Sucesora

34. La sucesora vs She-Ra.

En el exterior. La situación cada vez parecía ir a peor: Las naves enemigas se hacían cada vez más numerosas al punto de casi ser un gigantesco grupo de abejas intentando atacar a su enemigo, los tanques enemigos cada vez logran dar más impacto al muro, el cual ya empieza a ceder poco a poco bajo el fuego enemigo. Todo eso lo sabían los soldados, pero, el ver como su salvación había llegado a tiempo, la motivación dentro de todos es abismal. Cada uno da lo mejor de si para ayudar a defender su querido planeta, la llama de la ambición de cada soldado no piensa apagarse hoy. Ni tampoco de las princesas, ya que Frosta y Mermista habían salido en la defensa del castillo.

— Solo una ultima batalla más —dijo Mermista y volvió a ver a su amiga. — ¿Lista?.

— Si aun tuviéramos la mejora que nos dio Aratra, te diría que sí —dijo mientras crea una leve capa de hielo sobre su cuerpo como armadura. — Pero —dejo un momento la mirada a lo lejos, donde uno de los tanques esta a pocos segundos de disparar. — No puedo decir que no tenga miedo.

Justo en ese momento el tanque disparo y Frosta evito el impacto con el muro creando un gran pedazo de hielo que lo elevo y hizo que impactara con el proyectil, evitando más daños al muro.

— Tranquila —dejo una mano sobre el hombro y le dirigió una pequeña sonrisa. — Solo tenemos que defender por unos minutos, mantén un estilo defensivo y nada malo pasara, ¿entendido?, que no quiero quemarme por otro explosivo —dijo eso ultimo con su clásico tono burlón.

— ¡Jaja!, muy graciosa —respondió con una pequeña sonrisa.

Las dos princesas volvieron la mirada al frente, donde les esta esperando todo un imperio que tienen que contener. Por suerte para Mermista, a las afueras de los muros crearon una fosa repleta de agua que tiene planeado usar en contra de todos.

Tuvieron que pasar diez minutos donde las dos princesas atacaron en conjunto todo lo que intenta atacar el reino. Mermista derribaba una gran cantidad de tanques con gigantescas olas y Frosta se encargaba de evitar cualquier ataque a su amiga o al muro, además de permitirse lanzar grandes pedazos de hielo a los tanques y naves enemigas. Pero sus esfuerzos junto a el de los soldados no parecía ser de gran ayuda, ya que los tanques y naves, que antes estaban a kilómetros de reino, cada vez van tomando más terreno, permitiéndose tirar capsulas con robots dentro. Las capsulas empezaron siendo algunas, pero, poco a poco llegaron a ser bombardeos de centenas de capsulas que las dos princesas no se podían permitir destruir. Pero, el ultimo problema apareció en el cielo, en forma de un con fuerte haz de luz que iba cayendo rápidamente al suelo

— ¡Cuidado! —exclamo Frosta, la cual se tiro encima de su amiga y creo un muro de hielo.

Al instante de eso, se escucho un fuerte sonido del impacto, que hizo temblar todo el campo de batalla por unos segundos. El impacto fue tal, que destruyo con facilidad el muro de hielo, pero, al menos el muro protegió parte del daño a las dos.

— ¡Oh!, la próxima vez que te tires encima mio que sea sin la armadura de hielo —dijo algo adolorida Mermista.

— L-Lo siento —rápidamente se levanto y ayudo a su amiga a levantarse. 

— ¿Qué diablos sucedió? —cuestiono al terminar de levantarse.

La mirada de las dos quedaron nuevamente en el campo de batalla, encontrando un cráter que se formo a unos pocos metros de las dos, que adentro esta aquel brillo que antes vieron.

Las dos princesas se acercaron para ver con facilidad quien era el que hizo el cráter.

— ¿Aratra? —respondió una voz dentro del cráter.

La mirada de las princesas quedaron atónitas al ver otra figura, la figura de Adora.

— No puedo ser... —dijo Frosta.