19. La historia de She-Ra y su pareja.

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— Mamá —las palabras provenían de la voz temerosa de la niña.

— ¡¿Eh?! —el cansancio y la desorientación en su voz era notable, pero eso no le impidió ver como su hija está parada en la entrada con un muñeco. — ¿Qué sucede Aratra? —masajeo levemente sus ojos.

— ¿Puedo dormir contigo? —abrazo su muñeco de trapo, el cual había hecho ella misma, le había dado un cabello y accesorios con ayuda de los dibujos de los libros, gracias a los libros logró hacer una muñeca de She-Ra muy linda. 

— ¿Otra pesadilla? —era muy notable la confianza de su pregunta.

La niña afirmó la pregunta con un ligero movimiento de cabeza.

— Aratra —se levanto con algo de pereza y fue hasta estar enfrente de su hija. — ¿Verdad que tu quieres ser igual que esa tal She-Ra?.

La niña abrazo el muñeco de She-Ra y nuevamente hizo el mismo movimiento de cabeza.

— No podras llegar hacer tan increíble como She-Ra si tienes miedo a todo —habló todo con un tono algo preocupado. — Tienes que ser valiente, no siempre puedes venir a buscarme para ayudarte... Algún momento tendras que enfrentarte tu sola al mundo.

— P-Pero... —su voz asustada le daba pena a su madre. — Los libros dicen que... —abrazó más a la muñeca y la volvió a ver. — Que She-Ra siempre podía confiar en sus amigos y amigas, si sentía miedo podía ir con ellos... Sin miedo de que la vean débil, pero no tengo ningún amigo... Solo te tengo a ti.

Por un momento Catra quedó petrificada, esas palabras repletas de temor, ese rostro triste, lloroso y con miedo. Todo eso lo combinó y por unos segundos vio en Aratra una copia exactamente igual de ella cuando era niña: igual de miedosa, igual de temerosa por demostrar sus debilidades, igual a la hora de cuestionarse fuertemente si demostrar sus verdaderos sentimientos a los demás. Pero, le hacía sentir peor que este obligando a experimentar lo mismo a Aratra, obligarle a su hija el cuestionarse si pedir la ayuda de su propia madre es buena idea o será regañada por ser débil.

— Bien, tu ganas —reprimio con gran dificultad la tristeza y culpa sobre cómo le habló a su hija. — Solamente... Si tienes miedo —dejo una mano sobre el hombro de la niña y dejo ver una pequeña sonrisa. — Recuerda que siempre estará tu madre para escucharte y proteger, ¿está bien?.

— S-Sí, gracias mami —se abalanzó sobre su madre para darle un abrazo.— Eres la mejor, me alegra saber que no estoy sola... Como She-Ra.

Catra mordió su labio inferior, mientras intenta reprimir unas cuantas lágrimas, ella también está agradecida de tener a su hija como apoyo... Un apoyo que le cambio la vida durante estos años. Pero, le es difícil encontrar alegría de que su hija sienta tanta admiración por She-Ra, porque toda la gran responsabilidad que represente llevar tal título... Tiene miedo que nunca este preparada y sucumba ante la situacion, como le termino pasando a su querida Adora.

— Nunca te dejaré mi niña, nunca dudes de eso.

Luego de ese abrazo. Catra cerró la puerta y se llevo a su hija a la cama.

— Mami —dijo al estar las dos listas para dormir. — ¿Conoces otra historia de She-Ra que no aparezca en los libros?.

La oscuridad ayudó a ocultar el rostro deprimido de Catra, cada vez le cuesta más el ocultar la falta de Adora. Sobretodo más teniendo a Aratra que durante los años le preguntaba sobre otras historias sobre She-Ra que no mencionara los libros.

— Déjame pensar... Tengo una, pero no es tan interesante —dijo con su característico tono aguafiestas.

— Escucho —hizo caso omiso a ese desinterés de Catra.

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