Sus hinchados y calientes labios besan repetidas veces los mios de forma lenta y profunda- Esta semana no se si podremos vernos mucho- Musito.
Mi mano izquierda se pasea por su espalda, apretando algunos de sus músculos, nuestras miradas se conectan y suspiro llena de dicha- ¿Porqué? ¿Ha pasado algo con la revolución?
-No- Imito su tono de voz, y sus manos pasean por mis piernas, haciendo que ondas de calor se esparzan por mi cuerpo- Artemis viene hasta el viernes para ir a ver el buffet y la organizadora.
Este rueda los ojos- Umm.
Des de hace unos cuantos días me he dado cuenta de que para Axel un Umm significa mejor calla y vamos a follar. Así que inmediatamente paso una de mis piernas encima de su cadera y con la fuerza provoco que el quede de espaldas a la cama con migo encima.
-Así que hoy aprovecharemos toda la noche para adelantar todas las veces que follariamos la semana que viene- Su sonrisa arrogante vuelve a dibujarse en su cara y me encanta.
Sus fuertes manos aprietan mi trasero- ¿Entonces porqué estamos hablando tanto? Follame de una jodida vez.
[...]
Besa castamente mis labios cuando nos sentamos en las sillas del catering, sonrío para mis adentros, waw, la boca se me hace agua cuando puedo ver toda la cantidad de alimentos que tenemos delante, la variedad va des de comida española a comida japonesa hasta comida indu.
-¿Al final te alegras de haber venido? -Inquiere mi prometido, en el instante en que le tomo la mano por encima de la mesa, y me sonríe con su encantadora sonrisa.
-Me encanta, gracias por convencerme, creo que al fin estoy disfrutando un poco el organizar nuestra boda- Me acerco una ultima ve succionando su labio inferior, y vuelvo a sentarme en la mesa, pensando en por dónde voy a comenzar.
-Buen provecho -Escucho la voz de Artemis, y le suelto la mano repitiendo las mismas palabras.
Nos pasamos todo el tiempo hablando, de todo el lio que se está montando en la federación y en la pequeña empresa de su padre, para que se puedan juntar definitivamente después de nuestro casamiento. Hablamos sobre la revolución, de cómo Mark, Jude, Celia y Erza están luchando. Y de cómo mis amigos españoles la siguen liando, como siempre.
Y solo en un instante mi mente vaga a ese verano, el torneo donde conocí a los Japoneses, cuando mi vida dio un repentino giro, y solo por un momento siento que todo sigue igual que antes. Y en cierto modo es reconfortante.
Aquí catando junto a mí prometido el bufete de nuestra boda, me doy cuenta de que al final, por mucho que hayan pasado los años seguimos siendo los mismos adolescentes esperando a que el mundo les sorprenda.
A mí la vida sí que me ha sorprendido, me ha metido en un saco y me ha sacudido hasta que se ha cansado.
- Por cierto, ¿Paolo el de la selección Italiana ha confirmado que va a venir? -Artemis me asiente con la cabeza, ayudándome a levantar de la silla, y le regalo una de mis sonrisas mas genuinas.
-Me escribió un WhatsApp anteayer, perdón por no avisarte, se me pasó -Se disculpa, en el momento en que empiezo a ponerme la chaqueta de cuero y me cuelgo el bolso del hombro.
-No pasa nada -Insisto, tomándole de la mano, y haciendo fuerza para que vayamos a hablar con la organizadora que nos espera en recepción para que podamos aclarar los platos que deseamos.
La mujer nos sonríe a ambos cuando nos ve llegar y nos hace una señal con la mano para que empecemos a recitarle los platos elegidos- Nos gustaría que hubiese un poco de variedad, un bufete libre, para que cada uno vaya cogiendo lo que más le apetezca- Empiezo a explicar yo, para que seguidamente Artemis me coja el relevo.