IX

1K 51 1
                                    

Maratón 1/2

Me bajo del taxi después de contestar vagamente a los mensajes de Erza y cojo todas mis pertenencias después de pagar lo debido. Con un poco de dificultad me planto delante de la puerta y aprieto el timbre, esperando que me abran.

No pasan ni cinco segundos cuando Axel aparece por detrás de la puerta, escaneándome con la mirada y frunciendo el ceño. Puede que hubiese sido buena idea avisarle de que pensaba venir -Hola nena- Dice, cogiéndome una de las bolsas ayudándome a entrar- No esperaba que vinieras, digo es tu boda- Sonríe.

Le sonrío de vuelta y me acerco a el- Lo sé, lo decidí ayer, en teoría tendría que estar en casa de Celia- Le explico vagamente, uniendo nuestros cuerpos en un abrazo. Suspiro entre sus brazos y disfruto de nuestra cercanía, de su olor, de él.

-¿Y que te hizo cambiar de opinión? -Me levanta el mentón, obligándome a centrar mis ojos con los suyos.

-Sabes muy bien porqué he cambiado de opinión. Artemis y yo nos mudaremos juntos después de nuestra boda, no se donde nos dejara eso Axel.

Su expresión cambia inmediatamente y da una patada a las bolsas que están en medio, me coge empotrándome contra la puerta de la entrada mientras enredo mis piernas en su cintura. Dios, este chico de verdad que está loco de remate.

Apoyo mi cabeza contra la puerta, sintiendo la humedad lengua de Axel lamerme el cuello intercalando chupones y mordidas -Te quiero, te quiero-Suelto entre jadeos, volviendo a atacar sus labios. Y se siente muy bien decirlo.

-Mierda, Carina- Gime en cuanto se separa en un mordisco. Amasa mis glúteos con sus manos volviendo a atacar mis labios de forma hambrienta dejándome sin aire.

Vuelve a morderme el labio inferior tirando de él mientras se separa. Paso mis manos por su pelo, tirando de las hebras juntando nuestros cuerpos aun mas.

El muchacho me mira confuso, entrecerrando los ojos y colocándome un mechón de pelo detrás de mi oreja -¿Me quieres? -Interroga, pero lo mejor que se me ocurre ante tal situación es volver a besarle de la misma forma hambrienta que antes.

Axel mueve su cuerpo con el mío, llevándonos hasta su habitación, en donde se sienta en la cama, y empiezo a mover mis caderas, haciendo una deliciosa fricción entre nuestros sexos. Nuestras bocas siguen peleando, pero este se separa de mi, aún guiando mis caderas con sus manos y jadeamos sobre los labios ajenos.

-Carina, te quiero- Empieza a hablar. Intenta recuperar un poco la respiración pudiendo hablar sin dificultad, pero el delicioso movimiento de caderas solo consigue que de nuestros labios se escapen suspiros y jadeos- Te quiero, y quiero poder decir que eres mía y que yo soy tuyo. Lo quiero, lo anhelo. Te has convertido en mi jodido aire.

Me levanto de encima y doy unos cuantos pasos hacia atrás. Mi garganta se cierra por la emoción, haciendo que las palabras sea difíciles de pronunciar- ¿Que me estás diciendo Axel? -Musito, pensando en todos y cada uno de los problemas que tendría si se refiera a lo que creo que se refiere.

Sacudiendo la cabeza, dejo caer mi camiseta al suelo, luego empujo mis tejanos por mis piernas y salgo de la prenda. Estoy de pie delante de él con solo ropa interior, mi pecho subiendo y bajando.

Al principio mis palabras no parecen tener ningún efecto en él. Y creo que estoy muriendo lentamente.

Luego un lento y hambriento sonido desgarra su garganta. Y mi respiración se atasca.

Está de pie mirándome, inmóvil en esos pantalones de deporte, siquiera me había dado cuenta de que no llevaba camiseta, sus piernas separadas, sus ojos llenos de necesidad. Sus hombros se sacuden con sus respiraciones y curva los dedos en puños a sus costados. La profunda aspereza de su voz raspa mi piel.

Engaño [Axel Blaze]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora