04./ ꧁ 𝕹𝖆𝖗𝖗𝖆𝖉𝖔𝖗 ꧂

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El resto del curso pasó más rápido de lo que Julieta pensó, así como la otra mitad del curso de su segundo año.

Todos estos meses los estudiantes de la casa Gryffindor y Slytherin fueron testigo de una guerra indirecta entre el rey de las serpientes y la reina de los leones.
Ambos se encargaban de ser los mejores en cada clase y si compartían alguna, se encargaban de conseguir puntos para su casa y así demostrarse el uno al otro que eran mejores.

Al final del año Gryffindor y Slytherin tenían la misma cantidad de puntos dejando a Ravenclaw ganar por un año consecutivo la copa de las casas, gracias a la reservada e inteligente Samanta, un golpe bajo para los enemigos de sangre.

Justo ahora era primavera y el sol y la vegetación abrazaban a Hogwarts, Julieta pensaba que primavera era su época favorita, clima perfecto, atardeceres perfectos y los merodeadores hacían menos bromas ya que al ser un curso mayores tenían permitido ir Hogsmeade y aprovechaban para hacer sus fechorías fuera del castillo.

Gracias a Merlín.

Después de aquel encuentro con los merodeadores en su primer día, había quedado marcada de por vida para ser el blanco de maldades, la mayoría del tiempo a Julieta le resultaban graciosas y reía, algo que hasta ahora seguía confundiendo a los autores de las bromas.

Julieta Moonlight caminaba como si estuviera en una pasarela de modas del brazo de Freya, la reina de los leones acompañaba a la chica a hacer sus pruebas para el equipo de quidditch. En el partido anterior contra Slytherin al atrapar la snitch dorada uno de los gemelos Prewett se había lastimado y por obligación de Madame Pomfrey había abandonado el equipo por el resto de la temporada.

Al llegar al campo Freya Marvolo estaba en pánico, si bien de sus amigas era la mejor en quidditch nunca se planteó si tenía talento o no.

No era difícil destacar en deportes con sus amigas, ya que estás realmente no se interesaban en él.

—¿Y si me caigo? — la voz asustada de Freya confundió a Julieta, de todas sus amigas Freya era las más Gryffindor, las más valiente.

—No pasará, eres excelente en quidditch. — trató de tranquilizar a su amiga. — Apuesto que al finalizar la temporada te pedirán que te quedes.

—¿Y si no? — la castaña estaba muerta de miedo.

— Entonces ellos se lo pierden. — sonrío — Aún tendrás a tus dragones y a nosotras.

Otra cosa que a Freya le fascinaba además del quidditch, eran sin duda los dragones. Había escuchado sobre un santuario en Rumania y Freya estaba ansiosa por pertenecer a él, aunque las cosas no eran tan fáciles para las chicas como ellas, el destino era algo que estaba escrito desde el momento de su nacimiento.

Freya estaba comprometida con Fabian Prewett y no era algo de lo que la Gryffindor se sintiera orgullosa o feliz, ambos pasaban el tiempo ignorándose en donde quiera que se encontraran, jamás nadie imaginaría que en un futuro total marido y mujer.

—Es verdad, siempre las tendré a ustedes. — sonrío — Por cierto ¿dónde están Mandy y Sam?

—Sam está en clase con Hufflepuff y Mandy está castigada por el duelo con Megara. — Julieta rodó los ojos al recordar el suceso.

En clase de defensa contra las artes oscuras, Megara Goyle mejor conocida como la odiosa serpiente que quería ser de la gracia del despreciable Black menor, se había excedido en el duelo que realizaba con Amanda provocando que la rubia se cabreara y le diera un poco de su propia medicina, en un descuido un expelliarmus lanzó a la Slytherin tan fuerte que terminó por golpearse en la cabeza y desmayarse.

𝕽𝖔𝖞𝖆𝖑𝖘 𖤍 // 𝕽𝖊𝖌𝖚𝖑𝖚𝖘 𝕭𝖑𝖆𝖈𝖐 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora