TO MY YOUTH

CAPÍTULO 18: RECONCILIACIÓN

Najuk, 17:09 de la tarde

-Parece ser que el conductor ha pillado bastante tráfico mientras venía al instituto.-anunció la profesora Joy a los alumnos, encogiéndose de hombros con resignación.-Llegaremos un poco más tarde de lo previsto a la zona de acampada, ¿de acuerdo?

Chenle asintió ligeramente con la cabeza, tratando de esbozar, más bien en vano, una sonrisa comprensiva, al menos hasta el instante en el que la profesora se alejó finalmente hacia otro grupo de estudiantes y el chico pudo liberar un suspiro angustioso, concordando con los semblantes disgustados de sus amigos.

-Lo siento, no puedo mirarla a los ojos de la misma manera después de... De lo que vi en esa clase. 

Renjun se llevó una patata frita a la boca y le observó de soslayo con una sutil preocupación, frunciendo el ceño. 

-Opino que tu hermana debería atenderte urgentemente en el psicólogo, Lele. Suenas… Bastante traumatizado, sin ofender. 

Los seis estaban sentados en lo alto de uno de los muros del exterior del instituto, al igual que una gran parte de los demás alumnos, todos ellos aguardando sin demasiada paciencia a que llegara el autobús que les llevaría a la zona de la acampada, haciendo honor a la desesperante noticia que la profesora Joy les acababa de contar. 

Chenle jugueteaba distraídamente con una pulsera de perlas negras que sus amigos no recordaban haber visto nunca, balanceando los pies en el borde del muro e inspeccionando cada centímetro del exterior del edificio, como si tratara de encontrar a alguien entre la muchedumbre de alumnos pero no quisiera que aquello fuera demasiado evidente. A su lado, sentado con las piernas cruzadas sobre el muro, Jaemin dormitaba desvergonzadamente sobre el hombro de Jeno, habiéndose lamentado unos cuantos minutos antes de que no debía haberse pasado la noche entera viendo las dos últimas temporadas de una serie a la que se había enganchado. Junto a ellos, Renjun miraba con tristeza el paquete de patatas fritas que había comprado en la cafetería del instituto un rato antes, más porque se aburría de esperar sentado que porque realmente tuviera hambre. Un par de metros más allá, cerca de la puerta del edificio, Mark y Haechan charlaban animadamente con el profesor Shownu sobre las actividades que harían durante la esperada excursión de fin de curso. 

-Así no van a conseguir que el profesor Shownu les suba la nota final de Educación Física.-comentó Jeno, sacudiendo la cabeza y soltando una carcajada.-De hecho, creo que realmente no hay ninguna manera legal de hacerlo. 

-A no ser que se cuelen en el despacho del director y cambien sus notas en el ordenador, con lo cual yo también podría modificar la que el imbécil de Geografía me puso en la última evaluación.-propuso Renjun con tono persuasivo y rencoroso a la vez, esbozando una media sonrisa, pero consiguiendo, por el contrario, que Jeno pusiera los ojos en blanco, murmurando un "a eso me refería cuando decía que no había manera legal de hacerlo". Renjun se encogió de hombros, indiferente, y bajó con un ágil salto del muro.-Me voy durante un rato, necesito estirar las piernas. Buscaré a Yangyang y le preguntaré si quiere... Ya sabéis, patatas fritas. Y esas cosas. Hasta luego. 

Renjun esbozó una sonrisa nerviosa, agitando la bolsa de patatas fritas, y frotándose las sienes con vergüenza. Cuando estaba a punto de alejarse, escuchó que Jeno pronunciaba su nombre de nuevo.

-Ahora que lo pienso, ¿no crees que vas demasiado arreglado para ir a una acampada, Renjunie?-inquirió su amigo con una sonrisa divertida y curiosa, mientras cubría a Jaemin con la sudadera gris que se acababa de quitar.-No sé, no es lo típico que alguien vaya vestido con vaqueros y camisa a la mitad de una montaña. 

Renjun ladeó la cabeza y se acercó un par de pasos a Jeno, juntando los labios en una fina línea. 

-Te lo diré solo una vez, genio de la moda, así que escúchame bien.-le advirtió, alzando un dedo ligeramente amenazante.-No pasé todos esos largos años en el armario para nada, así que me iré a la montaña con un maldito traje de astronauta si me da la gana.