EPÍLOGO

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Najuk, 19:15 de la tarde

"Gran fiesta de fin de curso en mi casa, esta noche a las 20h. Firmado: vuestro queridísimo Lucas el de la moto 🏍️. PD: Traed comida o no os invitaré nunca más 😊”.

Prácticamente todos los alumnos del curso habían recibido aquel mensaje simultáneamente al salir del instituto, tras el eternamente esperado último día de clases, como si Lucas hubiera sabido que aquello era justo lo que necesitaban para darse cuenta de que los radiantes meses de vacaciones y de plena libertad estaban casi a la vuelta de la esquina. De hecho, todos parecían saber, en el fondo, que Lucas no tenía ninguna intención de desaprovechar esa ocasión para celebrar otra de sus famosas e inolvidables fiestas, pero el mensaje había tardado tanto en llegar que algunos habían terminado perdiendo la esperanza, al menos hasta que el aviso había aparecido magistralmente en las pantallas de sus móviles. 

-¿Has leído el mensaje de Lucas? 

Jisung abrió un ojo con pesadez al escuchar la voz de Chenle, que jugueteaba con un mechón de su pelo distraídamente, y, con la otra mano, consultaba su teléfono móvil con el ceño ligeramente fruncido. Ambos habían decidido pasar la tarde juntos tras salir del instituto, teniendo como plan inicial escoger una película cualquiera que ver y disfrutar del que consideraban su primer día de verano, pero finalmente aburriéndose de ella tras los primeros y soporíferos quince minutos y pasándose las siguientes horas charlando sobre ningún tema en específico. En esos instantes el ordenador portátil de Chenle descansaba olvidado y apagado a varios metros de ellos, sobre el amplio sofá de su salón. 

-¿El de la fiesta de hoy?-respondió Jisung tras un pequeño bostezo, recordando vagamente el mensaje de Lucas que había leído antes de casi quedarse dormido sobre el mullido cojín que descansaba sobre el regazo de Chenle. El chico asintió, esbozando una tímida sonrisa.-Sí, lo vi hace un rato. ¿Vamos a ir?

Chenle se encogió de hombros, dejando su móvil sobre la mesa del salón y clavando su mirada en los profundos ojos color miel de Jisung. 

-Me gustaría mucho, pero no te voy a obligar, Jisung. Sé que no te suelen gustar las fiestas, así que podemos quedarnos aquí juntos si no te apetece, ¿de acuerdo? Seguro que hay por ahí una película muchísimo mejor que esta. Haré palomitas. 

Jisung parpadeó seguidamente, sin despegar su mirada de la de Chenle durante un par de largos segundos, mientras una media sonrisa cobraba forma en su rostro. A continuación se incorporó en el sillón rodeando el cuello de Chenle con delicadeza, juntando sus labios con los de él por unos breves instantes antes de finalmente separarse. 

-Lo cierto es que me encantaría ir, Chenle. No quiero perderme una fiesta de fin de curso otra vez.-contestó Jisung, recordando nítidamente los años anteriores, en los que, a pesar de estar siempre invitado a esas populares juergas que Lucas organizaba, jamás había acudido a ellas. Sin embargo, ese año iba a ser diferente, y él lo sabía. No solo le había dicho a Chenle que sí para complacer los claros deseos del chico de asistir a la fiesta, sino también porque, real y sinceramente, sin trucos ni engaños, le apetecía ir a ella.-Además, alguien tiene que cuidarte si te pasas de la raya con los zumos de manzana, ¿verdad? 

Chenle soltó una carcajada, sacudiendo la cabeza y entrecerrando los ojos vengativamente. Estaba a punto de lanzarle un cojín a Jisung, que trataba de escapar entre interminables risas, cuando la puerta de su casa se abrió repentinamente y ambos se quedaron inmóviles en el sofá, Chenle sujetando el cojín por encima de su cabeza y Jisung cubriéndose con los brazos, mientras su pecho se alzaba rápidamente y la sonrisa divertida no se borraba de su rostro.

-¡Soy yo!-avisó una voz femenina desde la entrada, cuya presencia solo se hizo plenamente visible en cuanto la hermana de Chenle se adentró en el salón con una sonrisa de oreja a oreja. Hana vestía un ceñido y reluciente traje rojo, con los hombros cubiertos por un chal plateado y delicadamente ornamentado, y un collar de perlas blancas balanceándose en su cuello con suma elegancia.-Hola, Jisung. Hola, Lele. ¿Interrumpo algo?

TO MY YOUTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora