🌙Capítulo 13

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—¡HaeMin debemos saltar, el helicóptero se a quedado sin combustible!— dijo Jae tratando de tener un poco de control.

Habían agotado todo el combustible, pues estos habían sobrevolando casi por ocho o diez horas, así que el helicóptero empezaba a apagarse y el motor a fallar. Ambos estaban desesperados, pero por el amor que se tenían ninguno se decidía a saltar sin el otro.
O vivían juntos, o morían juntos.

—¡Jae no puedo!, ¡Tengo miedo!— HaeMin empezó a llorar, sabía que si ella se lanzaba el moriría, pues solo había un paracaídas.

—¡Hazlo maldita sea!— la apresuró.

—¡No me iré sin ti!— se seguía negando. —P-podemos lanzarnos los d-dos... Yo..., podemos utilizar el mismo paracaídas..., no puedo irme sin ti, ¡No quiero!— ella lloraba. Jae la miró por un momento y sonrió, jamás nadie hizo algo por él, y ahora llegaba HaeMin y le ponía su mundo al revés, haciendo que incluso pierda mucho poder en el mundo del narcotrafico, ella incluso moriría por él.

—Bien.— dejó el mando y corrió hasta la parte de atrás, tomó el paracaídas pero en el momento en que Hae se acercaba a él, un brusco movimiento la hizo caer, Jae no alcanzó a tomar su mano.

Se lanzó y no abrió el paracaídas hasta no tener a Hae con él, pero la vida es injusta y a muchos metros más abajo, el vio como aquella mujer que había empezado a amar muere al tocar el suelo, la caída había sido mortal, Jae, sintió su lazo roto, no abrió el paracaídas, cerró los ojos y se dejó caer sin más. Todo dolor que sentía se desvaneció apenas la caída terminó.


(...)

Cuando Yuan y Kwan llegaron al lugar, un terreno baldío que era cubierto por hierva y algunas flores.
Ambos agentes se acercaron pero lo único que encontraron fue ambos cuerpos sin vida, rápidamente llamaron a HuangMin, este rápidamente subió junto a otros de sus compañeros al auto para dirigirse al lugar.

—No les hemos alcanzado a agarrar...— dijo Kwan.

—Al menos nuestra misión se llevó a cabo. Aquí lo importante era rescatar al niño, ya lo otro era solo si se daba. Ah, la caída a de haber sido muy larga, no quiero ni pensar como quedó su cara.— habló Yuan mientras observaba el cadáver del narcotraficante, el cual estaba boca abajo; mientras la mujer yacía boca arriba con el cuello doblado y la pierna astillada, notándose los huesos que al partirse rompieron la piel.

—No se como HuangMin puede ver estas cosas y no vómitar en el intento. Es un omega bastante fuerte y valiente sin duda.— contestó el otro alfa, Yuan le miraba serio.

—¿Te gusta?— preguntó Yuan, pero justo cuando su compañero iba a contestarle, un auto llegó y de él bajó el equipo de criminalística que era liderado por quien fue el primero en bajar y arrancar un suspiro a ambos alfas.

—Ey! Huang. Estamos por acá.— Kwan alzó la mano llamando la atención del chico que caminaba junto a los demás hasta el lugar.

Al llegar junto a sus compañeros y los cadáveres, rápidamente empezó a dar órdenes a su equipo para que empezarán con la revisión otros con el papeleo y otros ayudándome en las medidas que debían llevarse a cabo para levantar los dos muertos.

(...)

Mientras esto se llevaba a cabo, Tae ya estaba dormido sobre su cama con un YoonGi que le miraba fascinado.
Para el joven, el menor era como un pequeño angelito que la luna le había regalado, era como si le hubiesen puesto el más hermoso angelito que dormía sobre nubes de algodón.

Era hora de irse, dejó un besito en la frente de Tae y le acarició con dulzura la mejilla, salió de la habitación, bajó las escaleras y al estar en la sala se encontró con Ji Eh, quien al verlo le sonrió.

—¿Que haces despierto aún cariño?— le preguntó.

