8. Catra.

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– Asegúrate de decirle a Catra que, cuando ella deseé visitarme, es bienvenida.

– Cuanto antes pueda hablaré con ella... Cuídate.

– Lo mismo digo –le dirigio una pequeña sonrisa y luego volvió a ver a otra persona o, mejor dicho, robot. – Hora de irse Emily.

(...)

Después de una noche algo movidita para la pareja. Catra, quien había sido la dominante, por fin se despertó, aún mantenía sus prendas interiores. Ella se sentía algo rara, después de tanto tiempo logró despertarse y que lo primero que pudiera sentir es felicidad y... Amor, pero...

– Cierto –susurro con gran culpa en su corazón.

Catra, aunque estaba repleta de alegría, esa alegría no podía durar ni diez segundos, en el momento que vio la herida tan grande que le había provocado a Adora hace tiempo, la culpa atacó. Ver aquellas larga cicatriz le rompía el corazón, hace que se sienta culpable por tantas cosas... Por la muerte de la madre de Glimmer, por romperle el corazón al Scorpia, por haber dañado a Entrapta, y el flujo de recuerdos continúa, lo que abruma a la miserable Catra.

Todos ya han logrado olvidar el horrendo pasado de Catra, todos la aceptan y la respetan, pero... Quién fue en primer instancia la que provocó tanto sufrimiento, fue Catra. Aunque todo el mundo sea feliz a su lado, la única que es infeliz es ella y, lo más penoso de todo, se siente infeliz por ser ella misma. Si no fuera por haberse alejado de la soledad, tal vez su historia hubiera terminado antes.

– ¿Por qué? –se volvió a ver sus manos. – ¿Por qué tuve que dañar tanto para darme cuenta de mis errores?

Para Catra, todo a su alrededor desapareció solamente está ella observando sus manos, en específico, sus garras.

– Sólo hice daño a los demás con estas manos.

Cada vez el enfoque a las garras es más fuerte, parece hipnotizada por ellas.

– Todos me aceptan y me perdonan, pero... ¿Me he perdonado a mí misma?, ¿me he aceptó como soy ahora mismo?.

Catra empieza a sentir una extraña sensación... Son ganas de hacer daño, lo sabe muy bien, ya que toda esa sensación la siente canalizada en sus manos, en específico, sus garras.

– Tú sabes la respuesta –se dice así misma.

Esa sensación de provocar daño no era de hacer daño a otros, sino... Hacerse daño así misma, al único ser que en verdad odia. Prueba de ello es que poco a poco se está acercando una de sus manos al cuello.

– No... Todos te perdonan y acepta, pero... En verdad solo los manipulaste a tú antojó.

Por fin... La mano llegó a su cuello, poco a poco hizo presión con sus garras. En verdad se siente feliz por lo que desea hacer... Nadie merece vivir junto a una persona tan asquerosa como ella.

– C-Catra.

Una voz, esa simple voz hizo que Catra saliera del transe, de su muerte.

Catra al salir del transe sintió como se le erizo la piel y dio un ligero salto. Le falta algo el aire y siente como su corazón se podría salir de su pecho ahora mismo, pero... Lo que más la dejó asustada, fue ver como ella misma se intentaba quitar la vida con sus propias garras, lo único que hizo fue alejar lentamente su mano de su cuello. Sin antes entender que, no importa cuanto traté de mejorar, su pasado es tan asqueroso que siempre vendrá a darle caza.

SucesoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora