¿Debía o no decírselo a su representante? Esa noche no fueron al club. Aomine no dejaba de darle vueltas al asunto del chico pelirrojo que parecía haberse colado en su corazón y él no quería ir solo. Era cierto que le preocupaba un poco Tetsu por todo lo que ocurrió la otra noche y eso le tenía intranquilo. ¿Debía ir sólo para asegurarse de que estaría bien? Pero el brazo aún le dolía... eso le echaba también hacia atrás.
- ¿Duermes? – preguntó Kagami desde su cama.
Aomine dormía en un pequeño colchón en el suelo. Él era raro, se había comprado aquel futón y gracias a ello... tenía un hueco menos en su armario, pero tantas veces venía a dormir a su casa, que no podía negarle ese pequeño privilegio.
- Dormía – susurró algo somnoliento – deja de darle vueltas al asunto, ¿quieres? Mañana hay partido, tienes que descansar.
Para ser sincero, Kagami creía que hoy había decidido quedarse por su preocupación por la herida. Así era Aomine, muerto antes que decir sus sentimientos pero en el fondo, él lo tenía muy calado y sabía que estaba preocupado. Se quedó sólo para comprobar que estaría bien. No en vano era su mejor amigo.
- ¿Crees que él estará bien?
- Trabaja en un club desde hace tiempo y no le había ocurrido nada. Además, hay mucha seguridad en el local.
- Pero...
- Duérmete, Kagami. Te prometo que mañana iremos. ¿Vale? Ahora déjame descansar.
- ¿Invitaste a ese chico al partido? – preguntó, consiguiendo que Aomine abriera los ojos enseguida al recordar a Akashi.
- No tenía más remedio. Mi padre me lo pidió y...
- Mentiroso – sonrió Kagami – en realidad deseas lucirte para ese chico. Eres la estrella del equipo, el que más anota, el mejor jugador que tenemos, quieres que te vea brillar.
- Supongo que una parte de mí está nervioso, quiero hacerlo perfecto para él, sí, pero... para ser sincero, tampoco estoy seguro que vaya a venir. No creo que le interese el deporte.
- Tampoco a ti te interesa la música, pero... no pudiste evitar fijarte en él.
- Es cierto que no me gusta la música, menos la clásica, sin embargo, cuando le escuché tocar el otro día sentí... una paz absoluta, es realmente increíble, tiene un don para ello y creo que su padre le fuerza tanto que...
- ¿Que qué? – preguntó con dudas.
- Es que... cuando tocaba el piano, sentí que no disfrutaba. Todos lo hacíamos menos él. Para Akashi era como una obligación, se centraba en ser perfecto, no en disfrutar lo que hacía. Yo disfruto jugando, no sé si me explico, juego porque me encanta, pero él toca... porque es bueno, porque tiene un don y eso es lo que le remarcan, que debe ser pianista porque nació para ello.
- Te entiendo – susurró Kagami – como cuando yo disfruto cocinando, aunque también adoro el baloncesto – sonrió – no haría algo que no me gustase realmente.
- Creo que a él no le gusta el piano – susurró con cierta tristeza – quizá antes le gustaba, pero ahora mismo... creo que ya no. Es triste ver algo así. ¿No crees?
- Supongo que sí.
El silencio se hizo presente. Mañana tenían un partido importante y Kagami todavía pensaba si debía o no decirles algo a su entrenador y a su representante sobre la herida. Para ser correcto, debería decirlo, pero quizá le impidiesen jugar y no quería algo así.
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Mi vida secreta como striper (Kuroko no basuke)
ФанфикResumen: Tetsuya Kuroko, ha recibido su tan ansiada carta, la aceptación para estudiar en Juilliard, el conservatorio de artes más deseado por los artistas. Decidido a emprender su carrera como bailarín, abandona todo lo conocido en su hogar y se tr...