Capítulo 29

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Duele más tenerte y perderte que nunca haberte tenido
Aixa de Alsina.
A🌙A

Presente

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Presente.

—¿Segura que aún no formalizan nada? —inquiere Moni, apenas Gideón se aleja para comprar las palomitas. Suspiro.

—Segura. —La miro—. De lo que no estoy segura es de lo que siento por él. —Moni sonríe traviesa.

—¿Ya empieza a ser más que sexual? —Muy a mi pesar, aunque me encantaría borrarle esa sonrisa petulante, tiene razón. Asiento. Su gesto cambia y forma una O con sus labios—. No esperaba que lo admitieras —confiesa. Sonrío triste.

—Me gusta mucho y eso me confunde —explico. Lo veo girarse de regreso a nosotras—. Me confunde la manera en que me mira, me trata y me besa. Creo que hoy me hizo el amor. —Mi corazón se acelera de solo decirlo en voz alta.

—¿Y te gustó? —La miro.

—Siempre me gusta, pero las veces que creo que me ha hecho el amor, me gustan más. —A Moni no le da tiempo de responder porque Gideón regresa con la bandeja de las palomitas y nuestras bebidas.

—Señoritas —dice galante, dejando la bandeja en la mesa y sentándose a mi lado. Enrolla mi mano con la suya y un calor se instala en mi pecho—. No sé si quieren algo más. ¿Les gusta el chocolate? —Moni me mira divertida y yo sonrío.

—A mí no me gusta, gracias —responde Moni tranquila. Gideón me mira seductor y sé que está recordando aquella vez que lo probé de su cuerpo. Algo se emociona en mi bajo vientre.

—Ya sabes de qué manera me gusta a mí. —Decido seguirle el rollo. A Gideón se le oscurecen los ojos y yo me doy por bien servida cuando presiona mi mano.

—Empezará la película —avisa Moni, haciendo que dejemos de mirarnos. Le sonrío levemente y asiento. Nos levantamos y Gideón toma la bandeja nuevamente, caminamos hasta la sala donde será reproducida la película. Le mostramos nuestras entradas al chico y entramos, ubicando nuestros asientos.

Una vez instalados, Gideón nos entrega nuestras bebidas y palomitas. Moni está sentada a mi lado y Gideón del otro lado. Durante toda la película me la paso riendo, Gideón en algún momento apoya su cabeza en mi hombro y ahí la dejo. Cuando termina la película, Gideón deposita un beso en mi cuello y se endereza.

—¿Qué quieren cenar? —inquiere cuando ya estamos fuera del cine.

—Me disculpan, yo tengo una cita para cenar. Muchas gracias por la película y el almuerzo, realmente me divertí mucho. —Moni mira agradecida a Gideón. Él asiente sonriente.

—Por supuesto, no hay problema. ¿Te llevamos? —propone. Moni niega rápidamente.

—Ya vienen por mí, muchas gracias por todas las molestias tomadas el día de hoy. —Gideón envuelve mi cintura pegándome a su cuerpo.

Pasiones Infieles. (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora