You changed my life [Jack Dylan Grazer]

CAPÍTULO 19

Me tocaba literatura una de las clases que paso con Jack, subí las escaleras para llegar al salón. En el trayecto nadie me notó, nadie dijo nada. Entonces solo Jack había visto el vídeo, nadie más.

Entré al salón, Jack estaba sentado en una de las mesas junto a la ventana, estaba distraído viendo a través de ella. Como sería incómodo hablar después de lo que pasó decidí sentarme atrás. Los estudiantes fueron entraron y también la maestra que cargaba unos libros. 

–Para el día de hoy se me ocurrió un trabajo en parejas —dijo mientras dejaba los libros sobre el escritorio.

¡Maldición! Tenía que ser justo hoy.

Okey... No hay razón para alterarse. Me puede tocar con cualquier compañero, además no estaba ni cerca de él así que las posibilidades de que me toque con Jack no eran seguras. 

–Yo formaré las parejas, y para que no haya quejas de ninguno lo haré según la lista.

Vaya mierda...

La maestra sacó su lista y empezó a formar las parejas, luego llegó a nuestros nombres.

–Grazer trabajas con Grey —dijo y luego siguió con su lista—. Las parejas formadas empiezen a sacar sus cuadernos que enseguida les reparto unos libros.

Jack seguía sin moverse, ni siquiera volteó a verme. Así que iría yo, respire profundo, tomé mi mochila y me acerqué a su mesa, no había nadie a su lado así que me senté junto a él. Cómo noté que seguía distraído hablé.

–Oye. Se que no me quieres hablar, pero al menos podemos hacer esta tarea como... —dudé un momento en la palabra que diría pero luego lo solté—. Como simples compañeros.

Jack me miró ceñudo. 

–¿Como simples compañeros?

Quiso decir algo más pero no lo soltó.

–Okey, sabes qué, no quiero empezar otra discusión —dijo y me dió la espalda de nuevo. 

Siempre la cagas Sabrina.

Cállate tonta consciencia.

Todos ya tenían su pareja, la maestra explicó de que iba la tarea. Todos se pusieron a hacerla excepto nosotros.

–Jack tenemos que hacer la tarea, oye vamos, todos terminarán y nos quedaremos sin nota —reproché 

Jack volteó de mala gana.

–Bieeennn, terminemos con esto.

Empezamos con la tarea y ninguno de los dos hablo más de lo necesario. Cuando el timbre sonó Jack se fue primero y yo me quedé a entregar el trabajo.

No quise pasar por la cafetería, así que me quedé rondando por los pasillos. Cuando doble por uno de ellos ví a Glenn guardando algunas cosas en su casillero. Me invadió un sentimiento de furia, me acerqué a él, lo tomé del brazo y llevé dónde nadie pueda escucharnos.

–¡¿Qué mierda te pasa?!

–¡A tí que te pasa! ¡Jack recibió un video de lo que pasó ayer!

Glenn bajo la mirada y no dijo nada.

–¿Por qué lo hiciste? ¡Dime!

Glenn ladeó la cabeza molesto.

–¡Que me digas! —reproché.

–¡Esta bien lo diré! —dijo en tono molesto—. Pero no aquí. Cerca del parque hay una cafetería, nos vemos ahí.