𝕽𝖔𝖞𝖆𝖑𝖘 𖤍 // 𝕽𝖊𝖌𝖚𝖑𝖚𝖘 𝕭𝖑𝖆𝖈𝖐

06./ ꧁ 𝕵𝖚𝖑𝖎𝖊𝖙𝖆 ꧂

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Julieta yace en la sala común, observando el amanecer aguardando por su pecado, jugueteando con las hebras negras de su cabello que caen sobre su hombro desnudo.
Contando los segundos que aún faltan para su cumpleaños, recuerda en el silencio de la mañana los gritos de su corazón agobiado.

Mi madre solía decirme que el cumpleaños quince era la bienvenida de las mujeres de la familia a la sociedad, cuando terminará el curso se presentó ante la realeza como dama soltera y seguramente lloverían propuestas de matrimonio de grandes familias que buscaban alianzas.

No quería crecer, quería ser una niña por siempre y para siempre. Quería pasar noches enteras platicando con Amanda y Freya, así como los desayunos que terminan en risas con Sam, quería seguir con las escapadas nocturnas a la sala común para ver a Sirius y los paseos por Hogsmeade.

No quería ser una dama.

Desde niña me había comportado como una y aquel error lo estaba pagando caro. Porque ahora que había probado la libertad temo que me he vuelto una adicta y no quiero perder aquello casándome.

En los últimos años me había preocupado por tener ropa perfecta, cara perfecta y cabello perfecto para hacer creer que, en efecto todo en mi era perfecto.

Y aunque se podría creer que lo tengo todo, las cosas siempre han sido muy diferentes, aquella valentía y curiosidad que crece en mi corazón, cuando se asoma la disfrazo con secretos, me grita que ese es mi verdadero yo, que esa es la Julieta que siempre he sido.

Deseo casarme por amor y no por mi dote, no por mi apellido, no por mi belleza.

Sé que es ingenuo creer en el amor, pero creo en él, casi tanto como creo en mis sueños.

Aquellos pensamientos solo confirmaban que, por más confianza falsa y joyas relucientes, yo sigo siendo una niña que se esfuerza en seguir con el acto.

En donde sigo las reglas, mis padres están orgullosos y cómodos, miente yo finjo estarlo, pero en realidad quiero algo más, no aspiro a dama y mucho menos a esposa.

Sueño con la libertad y vivo con el lema de la rebeldía que escondo en lo hondo porque mi mayor sueño es ganar, es tener el poder y yo se lo mucho que a las personas les intimida una mujer en el poder.

Pero quiero cambiar.

Escucho que alguien entra por el retrato, el aroma a cuero y a loción se impregnan anunciando que Sirius Black está aquí, justo antes del amanecer como siempre.

Seguramente regresando de las cálidas sábanas de algunas de sus amantes, en el pasado había creído estar enamorada de Sirius, pero el dolor que me causaba ver que Sirius jamás me vería más que su amiga y su forma de rechazar su apellido, lo olvide.

Mi primer amor que tan prohibido como lo rápido que lo había olvidado, aunque en parte lo había hecho por mi adorado primo Edgar, que a pesar de los años no había cambiado por ser Slytherin y se rebelaba con la valentía de un Gryffindor, mi amado primo se había enamorado de mi primer amor.

Aunque al igual que conmigo, esperaba que fuera una atracción pasajera, después de todo Edgar no podía olvidar su posición, éramos Moonlight y ese título era mayor a cualquier amor.

Los Black y los Moonlight no eran compatibles.

—¡Feliz Cumpleaños! — me abrazó por detrás. Estaba mojado, había estado afuera del castillo. — Cierra los ojos, reina mía.