—Yo, pues...— YoonGi estaba confundido, sus padres le dijeron que regresara a casa cuando Tae se quedara dormido.

—Pensé que ya estabas dormido, se supone que te quedarías con Taehyungie...— la mujer se dirigió a la cocina y YoonGi la siguió. — Tú madre me ha llamado y dijo que podías quedarte, porque supuse que ya estabas dormido.— sirvió un poco de chocolate para dárselo al chico.

—Ah, bien, gracias— le sonrió y recibió la taza con chocolate. —¿Puedo dormir en la habitación de invitados?...— preguntó, pero Ji Eh no alcanzó a responder, pues escucharon ruido en las escaleras.

—M-mamá...— Tae se había despertado tras tener un mal sueño, con un esfuerzo enorme y sintiendo un poco de dolor en el tobillo, se levantó y salió de su habitación, pero se quedó en el segundo escalón, le fue imposible bajar más.

La señora Ji Eh rápidamente se dirigió al llamado de su cachorro y al verle arriba en el segundo escalón subió rápido hasta llegar a él y ayudarle a volver de nuevo a su habitación, le hizo acostarse nuevamente y le arropó con la cobija.

—Mamá, no me dejes nunca...— habló Tae soltando algunas lagrimitas.

—E-eso nunca mi amor, te buscamos por mucho tiempo, no permitiré perderte nunca más...— le abrazo con cariño.

YoonGi les miraba desde la puerta mientras tomaba su chocolate.

Poco a poco se apartaron y entonces Tae habló: —¿P-puedo tomar otra pastilla para el dolor?, mi tobillo me duele muchísimo— hizo un puchero que derritió el corazón de su madre y de YoonGi que le miraba embobado, tomó un sorbo de su chocolate y por estar en su ensoñación, se atragantó un poco tosiendo, llamando la atención de Tae y su madre.

—Cuidado, con calma YoonGi, ¿Estas bien?— Ji Eh se había acercado a él para socorrerlo, le quito la taza de las manos y la puso sobre la mesa y hizo que Tae se sentara en el borde de la cama, Tae le observaba atento.

—¿Estas bien hyung?— preguntó el menor, preocupado por qué su hyung aún tosía.

—S-si... Solo no lo bebí correctamente...— respiro más calmado, ya dejando la tos. Ji Eh suspiró aliviada.

—¿Hyung se quedará?— preguntó Tae, pues ya estaba tarde y el mayor seguía allí.

—Si, mi madre me dijo que podía quedarme...— le sonrió.

—¡Oh, que bien YoonGi hyung, puedes dormir conmigo, será como una mini pijamada!— dijo el menor con emoción.

—¿Estas seguro TaeTae?— preguntó YoonGi.

—Siii. Además la cama es muy amplia, hay mucho espacio para los dos.— le sonrió de la forma más bella, cerrando sus ojitos y dando algunos aplausos, esperando que su madre les de el visto bueno y YoonGi se acueste junto a él. —¿Verdad que si puede mamá?— se dirigió esta vez a su madre.

—Claro cariño, pero no se queden despiertos hasta muy de madrugada, debes descansar.— YoonGi feliz  de poder compartir la cama con el menor, se metió bajo las sábanas y se acomodó; Ji Eh se acercó nuevamente a la cama y les beso a ambos la frente y les dio las buenas noches, dejándolos descansar.















————Yoon——🌙🌙——Tae————
Hola bonitos girasoles, aquí otro capitulo, esta algo corto, pues verán, me es un poco difícil escribir, hace unos días tengo un desgarre en mi mano derecha y es un tanto doloroso, les pido disculpas si hay errores de ortografía, gracias por el apoyo.
No olviden dejar sus estrellitas✨ y sus comentarios💬.

Gracias por leer.🌕
Kae~🌻

𝙼𝚈 𝙼𝙾𝙾𝙽 [𝚈𝚘𝚘𝚗𝚃𝚊𝚎]-[𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊𝚟𝚎𝚛𝚜𝚎] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora