32. La llama de la ambición.

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La temida She-Ra se acerco a la compuerta y de una simple estocada destrozo el muro de hielo, pero, algo le sorprendió a Horda Prime, las mejillas se le humedecieron y al llevar una mano a su mejilla, noto que esta empezando a caer lagrimas. Lagrimas de un ser que, aún controlado por el chip, esta siendo consciente de lo que acaba de cometer.

— ¡Jeje!, no es tiempo de llorar Adora, falta poco para que le suceda el mismo destino a las demás... Guarda tus lagrimas para ese momento, el momento donde controle a todas... Todas, excepto a Catra, ese lujo te lo dejare para el final —se adentro al pasillo, limpiándose las lagrimas y empezó aumentar el paso. — Por ahora, disfruta, seras el ser más poderoso del universo, una maquina de matar imparable.

¡Detente! 

De pronto, el chip empezó a fallar, por unos segundos, la magia dentro de Adora sobrecargo el chip. Sin embargo, en cuestión de segundos Horda Prime volvió a tener el control, aunque, se entero de que algo esta mal...

— ¿Qué rayos? —dejo ver un rostro atónito, trato de volver a su cuerpo original, pero, le es imposible — La base de datos... Malditos.

Con gran furia empezó a correr. Una pequeño hipótesis le entrego la teoría de que los rebeldes se infiltraron en su base y, de alguna forma le inhabilitaron la posibilidad de conectarse con su compleja red de clones y, por ende, con su propio cuerpo. Esta atrapado en el cuerpo de Adora hasta que no vuelve a recuperar su base de datos, ahora el loco emperador tiene mucho más motivos para conseguir el poder del corazón y eliminar a dolor de cabeza que son los rebeldes.

El asesino dentro de Adora, después de correr por un corto lazo de tiempo, consiguió casi llegar al final. Ya que llego a una extensa sala donde sus ojos notaron la presencia de una bestia, la cual se fijo en ella y sin pensarlo intento atacarla.

— Parece que los First One no querían que She-Ra llegara al final —envaino su espada, listo para la batalla.

La bestia antes que tuviera la oportunidad de atacar, fue golpeada por una bola de fuego detrás de ella, dejando oportunidad a Adora de saltar y cortar una parte del cuerpo de aquel ser. Al volver al suelo su vista noto a otra compañía, la niña. Las dos se volvieron a ver, la niña con gran sorpresa y preocupación. En el caso de She-Ra, no dudo en correr para tratar de atacar a la niña, la cual se defendió creando rápidamente un escudo de hielo.

— Debo admitir algo, te deje inconsciente para poder colocarte el chip —dijo algo molesto Horda Prime. — Pero fue un error, ahora no tendré piedad... Quedaras igual que Scorpia y Perfuma.

La niña quedo atónita por aquellas palabras, aún más cuando observo la sangre que mancha la espada. Algo que hizo crecer el odio y furia en la niña.

— Maldito monstruo —respondió repleta de odio y con algunas lagrimas cayendo de sus mejillas. 

Aratra creo dos muros de hielo, uno detrás de Adora y otro teniendo de fuente el escudo y los junto con gran fuerza. Sabiendo que eso no detendría a Adora, se alejo con un salto y observo como las dos paredes fueron destruidas. Lo bueno de todo eso, dio el suficiente tiempo para que la bestia se recuperara y causara un gran corte profundo en la espalda de Adora, el cual no parecía curarse. Pero eso fue lo ultimo que logro hacer, ya que Adora con gran furia se aseguro de dar varios cortes mortales, así acabando con al vida de la bestia.

Al volver la mirada con la niña, observo como esta intentaba escapar.

— No creas que va a ser tan fácil.

Adora lanzo la espada, la cual casi impacta con la niña, cosa que hizo que esta ultima parara y le diera la oportunidad a Adora de acercarse.

— ¡Déjame en paz! —exclamo con gran frustración y levantando un escombro que provoco la bestia al golpear las paredes, lo lanzo en contra de Adora, la cual al recibir el impacto cayó al suelo a pocos metros de la niña.

SucesoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora