Un segundo junto a la persona correcta le da sentido a todo una vida.
A🌙APresente.
Mi alarma suena avisando que debo despertar, pero como ha sido todo el fin de semana: yo estoy despierta. Creo que en estos últimos dos días si he dormido ocho horas entre ambos es mucho. No estoy deprimida ni nada por el estilo, de hecho, me encuentro tan llena de energía que no he podido parar de escribir, no creí que esto fuera tan sensacional. Los recuerdos viejos se unen con los recientes y crean en mi cuerpo explosiones de emoción y adrenalina.
Salgo de la habitación solo para comer, porque no tienen idea de lo insistente que es Moni en que debo comer algo siempre. Posiblemente de no ser por ella hace mucho que me hubiera desmayado. Mi celular no lo he encendido desde el viernes en la noche cuando fui a la disco con Moni y sus amigos. Esa noche al salir, Gideón estaba esperando que subiera a su auto y lo hice, le pedí que me trajera a casa y cumplió.
No me exigió quedarme con él y tampoco lo invité a quedarse, simplemente nos despedimos con un beso en su auto y se marchó. Si estoy o no desperdiciando una oportunidad, no me detendré a pensarlo ahora. Hasta que no sea oficialmente una mujer soltera no me pondré a planificar nada de mí futuro.
Salgo de la cama colocando música de Bruno Mars para alegrarme y entro al baño dejando la puerta abierta.
Me ducho rápidamente. Ya el moretón ha disminuido considerablemente y solo queda una pequeña mancha que puedo cubrir fácilmente con maquillaje.
Por no tener mi celular encendido, no tengo idea de si aún sigo teniendo empleo, pero por si las moscas, yo iré y que sea lo que Dios quiera. Elijo un pantalón corte alto de color blanco, unos botines también altos hasta las rodillas de color azul rey, un top del mismo tono y cojo un blazers blanco.
Por hoy dejo mi cabello suelto y hago una pequeñas ondas al final, arreglo lo mejor que puedo mi rostro ocultando el moretón y las bolsas negras debajo de mis ojos por mis faltas de horas de sueño, aplico un labial fuerte rosa y salgo de mi habitación para seguir derecho hasta el elevador, no me fijé si Moni estaba en la cocina. No tengo apetito para desayunar forzadamente, tengo un nudo en el estómago que solo se calmará al llegar a la empresa y saber si aún tengo trabajo o no, de verdad necesito trabajar.
El abogado es costoso y mientras Sebastián se niegue a firmar, más dinero debo pagar por su servicio. Suspiro, detengo un taxi y llego al edificio minutos después.
No me detengo a saludar a nadie, ni siquiera a Danfne que me mira mientras mastica su goma de mascar. Deberé hacerme su amiga para explicarle de la mejor manera lo molesto que suena eso.
Suspiro, las puertas del elevador se abren en la segunda planta. Me detengo frente a la puerta de la oficina de José, lo sé porque acá fue donde Gideón me trajo el otro día para hablar con José.
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Pasiones Infieles. (COMPLETA)
RomansaSi tan solo hubiera cerrado mis ojos, cubierto mis oídos, estoy segura que todo hubiera sido igual. Porque no fue culpa de mis sentidos, no, la culpa la tuve al querer sentir más. Incluso ahora que todo ardió, puedo seguir sintiendo la brasa calient...