Lo primero que siente es un golpe seco en su cabeza.
Lo siguiente, además del bombeo incesante y acelerado de su corazón ensordecer sus oidos, es el agua contra su cara.
Su cara cubierta por una bolsa de plástico.
Tose y trata de quitarse la bolsa de la cara con movimientos descordinados y desesperados.
Pero, ¡sorpresa!
Las manos atadas no se lo permiten.
Ya no las siente. Siente como si la cuerda que las amarra fuera una sierra. Siente la sangre caer con lentitud, sin si quiera tener un corte.
Es horrible.
Es desagradable.
¿Qué ha hecho mal? ¿Qué ha hecho para merecer eso?
¿No pagar la factura del gas a tiempo, aparcar en doble fila, mentir a su jefe, ver porno, no beber 1 litro de agua al día?-Dinos si le has visto. -Sendak golpea con el dedo el cartel de Akira Kogane. Ese cartel que se distribuyó durante una escasa semana y tuvo inexistente éxito.
-¡¡Que nos lo digas!! -siente el aliento chocar como un puñetazo en su cara. Slav sólo puede negar con lágrimas en los ojos. La garganta le arde, la cara le duele.
Es... es horrible.-No se nada... no se nada de verdad... -Sendak bufa. Vuelve a ponerle la bolsa de plástico en la cabeza y tira otro barreño de agua sobre esta. Siente que se asfixia.
Va a morir así, entre agua, plástico, sangre y olor a humedad.
No sabe donde está. Nunca lo supo.
Y no sabe como le han encontrado.
Sólo sintió un golpe seco en la nuca.Le quita la bolsa.
Sendak la tira al suelo.
Ahora tiene en la otra mano una aguja.
El hombre alto y fuerte se agacha y mira a los ojos a Slav. Está hiperventilando. Slav, obviamente.-Si no me dices donde está, lo averiguaré de otra forma. -murmura. Slav niega.
Recuerda el sonido de su corazón y el dolor en las articulaciones después de un chute de esos. No.
No quiere.
No por favor.Niega como puede.
Sólo puede chillar y zarandearse.Es de día.
El sol se cuela en silencio en la habitación.
Siente un calor contra su cara. En su cara y en su espalda.
No quiere abrir los ojos.
No lo hace.
Sólo mueve sus manos.
Encuentra esa fuente de calor delante suya. Encuentra la espalda de Leandro, ese lienzo lleno de pecas. Le encantaría unirlas. Alguna vez lo hará. Lo imagina por un escaso segundo con la espalda llena de líneas y no puede evitar sonreír.
Sonríe pero por dentro. Y dura poco. Lo poco que dura al recordar la noche anterior. Otra vez.
La desesperación está acabando con él. Con el y con sus energías. Cierra los ojos y... ya está.
Deja las manos quietas. Sobre el colchón.
Le encantaría tanto hablar con él...
Le encantaría de una vez por todas abrirse y contarle esos dramas Que forman su vida, su desordenada vida de adolescente adulto.
Le gustaría mucho hacerlo mientras la luz se cuela por la ventana y los tapa, y es el único testigo de la conversación. Le gustaría tanto ver como Leandro asiente, incluso cuando parece que no le escucha. Que ría cuando le diga lo mucho que odia que le salgan raíces al día siguiente. Que frunza el ceño cuando le hable de cigarros prometidos y que le escuche cuando llegue el momento de hablar sobre su padre y su madre. Que mire sus ojos cuando le diga que echa de menos a sus padres, sobretodo a su padre que no llego a conocer. Que conspirem sobre donde está y que trace planes con él para llegar a él.
Y que le diga en voz baja eso.-Todo va a ir de puta madre. -y que luego le abrace. Y que en medio del abrazo diga. -Pillaremos un hotel y nos montaremos un fiestón. -y que Akira tenga que separarle negando. Y que al final, como siempre, el plan se vaya a la mierda y tengan que huir. Como siempre. Juntos.
Abre los ojos al ver como el peso de su lado cobra vida de forma traicionera. Leandro se levanta de la cama y bosteza. Ya está buscando con sus manos algo. Probablemente un cigarro para tomarlo después con el café.
Y la nata de rizos se gira. Sus ojos chocan. Los de ambos.
A Akira le quitan el aire.
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NEON TRAFFIC // Leakira!AU // Alternative Voltron Fanfic
AcakParece mentira. Altea está más que poblada y más que avanzada. Hay recursos, hay avances y hay fiesta. Y donde hay fiesta, hay consumo. La quintaesencia, esa gran buscada por tantas mafias y tantos clanes, esa esencia ansiada que promete efectos d...