You changed my life [Jack Dylan Grazer]

CAPÍTULO 21

Lo ví sentado en las graderías, no había nadie sentado alrededor, solo algunos chicos en su práctica de fútbol pero estaban concentrados en eso. Tenía pensado arreglar las cosas, contarle todo de una vez incluyendo contarle de la carta. Me senté a su lado, no dijo nada tampoco le sorprendió el hecho de que me encontrará ahí.  

–¿Podemos hablar? —le pregunté.

Jack solo asintió. 

–Es sobre el vídeo.

Jack volteó a verme, pude notar un ligero interés en su rostro.

–Pues te dije que la razón por la que lo bese fue por un intercambio, si yo lo besaba él me devolvería mi carta.

–¿Fue todo por una carta?

–Sí, pero escucha... Esa carta la escribí para tí, y tenía miedo de que él la mostrará a todos, no quería compartir esa carta con nadie ¿Si entiendes?

No dijo nada aún creía que era tonto, así que busqué en mi mochila la carta que se me ocurrió traer por si las cosas seguían igual. Cuando la encontré me sentí insegura de dársela en ese momento, pero ya no había otra oportunidad, así que se la dí.

–Esta es.

Jack tomó la carta, la miró por unos segundos, estaba apunto de desdoblarla para leerla.

–¡Espera! —chillé.

–¿No puedo leer la carta que escribiste para mí? —preguntó sarcástico.

–No. Si puedes leerla, pero no conmigo aquí, mejor léela cuando estés solo.

–Y si quiero leerla ahora —dijo de forma retadora—. Ah! Ya sé. La leo aquí, ahora y contigo, y así te perdono.

–Eso es puro chantaje —reclamé.

–Si ya lo sé pero es tu decisión. Lo tomas o lo dejas, así de simple.

Resoplé y me crucé de brazos.

–Okey léela —respondí de mala gana— Pero no lo hagas en voz alta.

Jack asintió y desdobló la hoja. Ví como sus ojos seguían lo escrito. Tapé mi cara con ambas manos, no quería que me viera pero en parte quería ver cómo reaccionaba y entre mis dedos pude verlo. Lo ví sonreír mientras leía, era la sonrisa más hermosa que se podía ver en un chico.

Supuse que terminó de leer, porque puso la carta sobre su regazo y giró a verme, yo inmediatamente junte mis dedos y seguí tapando mi cara. Puso sus manos sobre las mías.

–Ya para —dijo e intento quitarme las manos del rostro—. Vamos no es para tanto, ni que fuera una declaración de amor.

–Ja...ja... muy gracioso —dije sarcástica.

Jack soltó una carcajada.

–Vamos ya déjame verte —dijo entre risas.

–No es necesario, ya sabes cómo soy.

–Si, pero quiero verte ahora. ¿Acaso hay algún problema con eso?

–Sí —dije.

–Bien, no me dejas otra alternativa.

Y sí que no la dejó. Sentí sus manos en mi cabello y me empezó a despeinar, estaba revolviendo todo mi cabello.

–Jack para, ya para —me quejé.

–Me tienes que detener.

–Eso es injusto.

–Yo creo que es muy justo —dijo y continuo revolviendo mi cabello.

–Okey, okey —lo tomé de los brazos.

Una gran sonrisa apareció en su rostro, y luego empezó a reír.

–¿Ya terminaste? —pregunté, por qué no paraba de reír.

–Si si —dijo ya más calmado—. Déjame ayudarte.

Trató de acomodar mi cabello, pero lo hizo mal.

–Auch... —me quejé, porque me jaló un mechón de cabello.

–Perdón, hago lo que puedo.

–No lo haces bien.

–Lo haría bien, si te quedarás quieta —dijo y luego me tomó de los hombros para quedarme recta.

Era muy divertido verlo así, tratando de desenredar mi cabello con sus dedos, y solté una pequeña risita.

–¿Qué pasa? —dijo sonriendo.

–Nada —lo miré—. ¿Entonces ya estamos bien?

–Si, pero ya no te acercas a Colin.

–¿Qué? ¿De qué hablas?

–Glenn me contó todo.

–¿Glenn qué? —solté sorprendida—. ¿Espera hablaron? ¿Tú hablaste con él?

–Sí, eso no importa. Ya sé todo, lo de Colin y lo de Glenn, también se que Glenn no quería hacerlo y tú tampoco.

Lo miré con total asombro, no sabía que responder.

–No debí reaccionar de ese modo —dijo con la mirada baja.

–Entonces ¿si admites que fueron celos? —pregunté divertida.

–¿Si lo admito? Prometes no acercarte más a cualquier chico.

Rompí en risas, y el me siguió. Cómo estaba tan cerca de él, me tomó de la cintura y me abrazó.

–¿Todo bien? —pregunté.

–Más que nunca.