Najuk, 14:23 del mediodía
Soobin no había podido pegar ojo en toda la noche.
Por mucho que no deseara ni le apeteciera darle más vueltas, su cabeza siempre acababa regresando indirectamente a los hechos de la tarde anterior. Aquel familiar torbellino de sentimientos mezclados que le quitaban la respiración se arremolinaba entonces en su pecho, como una tormenta inacabable que amenazaba con llevarse todo a su paso. Era consciente de que, por encima de las lluvias y los truenos, destacaba de manera oscura y terrible una extrema culpabilidad, la cual sobrepasaba los límites de cualquier otro sentimiento que pudiera experimentar.
Era culpabilidad por haber destruido una buena relación sin pretenderlo, por haberse alejado de sus amigos sin darles siquiera razones válidas, por haberse dejado engañar y utilizar tan fácilmente. Culpabilidad por no tener ni idea de qué hacer en esa situación, por no poder ni saber actuar solo, por no ser la persona independiente que siempre tenía como meta llegar a ser. Sentía culpabilidad por el simple y mero hecho de existir, por haber llegado al mundo únicamente para herir a la gente que le quería y querer a la gente que le hería.
Sentía culpabilidad porque, en realidad, él había sido el responsable de todo.
Aquel había sido el peor día de su vida, sin duda alguna. Caminaba por los pasillos del instituto intentando no desmoronarse a la mínima, sin intercambiar una sola palabra con nadie ni levantar la mirada del suelo, por miedo a encontrarse con alguien a quien conociera y ver el triste brillo de la decepción en sus ojos cuando éstos se encontraran sin pretenderlo.
Por eso se alegró internamente cuando el timbre de la última hora sonó, estridente y molesto, en todo el instituto. Las clases se vaciaron rápidamente de las desmesuradas cantidades de alumnos y las luces viejas y amarillentas se apagaron de golpe en todas las aulas. Soobin, en lugar de dirigirse a la salida, como hacían todos los demás estudiantes, aprovechó que la puerta principal se quedaría abierta toda la tarde para pasar por su taquilla antes de irse, con el objetivo de recoger unos libros que había dejado allí justo antes de que comenzara la semana de vacaciones, y que se había olvidado de llevarse el día anterior.
Cuando estaba a punto de atravesar la verja verde que conducía a la calle, su móvil vibró en el bolsillo de su pantalón.
-¿Papá?-inquirió, sorprendido, descolgando la llamada con curiosidad y dejando los libros que cargaba en los brazos sobre una amplia mesa del desierto vestíbulo.-Creía que hoy habíamos quedado en que me pasaría por Epiphany al salir de...
-Sé lo que puedes hacer para solucionar todo esto, Soobin.-respondió la calmada voz de Jin al otro lado de la línea, aunque entre sus palabras se dejaba entrever un ligero tono de emoción.
Soobin dejó de caminar de un lado al otro del gigantesco vestíbulo del instituto, paralizado por el asombro.
-¿Qué...? ¿Yo...? ¿Qué debo hacer?
Aquellas palabras amenazaron con ofrecerle un turbulento viaje a la noche de la fiesta de Lucas, cuando le había pronunciado esa misma pregunta a Hongjoong y a sus amigos con la intención de saber qué debía hacer para ganarse sus respetos y su confianza. Aquello había acabado resultando, en contra de su voluntad, en una falsa amistad y en un chantaje invisible de los que no se había percatado hasta un par de días atrás.
Antes de que sus pensamientos pudieran desarrollarse más y peor, su padre continuó hablando, sin darse cuenta del vago sobresalto de su hijo.
-Quizás no es la mejor idea, pero... Estaba en el trabajo, haciendo unas cosas del inventario de la cafetería, y envié todos los documentos y fotos al Ayuntamiento en un pendrive, lo cual no parece a simple vista la cosa más extraordinaria del mundo. Pero, aunque no lo creas, eso me hizo pensar sobre lo que estaba ocurriendo.-sentenció su padre, suspirando.-Soobin, si no encuentras la manera de hablar con Jaemin ni con Jeno, ni siquiera con ninguno de sus amigos...
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TO MY YOUTH
FanfictionTodo aquello que ha tenido un final, también poseerá un nuevo principio. Siete largos años después de que Chenle comenzara su nueva vida en Najuk, se abrirán para él de par en par las puertas de lo que será su incierta y emocionante adolescencia. ...