veo.

-Papá, ¿Cómo está? ¿pudiste hablar con ella?- A penas me ve su semblante decaído cambia a una cara de felicidad.

-No- Digo fuerte, ganándome una mirada reprobatoria de parte de Leila.

-Entonces, ¿Qué hablaste con Damian? ¿aceptó mi futuro puesto?- Lo veo antes de soltar un suspiro.

A Damian no quiso aceptar la propuesta como tal, prefiere tener el puesto por medio de Alessia.

-No-Agacho mi cabeza y tomo valor para darle la noticia a mi familia.

-Damian no quiere que nadie le ceda el puesto de nada, esta encaprichado con tu hermana- veo a Kyle apretar el tenedor entre sus manos, Leila hace puño su mano.

Ambos están enojados.

-Se van a casar cuando Alessia cumpla 16 en 4 meses- Anunció por fin- Lo que dijo en la reunión no era chiste, ni está dispuesto a negociar nada.

-Ese hijo de la gran puta- Exclama Kyle levantándose de la silla con furia.

-Tuve que cederle tu puesto- La atención de Kyle se posa en mí.

-¡¿No acabas de decir que él no había aceptado?!.

-No lo aceptó para él, lo hizo para Alessia- Sobo mi cien con desespero- Lo mejor que pude hacer es pedirle lo mismo.

-¿Qué?- Murmura Leila.

-Damian también le va a ceder su puesto a Alessia.

Hice mi mejor intento por hace sonar eso como una buena noticia, Kyle soltó un bufido acompañado de una risa antes de salir de el comedor dando grandes zancadas.

-Alessia está sola, no la podemos ayudar más- Leila me ve como si estuviera loco- No me veas así, lo mejor que pude hacer es asegurarle un buen futuro, no hay forma de sacarla de este mundo, está hundida hasta el cuello.

Leila bufa con burla, se levanta tirando la servilleta que se encontraba en su regazo. El sonido de sus tacones cada vez más lejos me hace darme cuenta como estoy de jodido.

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Muevo mi pie con inquietud al oír a Regina.

-Por favor Alessia no más de 3 minutos, Mike fue claro- Asiento frenéticamente.

Llevo 10 minutos esperando a que me de el teléfono de una vez por todas, pero ella está muy nerviosa no para de repetir lo mismo "Ten cuidado" "Nos estamos arriesgando" "Si te excedes lo van a poder rastrear".

-Bien, confío en ti- Suspiro de alivio cuando cierra la puerta del cuarto de aseo.

Veo el teléfono entre mis manos tratando de mentalizarme lo que voy a decir, tengo que hablar claro y preciso. Con un pequeño temblor en mis manos me dedico a marcar el teléfono de mi madre, el cual por suerte me sé de memoria.

Un pitido.

Dos pitidos.

Muerdo mis uñas impaciente, un bufido sale de mí al oír el correo de voz. La ira y decepción se apodera de mí, sólo tengo oportunidad de una llamada al día sin importar si mis padres contestan o no.