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24 de diciembre 2012


- Grace -la llamó, ella no estaba en el living ni en la cocina.

- Estoy abajo. -alcanzó a escuchar, decidió que bajaria pero cada escalón que pisaba hacía que sus pies pesaran más, era como de plomo.

Era como si no quisieran bajar,  porque tenían miedo de ella.

¡Por Dios, Freddy! No seas gallina y baja, se regañó en voz baja antes de retomar su camino.

El piso al zotano era un pasillo largo con puertas marrones de maderas y una escalera al final de este para ir al zotano, y no era novedad que la escalera también fuese del mismo material que las puertas… las ventanas y gran parte de la casa.

-  ¿Grace? –preguntó antes de entrar al zotano

Abrió la puerta solo un poco, estaba oscuro.

- ¿Hola?

-  ¡Boo! –saltó Grace y Freddy grito por la impresión y se dio la vuelta con una mano en el pecho y la respiración acelerada.

-  Casi me matas. -pero ella ya no lo escuchaba, estaba retorciéndose de risa en el suelo.

Se veía tan linda, tan feliz.

Él rió un poco junto a ella aunque se sentía algo avergonzado por lo que recién había ocurrido.

-  Hubieses visto tu cara. Fue muy divertida. -comentó cuando ya estaba algo más calmada.

Se puso de pie con la ayuda de él y se arregló la ropa que se había ensuciado con algo de polvo que había en la alfombra.

-  Lo siento, pero tenía que hacerlo. Estaba tentada. -el pudo notar un brillo en sus ojos, seguro causado por las lágrimas que le provocó la risa, pero aun así se veía tan condenadamente tierna- ¿Te pasa algo?

Y recién en ese momento él notó que tenía una cara de bobo y la vista perdida en esos ojos tan provocativos.

- Necesito hablar contigo. -pero el tono, y la expresión, con la que lo dijo no fue la mejor de toda.

Era como si quisiera terminar, así lo había hecho parecer.

Aunque siendo honestos ellos nunca habían empezado como novios, así que tampoco podían terminar.

Ella tenía el ceño fruncido y una mueca clara de preocupación había derrocado a la sonrisa y ocupado su lugar.

- Yo… -se aclaró la garganta y tragó saliva sonoramente. Sus manos sudaban, no sabía que reacción esperar de ella- Tengo miedo.

  […]


Noah estaba de pie frente a tres grandes espejos.

Estaba sobre una especie de banco.

Era como si se fuera a casar.

Su madre había enviado a hacer un traje a China, las razones… algo de que la seda y el algodón de allí es mejor, vaya señora, le encanta derrochar dinero.

El chico ya estaba cansado, había tres mujeres y dos hombres midiéndolo y haciendo los últimos arreglos a su traje.

Y como si fuera poco la incomodidad que sentía con ellos, los señores aquellos ni siquiera hablaban.

No había nada que los distrajera.

Los pájaros no estaban cantando, no había televisión, ni radio y su móvil estaba demasiado lejos de su alcance.

Grace ❀ freddy leyva; cd9Donde viven las historias. Descúbrelo ahora