37.
Savannah miro su vestido por el espejo, por tercera vez y con su mano se arreglo el cabello. El vestido celeste le llegaba a las rodillas y sus tirantes eran casi invisibles. Se ceñían perfectamente a sus senos y su cintura dejando ver sus suaves curvas femeninas. Suspiro y paso una mano por la tela del vestido alisándolo. Se lo había regalado su madre dos años antes y no lo había usado desde entonces. Creía que usarlo en la cena que tendría esa noche sería bueno. Volvió a mirarse al espejo y acomodo su maquillaje por última vez.
-¿Estas lista? -escucho la voz de Jared al otro lado de la puerta.
Mascullo un insulto al escuchar su voz. No había hablado mucho con él desde lo ocurrido con la chica. Ninguno había tocado ese tema otra vez y ella no deseaba que alguno volviera hablar de ello.
De eso estaba segura.
Ambos pasaban más tiempo afuera, haciendo que no se vieran a menudo. Ella con London saliendo y acompañarla a sus exposiciones de arte. Y él, en alguna parte. Tal vez con una chica. Rodo los ojos por el estúpido pensamiento. Odiaba admitirlo -hasta le costaba- pero casi le daba celos. Casi.
-No. Tendrás que esperar. -contesto fría. Se escucho el suspiro de Jared al otro lado. Y ella bufo en silencio.
-Yo puedo esperar, dudo que tu madre lo haga. Tú deberías de saberlo, la conoces mejor.
Savannah lo pensó y asintió. Era cierto. Si llegaba tarde su madre era capaz de armar un lio en medio de la cena. Camino hasta la puerta y la abrió. Suspiro inconscientemente al ver a Jared. Dios. Que alguien la salvara, si con unos vaqueros desteñidos y rotos y una camisa cualquiera se veía genial.
Con un traje de vestir estaba de muerte. Aclaro su garganta y sacudió sus pensamientos y paso a un lado de Jared haciendo que se apartara bruscamente.
-Te ves hermosa -dijo el sonriéndole. Savannah frunció el ceño y bufo.
-Claro, gracias. ¿De dóndes sacaste el traje?
-Paul. Al igual que el coche.
-Siempre se lo pides todo a él -ella cogió su bolso en el sofá y se dirigió a la puerta.
Jared se encogió de hombros y la siguió.
-Es a la única persona a quien en verdad le importo y mi único amigo. -hizo una mueca- Creo no haberlo dicho antes, pero cuando mi adicción comenzó...mis amigos desaparecieron, excepto Paul.
Sav lo miro y casi pudo ver el dolor en sus ojos. Su corazón dio un vuelco y sintió la necesidad de abrazarlo. Como odiaba ver a las personas de aquella manera. Otra vez sacudió su cabeza, trago saliva y abrió la puerta.
Durante el pequeño viaje en coche hasta el restaurante donde cenarían con sus padres, todo era silencioso. Absolutamente silencioso. Jared aclaro su garganta y miro de soslayo a Savannah. Ella tenía su mirada fija en la ventana y no había dicho una palabra. La tensión era casi palpable.-¿Estas nerviosa con la cena? -pregunto rompiendo el silencio.
Ella lo miro.
-Tú eres el que debería de estarlo. No yo -contesto indiferente y volvió a mirar por la ventana. El soltó aire bruscamente y frunció el ceño.
-¿Seguirás tratándome así?
-No te estoy tratando de ninguna manera.
-Claro que sí. No entiendo porque lo haces.
¿Y lo preguntaba? Aunque Savannah no era capaz de decirlo, porque él no entendería. ¡Ni ella misma lo hacía!
Otro silencio se apodero.
-Solo no me trates así -pidió. ¿Por qué? Se pregunto ella en su interior.- En una semana nos...casaremos y no deberías actuar así.
Una semana. Solo una semana y llegaría la infame boda. Le sonrió amargadamente y volvió a mirar por el cristal. Esperando a llegar a su destino para comenzar a fingir ser feliz.
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MULTIMEDIA: Savannah Foster
Esta novela NO es mía. Es adaptada, y le doy créditos a la verdadera autora por haber hecho una historia tan genial, porque la verdad a mi me fascino desde el primer instante en que lei el prologo.
Disfrutenla!

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My fake fiance.
UmorismoAgua y aceite se llevan mejor que Savannah Foster y Jared Hamilton que están sentados juntos en una boda e inmediatamente sienten un apasionado disgusto el uno por el otro. Savannah es una mujer sarcástica e inteligente con una tendencia a gastar to...