Capítulo 15| "Tú culpa"

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Me encuentro aún en el suelo tratando de levantarme cuando Damian se acerca a mí y jala mi cabello, obligándome a verle.

-Todo estará bien si cooperas, ¿entiendes?-Dice él tocando mi mejilla.

-Púdrete-Le respondí para luego escupirle en la cara.

El sonido de mi cabeza siendo azotada con fuerza contra el suelo fue lo último que escuche antes de caer en un limbo entre la inconsciencia y la consciencia.

Sentí a Damian pasar sus manos por debajo de rodillas y otra en mi espalda, apenas y podía enfocar mi vista. Cerré los ojos con fuerza al dolor que se presentó en mi cabeza al ser levantada finalmente del suelo, los mantuve así hasta sentir como era depositada sobre una superficie suave.

Una cama.

Lleve una de mis manos a una zona en particular de mi cabeza que sentía que dolía más, miré mis dedos con horror, estaba sangrando.

Mi mano fue quitada de mi campo visual para luego ser esposadas por Damian al respaldar de la cama. Quise moverme para impedirlo pero no podía, traté de insultarlo de todas las maneras posibles pero antes de siquiera abrir la boca una tela fue amarrada atrás de mi cabeza, manteniendo mi boca abierta pero impidiendo pronunciar palabras coherentes.

-No quiero escuchar tus estúpidos quejidos-Pronuncio luego de darme un beso en mi boca amordazada.

Cuando quise darme cuenta Damian se había encargado de despojarnos de nuestras ropas, quedando ambos en ropa interior. Eche mi cabeza hacía atrás y sin pensarlo estire mi pierna para darle justo en su miembro.

Ignorando el dolor palpitante en mi cabeza, sacudí con fuerza mis muñeca logrando únicamente hacerme daño, era imposible quitarme el pañuelo sin ayuda de mis manos.

Estaba perdida.

Patear a Damian solo había empeorado todo, sus profundos y oscuros ojos me miraban con ira, lo sentí colocadse encima de mí, comenzaba a besar mi cuello, y cualquier parte que se le diera la gana. Tomando más tiempo del necesario en mi cuello, di un grito que fue acallado por la tela del pañuelo al sentir como mordía y succionaba con fuerza una parte entre mi cuello y hombro.

El cuarto fue inundado por múltiples quejas de mi parte, aunque parecían murmullos incomprensibles.

Damian se deshizo de mi sostén, admiro un momento mis pechos justo antes de abalanzarse sobre ellos, mordiendo y lambiendo todo lo que podía. Lloré y le rogué que parara, no lo hizo.

Comenzó a moverse, frotando su miembro con mi parte intima, me moví con fuerza en la cama, provocando un molesto chirrido en ella.

-Vez como me pones. Pequeña zorra-Dijo él frotándose con fuerza sobre mi intimidad.

Quise llorar pero no lo hice, quería ser fuerte, pero no creía aguantar mucho. Espere el tan épico momento de las películas, espere que alguien abriera la puerta y quitará al hombre que tenía encima, pero nadie llegó.

Cuando se hubo saciado de mis senos, quizo quitar mis bragas, me alteré. Moví mi cuerpo hacía atrás todo lo que me lo permitió las esposas y la no muy amplia cama.

Por favor, por favor. Murmuré, aunque como todas mis súplicas anteriores, no fueron siquiera pronunciadas claramente.

Damian jalo con fuerza mi pie, provocando un crujido en este. Se acomodo de nuevo para quedar nuevamente con su barbilla en mi hombro.

Jaló con una de sus manos mis bragas, dejándome totalmente expuesta. Se alejo de mi un segundo para quitar la única prenda que lo cubría.

Cuando lo sentí de nuevo, cerré mis piernas con fuerza.

-¿Te quieres hacer la ruda, eh?-Quitó el pañuelo un momento.

-¡Eres un desgraciado! ¡Poco hombre! ¡Te aprovechas de mí porque no puedo defenderme! ¡Malnacido! ¡Hijo de tu pu-Una fuerte bofetada me hizo girar la cabeza, sentí la sangre correr por mi boca.

Solo provoque que el tensará la mandíbula y sin ningún remordimiento abrió con fuerza mis piernas, provocando un tirón en mi rodilla, me quejé del dolor.

-¿Poco hombre, eh?-Se acomodó de nuevo con su cabeza en mi hombro-Te enseñaré que es un hombre de verdad.

La primera lágrima vino acompañada de su primera embestida. Salió de mí solo para embestirme con más fuerza, debido a que la primera vez no pudo entrar debido a mi estrechez.

-Que sepas que esto es tu culpa-Otra embestida hizo rechinar la cama con fuerza en la pared-Tú me provocaste, tú y tu forma de vestir. Desde que eras una cría te gustaba enseñar esas deliciosas piernas-Con una de sus manos recorrió todo el contorno de mi pierna derecha.

Giré mi cabeza a un lado, negándome a creer que esto fuese real. Pero sus dolorosas y fuertes embestidas me hacían volver a la realidad.

-Mírame-Tomó con fuerza mi barbilla-¿Esto es lo que querías, no?

Pude sentir como un líquido escurría de ese lugar que había jurado guardar para el hombre indicado, y que ahora estaba siendo brutalmente irrumpido por mi secuestrador.

-¡Responde! ¡Esto es lo que querías! ¡Esto es lo que te buscas por vestir como una puta! ¡Qué te traten como una! ¡Eso es lo que eres! ¡Una ofrecida calienta pollas!

Cada vez aumentaba más el ritmo de sus embestidas, así como la cama cada vez retumbaba con más fuerza contra la pared.

A pesar de no tener el pañuelo puesto, todavía lo sentía, sentía mi garganta cerrada. Incapaz de pronunciar un insulto de regreso a todo lo que él me había dicho.

Un fuerte gemido inundó la habitación, me quedé sin aire un momento al sentir la fuerte embestida que dio, inclusive provocó que mi cabeza golpeará el respaldar de la cama.

No sé cuando tiempo paso hasta que sentí un líquido viscoso escurrir de entre mis piernas, que se quitó de encima, mi pecho subía y bajaba con dificultad sentía mis brazos helados y con un incómodo hormigueo.

Damian se acercó a la mesita de noche donde estaban las llaves de las esposas, a penas estas fueron liberadas tomé la sabana y me envolví en ella tratando de tapar mi cuerpo ultrajado.

Sentía mis piernas entumecidas, mi rodilla dolía, sentía un extraño calambre en ella que me impedía moverla. Y qué decir de mi zona íntima, ardía, apenas quise darme la vuelta sentí el escozor en esa parte.

Le di la espalda, dedicándome a llorar en la almohada, chille al sentir que tomaba un puñado de mi pelo entre una de sus manos.

¿Qué más quería de mí?

Me mantuve con los ojos cerrados pero el jalo de nuevo mi cabello obligándome a abrirlos.

-¿Algo que decirle a tu padre, Aveline?- dijo acercando algo a mi cara.

Mi respiración se corto al ver lo que era.

Una cámara de video.





🌻🌻🌻
Dejaré este capítulo por aquí y me iré muy lentamente...

🌻🌻🌻Dejaré este capítulo por aquí y me iré muy lentamente

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-Sale💋

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