Najuk, 14:10 del mediodía
-Me aburro muchísimo...
Chenle dejó caer la cabeza sobre el libro de inglés, exasperado. Jisung estaba sentado a su lado, dibujando distraídamente en una esquina de su cuaderno, y no parecía estar prestando mayor atención al profesor Henry, que trataba de explicar algo con todos sus esfuerzos a pesar de los semblantes desganados de sus alumnos.
-Solo quedan cinco minutos, podemos soportarlo.-susurró Jisung, reprimiendo una sonrisa y observando de soslayo a Chenle.-Aunque inglés a última hora debería ser considerado como una tortura, la verdad...
Chenle, que todavía no había levantado la cabeza de las páginas abiertas del libro, asintió débilmente y suspiró con aflicción. Ni siquiera el estar sentado con Jisung había hecho de esa asignatura algo más llevadero y divertido, y en esos instantes solo deseaba salir de esa maldita aula e irse a su casa. Y, si era con él, aún mejor.
-Es soporífero.-respondió en la voz más baja que pudo proferir, poniendo los ojos en blanco y alzando por fin la cabeza, mientras se pasaba una mano por el pelo revuelto para intentar arreglarlo.-¿Es que el profesor Henry no se da cuenta de que todos nos estamos durmiendo?
Jisung, que se había quedado mirando a Chenle sin querer, parpadeó varias veces y sacudió la cabeza, con las mejillas ligeramente sonrojadas.
-Quizás ha tenido un mal día.-contestó finalmente, encogiéndose de hombros y volviendo a dibujar en su cuaderno, ignorando olímpicamente las insistentes explicaciones del profesor.
-¿Y tiene que pagarlo con nosotros?-gruñó Chenle, frunciendo el ceño y jugueteando enfurecidamente con su bolígrafo.-Que haga yoga o algo así...
Jisung estuvo a punto de soltar una carcajada al escuchar aquello, pero se contuvo a duras penas segundos antes de que el profesor le echara la bronca.
-Algo me dice que estás de mal humor, Chenle.-añadió Jisung en un murmullo, sonriendo a medias y consultando con un ademán el reloj que colgaba de la pared de la clase.-Tres minutos. Intenta no matar al profesor Henry todavía, ¿vale?Chenle esbozó una media sonrisa, inclinando la cabeza hacia atrás y observando a Jisung de reojo.
-Si alguna vez lo hago, tengo la esperanza de que me encubras.
-No te preocupes, diré que fue por el bien común de todos los alumnos.
En la mesa de al lado estaban sentados Haechan y Mark, probablemente mucho más abstraídos y ajenos a la asignatura que ellos. Este último le había intercambiado el sitio a Yeri al principio de la clase para poder sentarse con Haechan, rezando para que el profesor Henry no se diera cuenta, y ambos se habían pasado la hora charlando entre susurros no tan discretos y sacándose fotos con el móvil lo más disimuladamente que habían podido.
Frente a ellos, un escurridizo Jaemin aprovechaba cada ocasión en la que el profesor Henry se giraba hacia la pizarra para llevarse algo de comer a la boca, mientras que Yeri se entretenía dibujando con un rotulador fosforescente en la palma de la mano del chico, bostezando de vez en cuando con sumo aburrimiento y expresando con el gesto los ánimos de todos sus compañeros.
A su izquierda, Jeno, que normalmente solía ser el único que podía soportar la insufrible asignatura de inglés los viernes a última hora, se había terminado rindiendo, y contemplaba con cansancio las agujas del reloj girando lentamente en la esfera de cristal. A su lado, Renjun tenía la mejilla apoyada en el cristal de la ventana del aula y observaba atentamente el exterior. Desde el lugar en el que estaba sentado, Chenle pudo comprobar con diversión que el gesto no se debía únicamente a que estuviera despistado: de hecho, la clase de Yangyang tenía Educación Física en el patio justo en esos momentos.
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TO MY YOUTH
FanfictionTodo aquello que ha tenido un final, también poseerá un nuevo principio. Siete largos años después de que Chenle comenzara su nueva vida en Najuk, se abrirán para él de par en par las puertas de lo que será su incierta y emocionante adolescencia. ...