Si tecleas en Google alguna pregunta de mujeres infieles, enseguida tendrás miles de resultados excusando a la mujer, tales como:
1) La mujer para ser infiel necesita una razón, el hombre solo otra mujer.
2) Las mujeres son infieles porque no reciben el cariño suficiente o por venganza.
3) Una mujer bien amada, bien valorada y bien atendida, nunca será infiel.
4) Las mujeres hacen cualquier cosa por despecho y los hombres, por dos pechos.
5) La típica frase: NO EXISTE MUJER INFIEL.
Pero, sin duda, mi favorita es esta: Para las mujeres el mejor afrodisíaco son las palabras, el punto G está en los oídos, el que busque más abajo, está perdiendo el tiempo.
Esas frases conmigo no funcionaron, sobre todo la última, porque Gideón con ese sazón suyo, no solo encontró mi punto G bien abajo, sino que me lo supo atender como es.
Si esperas leer un libro en el que la víctima sea yo, entonces sigue buscando, porque este no es. Si quieres leer un libro que relate los hechos más ardientes, apasionados y sinceros de una relación de infieles, entonces ve, prepárate una taza de chocolate caliente y ponte cómodo (a) porque esto estará bueno.
[***]
Guardo la copia del archivo cuando se escuchan dos golpes en la puerta, doy permiso para entrar y Moni, mi nueva compañera de piso, se asoma.
—Te dejé el desayuno en el micro. —Le sonrío agradecida.
—Vale, gracias. Hoy yo preparo la cena —prometo. Moni asiente y cierra la puerta.
Bien, si quieren saber cómo pasé de vivir en una enorme casa a un apartamento cuatro por cuatro que comparto con una chica, entonces deberán leer mi historia. Tranquilos, no es tan larga. Como solía decir mi papá: Las cosas buenas, duran poco. Y lo mío sí que duró poco, pero lo poco que duró, lo disfruté como nunca había disfrutado.
Y no crean conocer el final de la historia, solo porque vivo con Moni y no con mi esposo, porque sí, sigo casada, como ya les dije: deberán leer mi historia para conocerla.
¿A qué esperas? Ve a leerla.
Ok, empecemos. Estoy emocionada de que lean a mi Gideón, jajajaja. Es el único protagonista que no se parece a mi esposo, jajajaja.
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Pasiones Infieles. (COMPLETA)
RomanceSi tan solo hubiera cerrado mis ojos, cubierto mis oídos, estoy segura que todo hubiera sido igual. Porque no fue culpa de mis sentidos, no, la culpa la tuve al querer sentir más. Incluso ahora que todo ardió, puedo seguir sintiendo la brasa calient...