Veintiuno

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Fue lamentable.
La manera en la que se conocieron fue lamentable.
A Akira jamás se le va a olvidar.
Y a Leandro mucho menos.
El cubano se encontraba en uno de esos callejones del infierno, uno de esos que huelen a humedad, acequia y gasolina.
Estaba esperando uno de esos encargos misteriosos. Ya sabeis, en busca de joyas como la maría. Es lo que hay. Si quisiera morfina sería tan fácil como pedir receta para su trastorno. Él solo quería morfina.

-¿Eres Lancelot? -típico usar motes y alias para que no te reconozcan. Nunca se sabe cuando te vas a topar con un puto chivato. Leandro asiente.

-Si. -con la capucha aún puesta, saca de su bolsillo dinero y se lo tiende. Un beneficio por otro. Tu me das y yo te doy. Así van las cosas.
Cuando esa figura desaparece, saca un cigarro y su mechero.
Cuando intenta encender el cigarro, escucha algo al fondo del callejón.
Es una voz que abruptamente ha cesado.
Ve al fondo un hombre alto y corpulento, con unos brazos de miedo y unas piernas tremendas. Tiene cogido del cuello de la camiseta a un chico, o eso parece. Tiene el pelo relativamente largo así que... nunca se sabe. Escucha cuidadosamente.
Es una discusión.

- ...y si te digo que me lo das, me lo das. Por que por estas cosas te pagan. Es tu trabajo. -el chico de melena, gruñe y frunce su ceño.

-¡Déjame! -de un manotazo se deshace del agarre. Pero el agarre se vuelve violento. En hombre alto le coge de las mejillas, haciendo que le mire y sus labios se pongan en forma de morritos. Tiene sus dedos clavados en sus mejillas.

-Me vas a dar lo que me pertenece. - Akira frunce el ceño en señal de negación. -¡Genial! -el hombre mayor gira al más joven. Ahora el chico de la melena tiene la cara pegada a la pared. El hombre alto está "manoseando" su trasero. -¡Sueltame, capullo!

-¡Esto no es en lo que habíamos quedado! -y ahí va Leandro. Como si la vida le fuese en ello, golpea al hombre alto en el pómulo. Un acto heroico.
Tan heroico que le cuesta un puñetazo en la nariz y un derrame nasal.

Ese chico de melena era Akira. Tal vez fue por los nervios o por su mundo lleno de fantasía pero... no ocurrió lo que pensaba que ocurría.
Ese mismo día el hombre alto y corpulento lo citó en su local. Le dijo su nombre.
El se llama Shiro, pero para él sería y será Hachiko.

¿Qué pensaba que pasaba? Que estaba nada más y nada menos que forzando al dulce y absolutamente nada prepotente Akira en un callejón.
¿Qué ocurría?

-No le estaba violando. De hecho él... -Akira suspira.

-Yo soy puto. -Leandro abre sus ojos. Se ha metido en la boca del lobo son saberlo.

-Se negaba a dar su parte por que quiere esencia. -esencia, esa cosa tan ansiada por muchos. Esa droga que revoluciona calles, pisos, bancos y hostales...

Piensan en lo sucedido y les hace gracia.
A Leandro menos, por que todo tiene un motivo siempre. Él lo tenía.

Ahora son las doce de la mañana. Va a ser la una del mediodía.
Akira pestañea lentamente. Tiene los ojos cansados, y la cabeza le va a puto estallar. Suspira y, segundos después, bosteza de cansancio. Mira su cuerpo. Está desnudo. Desnudo y lleno de arañazos y algún mordisco salvaje.
También tiene un brazo sobre su cintura.

-Tío aparta... -murmura con una voz raspada y dolorosa. Se queja nada más siente su garganta resentirse. Relame sus labios. Los tiene sequisimos. Necesita beber agua ya de ya. Se levanta poco a poco y limpia su cara con sus manos. Que pereza le da todo. Tiene sed, hambre, sueño, ganas de mear, ganas de ducharse, frío, calor...
Leandro gruñe y se encoge al sentir la ausencia de un cuerpo a su lado.
El coreano gira su cabeza. El baño está abierto. En los pies del váter hay algo a lo que llamaremos "vómito imparable".
-Aprende a vomitar tío... -murmura en coreano al cubano.

-Sshhh... -sisea Leandro. -Me va a estallar la cabeza... -se gira y gime de dolor en voz baja. Conduce su mano a su culo. -Joder... -murmura.

-Que... -pregunta cansado el coreano.

-Mi culo. Mi culo, me duele... -frunce el ceño y se encoge de nuevo.

-Normal... -y entra en la realidad. -Ayer follamos. Que conste...

-No me acuerdo de nada... -murmura Leandro en un suave lloriqueo.

-Pues follamos... me debes algún piti seguro... -Leandro asiente. Prefiere quitarle importancia. Si vale, se ha tirado a su compañero, que le vamos a hacer. No va a ponerse a llorar. Aún así ha de admitir que... fue un polvazo. También es verdad que hacía mucho tiempo que no era el de arriba así que... es para llorar de alegría.
Leandro levanta suavemente la voz.

-¿Usamos condón?...

-Mira a ver por ahí. - el cubano rueda los ojos.

-Una mierda me voy a levantar... -susurra para él.

El asiático, nada más salir del baño, coge su teléfono.
Tiene varía llamadas pérdidas. Son de Shiro.

-Uy...

-Que... -murmura Leandro.

-Nada. Shiro, me ha llamado... unas 5 veces... -Akira frunce el ceño.

-Genial, otro que nos folla vivo. -el cubano gruñe y esconde su cara en la almohada.
Y al moverse de nuevo, sisea de dolor.
Akira marca el número de Shiro.

Da tono.
A los 4 tonos lo coge.

-Shiro, perdona, estábamos...

-Me da igual que coño estuvierais haciendo. -Shiro suena serio. Siempre ha sido serio pero... es otro tono. Un tono serio y seco. Preocupado. -Venid ya. Es muy urgente.

-¿Pero y el curro de hoy?

-Lo haréis más tarde. Venid ya. Es muy urgente. -y cuelga.
Akira suspira.

-Lean. -el cubano está de espaldas. Tiene marcas de uñas en su zona baja. Se ve precioso así. -Eh Leo.

-Que... -murmura cansado de nuevo.

-Vístete. Shiro nos necesita ya de ya. Sonaba raro. -Leandro suspira. Se incorpora y gime de dolor.

-Joder...

-Fuiste tú quien...

-Si, cállate... -el cubano de levanta y se mete en el baño.

Tardan alrededor de quince minutos en salir de allí.
Llegan al local el moto. Entran.
Corán está tras la barra, como siempre. En local está aún a mitad por limpiar.

-Están dentro. -Akira asiente.

-Gracias. -murmura Leandro.
Entran.

Todos están en la mesa, como la última vez.
Shiro levanta su rostro. Está serio. Muy serio.

Y tras una conversación corta va al grano.

-Adam está en coma. -todos los presentes en la mesa palidecen. Quien más palidece es Shiro, y le sigue Akira. El asiático abre su boca. Se le viene el mundo encima.

-¿Donde está? -pregunta Leandro.

-En el hospital. -responde Shiro.

NEON TRAFFIC // Leakira!AU // Alternative Voltron FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora