Capítulo 23| "El precio del silencio"

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Rápidamente me voy de lado a la grama, bajo con toda la cara encendida en rojo, me doy cuenta que el vestido se ha subido a mis muslos, lo arreglo lo más rápido que puedo. No me atrevo a levantar  la mirada, siento el corazón latir desenfrenadamente y mis ojos pican por llorar aun sin saber quién nos acaba de ver. 

 -¿Regina?- Escucho a Mike. Siento como mi alma vuelve a mi cuerpo de golpe. 

Por fin me atrevo a ver, Regina viste un pijama de donas y una manta de flores cubre sus hombros, la confusión adorna su rostro su mirada viaja entre ambos trato de levantarme con cuidado pero me es un poco difícil rápidamente Mike se para de un salto ofreciéndome su mano, la tomo sin dudarlo, ambos miramos a Regina más que sonrojados ella parece aún mas confundida, y no es la única que lo esta, estoy segura es que me gusta Mike y creo que el sentimiento es correspondido. El sentimiento de tener alguien de mi edad, que me trata normal, que no me hace sufrir como Damian, ni me mira como una interesada como todas las personas en las reuniones, ni con lastima como mi familia. Me trata bien, y es lo que más aprecio y necesito en estos momentos. 

No estoy segura que somos, pero lo único que quiero es cuidar lo mas que pueda este sentimiento; solo fue un beso y yo lo sé, pero es inevitable no engancharme de más. Pero es que enserio, ¿Quién no quiere algo puro y sencillo en medio de tanta maldad ? 

- Miren, yo de verdad no quería interrumpir, ah, es que- Se ve muy arrepentida con todo, mueve su pie con inquietud y pesar del frío de la noche una gota de sudor baja por su frente. 

-Regina, por favor, hermana no digas nada de lo que viste- Suplica Mike- No le digas a Damian. 

Él susurra con miedo lo ultimo, ella traga fuerte para luego asentir, su lealtad mejor dicho miedo hacia Damian me impresiona. 

-Es s-solo, Alessia- Me mira y yo siento mi pulso dispararse de nuevo- Damian lleva un rato buscándote y n-no sé, deberías ir. 

Asiento, voy en busca de mis tacones que yacen donde termina la grama y comienza el camino hacia mi perdición, la mansión de Damian. Me giro hacia ellos antes de irme, los veo bajo la luz de la luna y los recuerdos de mi secuestro golpean mi mente, de nuevo la luna es mi confidente, cierro los ojos y dejo ir un suspiro comienzo a caminar descalza sintiendo el frió de la piedra bajo mis pies.

Siento un agarre en mi muñeca, me asusto un momento pero al ver a Mike me relajo. Lo veo cuestionando qué hace, debo volver, trato de decirlo pero las palabras no me salen. 

-Cuídate Alessia- Deposita un casto beso en mis labios- ¿Nos podemos ver mañana de nuevo?.

Regina que se había mantenido al margen, le protesta. 

- Lo siento, qué estupideces digo. No quiero meterte en problemas, yo es mejor qu-Lo callo dándole un profundo beso, él no tarda en responder. 

-12:00 am- Le susurro antes de irme. 

Voy de regreso con una sonrisa en mis labios , cuando por fin levanto mi mirada de mis pies y alejo mis pensamiento de Mike puedo permitirme ver la silueta de Damian en la puerta de entrada, con sus brazos cruzados. Los niervos se apoderan de mi, pienso una historia creíble, comenzando por la reunión con Gia y Fabrizia, todo fue un desastre y prefiero omitir un plática sobre eso, el camino se me hace corto y cuando menos me entero estoy en frente de él, trago fuerte para por fin levantarle la mirada, pongo mi cuello recto y fuerzo mi cara a no demostrar ninguna emoción por más miedo que tenga. 

-¿Donde estabas?- Siento mis piernas temblar, pero no le bajo la mirada. 

-Salí a caminar- Respondí simple, encogiéndome de hombros. 

AlessiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora