Kefálaio Dódeka.

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Mis piernas flaqueaban y mi aliento se agotaba al paso de cada minuto, cada eterno minuto que llevaría mi manceba vida a una que no anhelaba por completo. Pero que en ese entonces, no importaba si estaba al lado del hombre de mi vida.

  ̶̶  ̶̶̶  Ya, respira. ¿O quieres que en vez de casamiento haya funeral?  ̶̶  ̶̶̶  el muy desgraciado rió con sorna, provocando que me diera vuelta para observarlo con un semblante homicida.

  ̶̶  ̶̶̶  Mejor cierra la boca y ayúdame a poner esta cosa en su lugar, Seokjin.

  ̶̶  ̶̶̶  Ya, señor Min.  ̶̶  ̶̶̶  una risita se oyó de parte de Hoseok, que se encontraba sentado sobre la silla de bordes dorados y estampado aterciopelado frente al tocador.

Era indiscutible la idea de que mis dos mejores amigos se presentaran en mi unión. Ambos estaban igual de nerviosos y emocionados que yo, anhelando que de una vez por todas el evento transcurra.

Una vez que el moño se ajustó perfectamente al cuello de mi camisa, me posé frente al espejo grande y pulcro para recorrer con mi vista mis prendas. ¡Santo cielo!, ese hombre había hecho de mí una persona totalmente divergente.

La habitación permaneció tensa y silenciosa por minutos; ninguno de los tres se atrevía a emitir cualquier tipo de sonido.

  ̶̶  ̶̶̶  ¡Ya no quiero!  ̶̶  ̶̶̶  entré en pánico, en lo que mis dos amigos reían sin parar, gozando de mi repentino cambio.

  ̶̶  ̶̶̶  Hijo, ya sal de ahí, el auto está esperando.  ̶̶  ̶̶̶  la voz rasposa y eufórica de mi progenitora se escuchó a través de las puertas.

  ̶̶  ̶̶̶  ¡Ya sale, señora Min!  ̶̶  ̶̶̶  habló Jung aproximándose hacia mi inerte anatomía, tomándome juguetonamente del principio de mi brazo derecho.

  ̶̶  ̶̶̶  ¡No, espera, no!

Y como si de un secuestro se tratara, entre mi madre y la pareja me depositaron a rastras sobre el automóvil color grisáceo, que era decorado con un fino y reluciente moño blanquecino sobre su parte superior.


  ̶̶  ̶̶̶  Queridos hermanos: Estamos aquí junto al altar, para que Dios garantice con su gracia vuestra voluntad de contraer matrimonio ante el Ministro de la Iglesia y la comunidad cristiana ahora reunida.  ̶̶  ̶̶̶  anunció el religioso en medio de nuestros cuerpos, con su biblia en mano y su vista fijada sobre nuestras cabezas.

Continuó con su introducción por varios minutos. Mis manos estaban adheridas a las ajenas, sudando, mientras que mis ojos solamente se enfocaban en los iris de mi querido futuro acompañante.

Una escena muy graciosa y emocionante ocurrió ante mi presencia; mis padres llorando a moco tendido, mis amigos con las lágrimas a punto de salir, y los invitados observando con una incredulidad y una sonrisa plasmada en sus rostros.

Las preguntas del sacerdote no tardaron en llegar, ambos las respondíamos con un aura totalmente armonioso y parsimonioso, observando el uno al otro con aquellos ojos que jamás se atreverían a mirar a alguien de la misma manera.

  ̶̶  ̶̶̶  Jeon Jungkook, ¿quieres recibir a Min Yoongi como esposo, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?

  ̶̶  ̶̶̶  Sí, quiero.  ̶̶  ̶̶̶  respondió con una sonrisa y con los ojos relucientes de la alegría, acariciando la parte superior de mis manos.

¡Já!, sí que es un gran mentiroso. Conoce el arte de la falacia muy bien, y era un experto en ello. La pregunta real; ¿el señor Jeon pagaría por todo lo que haría con mi pobre corazón, que palpitaba solamente por verlo pasar?

  ̶̶  ̶̶̶  Min Yoongi, ¿quieres recibir a Jeon Jungkook como esposo,
y prometes serle fiel
en la prosperidad y en la adversidad,
en la salud y en la enfermedad,
y, así, amarlo y respetarlo
todos los días de tu vida?

  ̶̶  ̶̶̶  Sí, quiero.  ̶̶  ̶̶̶  sonreí de igual manera, con mi vista aún enamorada sobre mi ya esposo. Al menos yo sí cumplí con mi parte del trato.

  ̶̶  ̶̶̶  El Señor confirme con su bondad este consentimiento vuestro que habéis manifestado ente la Iglesia y os otorgue su copiosa bendición. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.  ̶̶  ̶̶̶  prosiguió el hombre canoso.  ̶̶  ̶̶̶  Bendice, Señor, estas arras, que pone Jeon Jungkook en manos de Min Yoongi, y derrama sobre ellos la abundancia de tus bienes.  ̶̶  ̶̶̶ 

Los anillos fueron alcanzados a la manos de Jeon. Que colocó uno sobre mi dedo anular de la mano derecha con suma delicadeza, en lo que el sacerdote volvía a interrumpir.

La misma acción realicé al tener el anillo sobre la blanca palma de mi mano, observando cómo la ajena ahora era adornada con ese accesorio reluciente y dorado como el sol.

  ̶̶  ̶̶̶  Puede besar al novio.  ̶̶  ̶̶̶  sonrió finalmente el anciano, en lo que mi esposo avalanchaba sus manos sobre mi estrecha cintura, acercándola hacia él para poder unir nuestros labios en un tierno beso, alarmando al 'público', el cual comenzó a chiflar, murmurar y aplaudir.

Pero bueno, un momento se va y no vuelve a pasar.


Quiero aclarar; que desde el día de la boda ya pasaron dos años, estando ahora en el presente.
Yoongi ya tiene veinte años; Jeongguk veintinueve.
También aprovecho para decir que se viene el drama banda. 😿👍

 rebel just for kicks. ›› kookgi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora