CAPÍTULO 19: TRAICIÓN

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Seoraksan, 8:34 de la mañana 

Apenas había amanecido del todo cuando Seungmin se levantó perezosamente entre las mantas arrugadas que cubrían su viejo saco de dormir. 

Se incorporó en la litera con somnolencia, entrecerrando los ojos para resguardarse del único y brillante rayo de sol que se colaba por la ventana de la cabaña, y observando mientras a su alrededor con agotamiento. A pesar de que se había dormido nada más llegar a la cabaña, sacando fuerzas de donde creía que no había para únicamente ponerse el pijama, sentía que apenas había descansado unos pocos minutos. 

Tras haberse frotado los ojos varias veces y recuperado algo de lucidez, advirtió por casualidad que la litera que supuestamente debía estar ocupada por Minho y Han se encontraba vacía y deshecha, con los sacos de dormir doblados encima de cualquier manera. 

En aquel momento no le dio mayor importancia, suponiendo que ellos se habrían despertado mucho antes que él o algo por el estilo. Simplemente se encogió de hombros con indiferencia y trató de cambiarse de ropa sin despertar a Hyunjin, que dormía en la cama de arriba de su litera hecho un ovillo. Tras haberse vestido se dirigió al diminuto baño de la cabaña y cerró la puerta con cautela, lavándose la cara y rogando que el agua fría de la montaña le despertara de una vez por todas. 

Sin embargo, cuando salió del baño, y a pesar de sus esfuerzos estrictamente dedicados a no hacer ruido, Hyunjin estaba despierto. Tenía las piernas colgando por el borde de la cama de arriba, y mostraba un semblante serio y exhausto que no parecía precisamente amigable. 

-¿Qué hora es?-gruñó con voz ronca, revolviéndose el pelo y bostezando sin disimulo.

Seungmin soltó una carcajada, rebuscando en el desorden que era su mochila su teléfono móvil.  

-Buenos días a ti también, Bella Durmiente.-contestó con ironía, recibiendo un insulto murmurado por parte de Hyunjin. A continuación encendió la pantalla de su móvil, consultando la hora distraídamente.-Las ocho y media. La hora perfecta para levantarse, así que arriba. 

Hyunjin soltó un quejido y se dejó caer hacia atrás en la cama con un golpe seco. 

-¿Eso significa que solo he dormido media hora desde que Han y Minho se me despertaron?-refunfuñó el chico, cubriéndose la cara con la almohada y soltando un grito contra ella.-¿Crees que el profesor Shownu me dejará cambiarme de cabaña a estas alturas?

Seungmin se disponía a responderle algo sarcástico, pero entonces analizó realmente las palabras de su amigo. Se metió el móvil en el bolsillo y se incorporó, contemplando a Hyunjin con curiosidad.

-¿Han y Minho te despertaron? 

-Ya es lo suficientemente horrible como para que sigas recordándomelo, Seungmin.-se lamentó Hyunjin, aún sin bajar de la litera.-Hace media hora que se fueron. No me enteré de mucho, pero cuando me desperté por su culpa me dijeron algo así como que estarían dando un paseo por los alrededores. 

-¿Sabes qué? Puedes quedarte durmiendo un rato más.-replicó Seungmin, agarrando la llave de la cabaña y su chaqueta de la mesilla de noche, dirigiéndose hacia la puerta a paso rápido.-Pasaré a avisarte cuando sea la hora del desayuno. Nos vemos. 

Sin embargo, Hyunjin había vuelto a dormirse prácticamente de inmediato, con la almohada estrujada cubriendo su cara y alzándose lentamente al ritmo de su respiración. Con un ademán apremiante, Seungmin corrió la cortina de la ventana para que la luz no molestara a Hyunjin, y cerró silenciosamente la puerta de la cabaña tras de sí en cuanto salió de ella. 

Aquella situación le recordaba dolorosamente a las semanas que habían seguido a la ruptura de Hyunjin con Xiaojun. Seungmin recordaba haber acudido a su casa nada más enterarse de la noticia, y aunque el chico tratara de convencerse a sí mismo y a los demás de que había hecho lo correcto al dejarle, era evidente que en el fondo no se encontraba del todo bien. 

TO MY YOUTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora