CAPÍTULO 11

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–¡ESTO ES UNA BROMA! –solté como si quisiera que hasta el vecino me escuche. 

–Oye tranquila —dijo Jack para que no  me alterará mucho más de lo que ya estaba—. A lo mejor vuelve en unos minutos.

Respiré hondo para no perder la poca paciencia que me quedaba.

–Esta bien...

–Buscaré mi móvil para encender la linterna.

Escuché que algo se cayó, me alarme un poco.

–Tranquila estoy bien —dijo Jack en un tono raro, como si tratará de aguantar el dolor que le provocó lo que sea que haya caído—. No es necesario que te preocupes tanto ¿sabes?

No pude evitar soltar una risita.

Ví que Jack encendió la linterna de su móvil, se acercó y se sentó junto a mí.

–Bueno creo que ya no podré continuar con los ejercicios.

–Sí, pero al menos será un excusa para un descanso. —añadió Jack en forma divertida.

Tantos ejercicios, tanto estrés, me provocaron un poco de sueño.

–¿Jack?

–¿Sí?

–¿Puedo acomodarme en tu hombro para descansar un momento? —pregunté.

–Sí. Está bien.

Apoye mi cabeza en su hombro y me acomodé, cerré mis ojos unos segundos.

De la nada me vino a la mente el recuerdo de Jack besándome, recordé todo y me seguía preguntando por qué lo había hecho.

–¿Jack...? —solté en un susurro.

–¿Sí?

–Ese día en el parque, cuando íbamos en Skate. Tú me besaste —las palabras me salieron un poco cortadas, era un poco incómodo hablar sobre aquello, pero quería saberlo—. ¿Por qué lo hiciste?

–Uhm... No lo sé. Tal vez solo quería hacerlo, tal vez tú lo provocaste, o tal vez tú me gustas.

–¿Te gusto? —pregunté mientras giré la cabeza para mirarlo mejor, él también lo hizo.

La luz de la linterna se reflejó en sus ojos, lo que le dió un brillo especial.

–Creo que eso tendría que confirmarlo...

Tomó mi mejilla, acercó su rostro al mío y en un simple movimiento me besó. Fue un beso tierno, pude sentir sus suaves labios.

Separó nuestros labios un momento, quede con los labios entreabiertos.

–Me gustas —soltó, mientras me miraba—. ¿Y yo te gusto? —sonrió con esa mirada pícara que solo a él se le veía tan bien.

Esa pregunta... Me erizo la piel.

–Sí... —también sonreí.

***

–¿!Enserio te besó?! —exclamó Sophia.

–Sí, lo hizo.

Me miraba con unos ojos tan emocionados y sorprendidos al mismo tiempo.

–Sabía que esto pasaría, pero no lo esperé tan pronto —añadió con una gran sonrisa—. ¿Y te dijo algo más? ¿Algo como ser algo más que amigos?

–No dijo nada de eso. Solo me dijo que le gusto, y eso fue todo.

–¡Wow! Entonces dices que estos últimos días que no hablamos. Besaste a Jack, Glenn te molestó a lo cual un chico te defendió, y luego de un tiempo, admites que Jack te gusta. —dijo todo eso sin un solo respiro—. Rayos, tu vida parece una novela.

–Si claro —rodé los ojos con sarcasmo—. ¡Espera! Yo no te conté lo de Glenn ¿Cómo lo sabes?

–No me lo contaste, me enteré por otros chicos, lo cual me ofende ¿Sabes? Oye soy tu amiga sabes que puedes contarmelo.

–Lo siento, pero no creí que fuera la gran cosa. ¿Quien te lo dijo?

–Lo escuché de los amigos de Glenn.

¿Por qué Glenn les contaría a sus amigos sobre eso? No tenía una respuesta lógica. 

–Pero... ¿Por qué hablaría sobre eso? —pregunté aún confundida.

–¿Jack no te hablo sobre Glenn?

–No.

–No puede ser le dije que te hablara sobre eso. Bueno te lo explico yo. Glenn juega con las chicas, o es lo que yo sé: prácticamente no entiende las cosas por más simples que sean. Creo que lo único que le importa es su popularidad o reputación, o lo que sea que tiene.
Tiene un padrastro, que ya te podrás imaginar cómo es, digo el típico padrastro de las películas.

–Sigo sin entender —repliqué más confundida de lo que ya estaba.

–Ninguna chica se le había enfrentado así. Digo eres la primera, y como ese chico es capaz de hacer cualquier cosa, sin que nadie le diga que está mal. 

–¡Demonios!  Ahora querrá vengarse —solté con la mirada en Sophia—. Bueno... Entonces no se la pondré tan fácil.

–Es genial que pienses de ese modo. Pero de todos modos tienes que tener cuidado.

La miré, y asentí; cómo si entendiera a lo que me estaba enfrentando, pero no entendía, no entendía que mierd* podía hacer Glenn que me tenía que preocupar. 

¡Demonios! Me había metido en un lío, cuando lo que quería era evitarlo. Pero había algo que me daba vueltas en la cabeza.
Ese día, Glenn se calló cuando Colin le dijo que lo hiciera, si es el típico chico popular e intimidante ¿Por qué no lo había enfrentado? Eso no tenía sentido.

 

You changed my life [Jack Dylan Grazer] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora