TO MY YOUTH

CAPÍTULO 5: CULPAS Y DISCULPAS

Najuk, 13:45 del mediodía

-Hoy podríamos haber faltado a clase perfectamente.-se quejó Hendery, saliendo del aula de primero de bachillerato A en dirección a las gigantescas canchas.-¿Por qué tenemos que venir el día de las olimpiadas de marzo? Recordádmelo de nuevo, por favor.

El instituto tenía por costumbre celebrar tres días deportivos durante el curso, los cuales los alumnos llamaban coloquialmente "las olimpiadas". Sin embargo, en marzo sólo competían en baloncesto, fútbol y voleibol, y esa monotonía terminaba resultando un poco aburrida con el paso de los años. Por esa razón las olimpiadas preferidas de todos eran definitivamente las de diciembre, cuando las montañas de Najuk estaban nevadas y podían ir a esquiar con el consentimiento de los profesores.

-A mí me gusta hacer deporte.-respondió Lucas con sencillez, encogiéndose de hombros.-Además, nunca hacemos nada productivo este día. Si no te apetece jugar le dices a un profesor que te duele la cabeza y listo. Así te quedas sentado durante toda la hora sin hacer nada.

-Tú se lo dirías al profesor Jungwoo, ¿verdad?-preguntó Yangyang con una sonrisa pícara. Parecía el más animado de los tres por lo que ese día tenía lugar en el instituto.

Lucas se sonrojó violentamente, pero trató de ocultarlo apartando la mirada de sus amigos.

-No tengo ni idea de a qué te refieres, Yangyang.

-Vamos, ¿creías en serio que no nos daríamos cuenta?-intervino Hendery, dándole un suave codazo a su amigo.-Eres muy malo disimulando, Lucas.

Éste resopló y se apartó de ellos con molestia, caminando unos pasos por delante.

-Ni se os ocurra contárselo a nadie, ¿de acuerdo?-murmuró, mirándoles amenazadoramente.-O le revelaré a todo el mundo vuestros secretos más oscuros, y creedme cuando os digo que tengo material para dar y regalar.

-¡Has admitido que te atrae!-exclamó Yangyang, abriendo mucho la boca con sorpresa. Lucas intentó quejarse, pero Yangyang le interrumpió.-¡Acabas de hacerlo, no nos mientas! Por eso querías venir el primer día después de Navidad, ¿no? Ah, te hemos pillado...

Lucas puso los ojos en blanco y se cruzó de brazos, juntando los labios en una fina línea.
-No me creo que estemos teniendo esta conversación, de verdad. ¿Es que nunca habíais visto a alguien enamorado, o es que solo sois unos idiotas?

-No quiero destruirte los sueños, Lucas, pero tienes cero posibilidades con él.-añadió Hendery, reprimiendo una amarga carcajada a duras penas.-Es un profesor y tú un alumno, eso nunca acaba bien. Lo mejor será que te olvides de él antes de que sea demasiado tarde.

Lucas se quedó callado. Sus amigos no supieron entonces si era porque les estaba ignorando o simplemente porque las palabras de Hendery le habían afectado de verdad.
Aún así, los tres siguieron caminando en silencio hacia donde estaba reunido todo el curso, en medio de una cancha de baloncesto alejada del edificio principal.

-¡Bueno, hola a todos!-comenzó a decir el profesor Shownu, encargado de Educación Física, subido a una alta grada para que todos los alumnos pudieran escucharle y verle bien.-Comenzaremos por un partido de voleibol entre el A y el B para calentar los músculos, ¿sí? Separaos por clases ordenadamente y con tranquilidad, cada una a un lado de la cancha, por favor... Sin empujaros, gracias, no quiero accidentes.

Cuando las dos clases estuvieron divididas por la alta red de voleibol, sin ningún percance importante y para alivio del profesor Shownu, éste se situó en mitad del campo y utilizó su silbato amarillo fosforescente para llamar la atención de los impacientes estudiantes.