12.
La noche estaba cayendo en Nueva York y el cielo oscurecía. Eran más de las seis y Savannah no había salido de su habitación en todo el día. Había estado muy ocupada leyendo revistas para calmar la necesidad de matar a Jared.
En cambio Jared, se mantenía alerta. A pesar de los meses que llevaba conociendo a Savannah, y desagradándose mutuamente. No sabía el porqué ella podía estar tan molesta, pero si sabía que era capaz de matarlo a golpes. No tenia que exagerar, pero si sabía que lo golpearía.
El había pasado la gran mayoría de la tarde viendo televisión. Aunque no le gustaba quedarse la gran mayoría del tiempo en un lugar, no se sentía con ganas de salir.
Aun mantenía la lencería en sus manos y por alguna razón no podía dejar de verla. Aquella ropa interior era sencilla, pero le gustaba mucho la idea de imaginarse a Savannah usándola. Y moriría por verla con ella.
Cuando el reloj ya marcaba las siete y media. La puerta de la habitación de Savannah se abrió. De aquella puerta salió Savannah con los cabellos despeinados y con una cara somnolienta. Al parecer había pasado toda la tarde durmiendo, eso respondía a todas las preguntas de Jared.
- ¿Qué hora es? -pregunto ella frotándose los ojos.
-Las siete y media -contesto el cambiando el canal.
- ¡Dios, he dormido demasiado! -exclamo. - Ahora no podre dormir en la noche -resoplo con fuerza y se sentó en el sofá al lado de Jared.
-Yo tampoco creo dormir en la noche, así que somos dos.
Savannah observo la ropa interior de encaje negro sobre un lado del mueble.
- ¿Por qué demonios tienes ropa interior femenina a tu lado? -pregunto alzando una ceja.
-Tú me la has tirado en la cara antes de golpearme con la puerta -le contesto tensando su mandíbula.
- ¡Oh, cierto! -Exclamo riendo. - Te merecías ese golpe.
- ¿Por qué? No entiendo la razón por la cual querías matarme...o quieres.
-Nada que ver, me he calmado. Dormir unas cuantas horas sirve -sonrio. - Y contestaré a tu pregunta. Eres un idiota, ¿eso lo responde todo?
-Una parte, aunque no me considero uno.
-Ah, ¿no? Pues estas siendo un idiota cuando no admites que eres un idiota -sonrio burlona.
-Vaya, eres la persona que hace que mi ego suba cada vez mas -le contesto con un notable sarcasmo.
-Solo estoy siendo sincera -le sonrio.
-No me gusta para nada tu sinceridad -confeso. - Algunas veces las personas deberían mentir.
-Lo siento, pero no me gusta para nada mentir.
Jared rio a su comentario.
- ¿Hablas en serio? ¿Y que hay sobre este supuesto compromiso? -pregunto clavando sus ojos en los de ella.
-Esto es algo totalmente diferente -apresuro a contestar. - Cuando se trata de la personalidad de alguien, solo digo la verdad.
-Lo que digas -espetó y siguió cambiando los canales del televisor.
Cuando el reloj marcaba las ocho y cuarto. Los dos habían pedido pizza y la habían comido mientras seguían observando el televisor. Cuando habían terminado de comer, pusieron la caja de la pizza a un lado del mueble y se miraron a los ojos por unos segundos. Jared desvió su mirada y el poso sobre el televisor, nuevamente.
-¡Oh, Dios! -Exclamo ella con entusiasmo.- ¡Adoro ese programa!
- ¿En serio te gusta? -le pregunto y cambio de canal.
- ¡Imbécil! -gritó. - Dame el control, Hamilton.
-Sobre mi cadáver -sonrio burlón.
-Sobre tu cadáver, ¿eh? -le dijo y se puso sobre él para alcanzar el control remoto.
-Nena, esta posición es muy comprometedora -le dijo suavemente y estiro su brazo evitando que ella alcanzara su objetivo.
- ¡Jared! -Chillo. - ¡Dámelo!
Ella estiro lo mas que pudo pero Jared alejaba aun mas su brazo evitando que cogiera el control del televisor. El pecho de Savannah estaba sobre el rostro de Jared cuando se estiraba. El por su parte, disfrutaba del momento y comenzó a reír cuando se levanto haciendo que ella cayera al suelo.
-Idiota... -dijo entre dientes aun en el suelo.
-Inmadura.
Savannah se levanto del suelo y alzo su barbilla.
-Imbécil -le dijo con sus ojos entrecerrados.
-Bruja -sonrio.
-Cretino
-Controladora -se acerco mucho mas a ella, quedando sus rostros con pocos centímetros de distancia.
-Mujeriego.
- ¿Mujeriego? -pregunto haciéndose el ofendido y alejándose de ella. - Yo jamás seria eso.
Savannah Rio con ironía.
- ¿Prefieres que te llame hombre con la capacidad de seducir a las mujeres y acostarse con muchas de ellas mientras no están decididos en mantener una relación estable?
-Es un poco largo el nombre...pero prefiero eso -sonrio. - Además, tu tampoco estas decidida a mantener una relación -le acuso.
- ¡Pero no me acuesto con cualquier cosa que se mueva!
- ¡Yo tampoco! -dijo a la defensiva.
-Oh, claro lo olvidaba...solo con cualquier cosa que tenga pechos y una vagina -le dijo con sarcasmo.
-He llegado a la conclusión que no podemos mantener un solo día sin pelear.
-Yo puedo hacerlo, solo que tú me tientas a pelear -le sonrio con ironía.
-Puedo tentarte de muchas maneras -le sonrio pícaramente y clavo su mirada en la de ella. Savannah sintió como su cuerpo se estremeció cuando sintió la mano de Jared acariciar su brazo suavemente. - Si me lo propongo, lo hago.
-Buenas noches -le dijo para salir de aquella situación. Aunque en verdad no tenía nada de sueño, no tenía muchas ganas de estar más tiempo cerca de Jared. Tenerlo bajo su mismo techo le estaba resultando aun más difícil de lo que creía...y por mucho que lo negara, había una tensión sexual entre Jared y ella, y eso no le molestaba para nada.
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MULTIMEDIA: Jared Hamilton
Esta novela NO es mía. Es adaptada, y le doy créditos a la verdadera autora por haber hecho una historia tan genial, porque la verdad a mi me fascino desde el primer instante en que lei el prologo.
Disfrutenla!

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My fake fiance.
HumorAgua y aceite se llevan mejor que Savannah Foster y Jared Hamilton que están sentados juntos en una boda e inmediatamente sienten un apasionado disgusto el uno por el otro. Savannah es una mujer sarcástica e inteligente con una tendencia a gastar to...