Najuk, 14:57 del mediodía
Chenle golpeó suavemente con los nudillos la madera oscura y fría de la puerta de su habitación, alzando un poco la voz para pronunciar sus siguientes palabras.
-¿Te queda bien el traje, Jisung?-inquirió, sin quitar la mano de la madera. Al no recibir respuesta, probó con otra pregunta.-¿Puedo entrar?
Unos segundos de silencio más tarde éste murmuró un ahogado "sí, pasa" al otro lado. Chenle se adentró en la habitación, empujando la puerta y entrecerrándola tras su espalda.
Jisung se contemplaba a sí mismo en el reflejo del alto espejo de la habitación de Chenle, aparentemente no demasiado convencido con su aspecto. Su amigo le había prestado un traje azul oscuro que le habían regalado por su cumpleaños el año pasado, y era el que llevaba puesto en ese preciso momento.
-La verdad es que no creo que...-comenzó a decir Jisung con un suspiro, frunciendo los labios sin despegar la mirada del limpio cristal que mostraba su reflejo.
-Te queda muy bien, Jisung.-le interrumpió Chenle con firmeza, asintiendo con la cabeza para darle más énfasis a sus convencidas palabras.-De verdad.
Éste esbozó una media y dubitativa sonrisa, pasándose una mano por el pelo y decidiéndose finalmente a mirar a Chenle, que también se había vestido con su elegante esmoquin negro una media hora antes.
-Es solo que... No estoy muy acostumbrado a ir a eventos de este tipo, y ya sabes que no me suelen gustar los lugares con demasiada gente.-contestó. Después puso los ojos como platos, haciendo aspavientos desesperados con las manos.-Pero me alegro de que me hayas invitado, en serio. No... No pretendía decirlo de esa manera.
Chenle rebuscó algo en una caja de madera extremada y horriblemente decorada que había encima de una mesa, dándole la espalda durante unos segundos.
-Jisung, no te preocupes. Estaré contigo en todo momento.-respondió con voz suave, girándose de nuevo y ofreciéndole una corbata escarlata antes de que pudiera decir nada.-Toma, el rojo conjunta con el azul.
Jisung lo meditó bastante antes de cogerla. Cuando finalmente lo hizo, Chenle consultó la pantalla de su móvil para ver cómo iban de tiempo, ya que la celebración comenzaba a las cuatro. Al volver a alzar la mirada, unos instantes después, se dio cuenta de que su amigo seguía parado en medio de la habitación, con el accesorio todavía en las manos y semblante avergonzado.
-¿Qué ocurre? ¿No te gusta el color? Si es eso, hay más en la caja...
Jisung negó levemente con la cabeza, cambiando el peso de una pierna a otra.
-No es eso.-murmuró, sus mejillas tiñéndose a la vez de un rojo increíblemente parecido al de la prenda de ropa que sujetaba entre sus temblorosos dedos.-Es... Es solo que nunca me he puesto una corbata y no tengo ni idea de cómo hacerlo. Lo siento.
Chenle contuvo una media sonrisa, dando unos pasos para acercarse al chico y quitándole suavemente de las manos la corbata. Evitando a duras penas mantener contacto visual con él, le pasó la cinta escarlata alrededor del cuello, juntando hábilmente los dos extremos en un nudo y aplicando los escasos pero efectivos conocimientos que tenía sobre atar corbatas.
-Listo.-declaró, dejando caer la cinta sobre la camisa blanca de Jisung y alejándose unos pasos para contemplarlo mejor.-Vaya, lo cierto es que...
-¡Chenle, cielo!-le cortó una elevada voz femenina, abriendo de golpe la puerta de la habitación y esbozando una amplia sonrisa casi inmediatamente.-Oh, ¿te queda bien el traje, Jisung?
Éste asintió débilmente, buscando desesperadamente algún sitio en la habitación donde concentrar su mirada. Chenle le observó de reojo y se acercó a su madre, que estaba parada en el umbral de la puerta del dormitorio. Se había ataviado con una sencilla camisa blanca cruzada que dejaba entrever su clavícula, y una falda larga y azul de raso con una flor de tela en la cintura. Entre sus manos repletas de brillante pedrería sujetaba una pequeña cajita de terciopelo rojo que le ofreció a su hijo.
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TO MY YOUTH
Fiksi PenggemarTodo aquello que ha tenido un final, también poseerá un nuevo principio. Siete largos años después de que Chenle comenzara su nueva vida en Najuk, se abrirán para él de par en par las puertas de lo que será su incierta y emocionante adolescencia. ...