rebel just for kicks. ›› kookgi.

Deuxième Mois.

El vientre del pálido cada vez se hacía mínimamente más grande, y no podía existir alguna persona que separara a JeongGuk de este o de su omega, quien ya tenía normalizado el hecho de que el alfa diera charlas al bebé.

Y la charla era mucho más tensa ahora que el anuncio de embarazo iba para los suegros del castaño, que junto a su ya marcado omega tenía los nervios de punta.
YoonGi había perdido un poco de contacto con sus padres, no sólo porque se hallaba ocupado, también porque había perdido una chispa sentimental desde el día que lo comprometieron con JeongGuk. Él estaba feliz de estar con él, pero, ¿y si lo hubieran comprometido con otro sujeto? ¿Un depravado o quién sabe quién? No podía dejar de pensar en esa posibilidad.

  ̶̶  ̶̶̶  Bueno cachorro, hoy vas a conocer a tus abuelos por parte de papi Gigi.

El bajito sonrió divertido, cruzando miradas con su alfa. Tras unas sonrisas, los labios del alto se dejaron caer sobre los ajenos, formando un corto y tierno beso.

Las manos de YoonGi acariciaron su nuca un par de veces antes de que ambos abrieran las puertas del automóvil, cerrando estas de nuevo al estar fuera.
De inmediato sus manos se entrelazaron en cuanto se encaminaron a la puerta y tocaron el timbre, cruzando un par de miradas cómplices  ̶̶  ̶̶̶ en buen sentido ̶̶  ̶̶̶   en cuanto la entrada finalmente fue abierta por la madre, quien soltó un grito de lo que parecía ser alegría.

Los ojos de la fémina recorrieron la escena detenidamente, como si no pudiera creer lo que estaba viendo.  ̶̶  ̶̶̶  ¡Oh por Dios! ¡Cariño ven acá!  ̶̶  ̶̶̶  un hombre ya canoso y efímeramente arrugado se asomó por la puerta del salón, mirando con la misma incredulidad a la pareja.

̶̶  ̶̶̶  ¿YoonGi?

  ̶̶  ̶̶̶  El mismo.  ̶̶  ̶̶̶  la sonrisa de los padres se hizo más grande al ver la marca que llevaba el omega en su cuello, además de las manos entrelazadas.

̶̶  ̶̶̶  JeongGuk, querido, bienvenido, ¿cómo has estado? Pasen por favor.  ̶̶  ̶̶̶  habló la madre con euforia en sus labios, haciéndose a un lado.

  ̶̶  ̶̶̶  Muy bien señora, muchas gracias por preguntar.  ̶̶  ̶̶̶  la pareja ingresó a la sala principal, tomando asiento en aquellos sillones blanquecinos que tantos recuerdos traían a la memoria.

  ̶̶  ̶̶̶  ¿Y qué los trae por aquí, chicos?  ̶̶  ̶̶̶  preguntó alegre el hombre, sentándose en el sofá en frente de ellos.

Min suspiró, tomando la mano del castaño que lo miraba con una sonrisa acompañante y acariciaba sus nudillos.  ̶̶  ̶̶̶  Es que tenemos que hacerles un anuncio.

  ̶̶  ̶̶̶  Los escuchamos, cariño.

Cabe recalcar que los padres de Min no tenían idea del divorcio ni nada, de lo contrario hubieran hecho el escándalo de sus vidas con el pobre pálido. Él mismo se había encargado de que no se enteraran de nada, posiblemente lo diría después de que renueven los papeles de matrimonio.

  ̶̶  ̶̶̶  Perdón pero, ¿no hay algo de comer? Es que tengo hambre.

Los padres soltaron una pequeña risita, su niño rebelde no había cambiado para nada.  ̶̶  ̶̶̶  Claro, hay galletas.  ̶̶  ̶̶̶  habló la madre, yendo a la cocina.

  ̶̶  ̶̶̶  Gracias mami, es que tengo que comer por dos.

Todos en la sala quedaron en completo silencio, mientras YoonGi y JeongGuk se miraban entre sí con una sonrisa pícara.

̶̶  ̶̶̶  ¿Por dos?  ̶̶  ̶̶̶  la mujer se asomó por la puerta, con la bolsa de galletas en mano.
El pálido asintió con una sonrisa, observando a sus progenitores mirarse entre sí con asombro. Podía jurar que vio sus rostros palidecer de la sorpresa.

̶̶  ̶̶̶  ¡Estás preñado hijo!  ̶̶  ̶̶̶  exclamó el padre con una sonrisa inmensa, siendo acompañado con el grito de emoción de la mujer, dejando una sonrisa en JeongGuk y él.

  ̶̶  ̶̶̶  ¡Al fin me vas a dar nietos! ¡Es un milagro!

La pareja se abrazó muy fuertemente, como si un verdadero milagro hubiera acabado de ocurrir.
Por otro lado, el alfa mimaba constantemente al pelinegro con sus dedos, repartiendo suaves besitos sobre la coronilla de su cabeza.

Una vez pasada la emoción, el padre revolvió los cabellos del omega, dejándolos revueltos.  ̶̶  ̶̶̶  Felicidades muchachos.

  ̶̶  ̶̶̶  Muchas gracias señor.  ̶̶  ̶̶̶   respondió Jeon, dándole un respetuoso apretón de manos a su suegro.

̶̶  ̶̶̶  Quédense a comer, hace mucho que no los vemos por aquí.  ̶̶  ̶̶̶  interrumpió Yang Mi, aferrándose al brazo de su esposo, quien gustoso le devolvió una sonrisa.

  ̶̶  ̶̶̶  ¿Qué opinas?

  ̶̶  ̶̶̶  Yo opino que quiero probar la comida de mi suegra.  ̶̶  ̶̶̶  todos los  presentes en la sala carcajearon, formando un ambiente cálido y algo familiar.

  ̶̶  ̶̶̶  Si quieres comer algo que haya hecho mi madre, puedes comerme a mí.

  ̶̶  ̶̶̶  Tan delicado como siempre, cariño.  ̶̶  ̶̶̶  bromeó el hombre, negando con la cabeza.