Tras horas de ensayo, finalmente, se alegró de poder parar a comer algo. Necesitaba reponer fuerzas. Momoi sí tenía en su mente muchos portés y es precisamente lo que habían estado preparando. Él nunca había sido demasiado fuerte, pero sin duda alguna, pese a su físico delgadito, tantos años de entrenamiento en el baile le había fortalecido como para sostener a una chica. Momoi no era de las que pesaban demasiado tampoco, así que no estaba mal. Sin embargo, sí debía practicar dónde colocar la mano, cómo poner sus piernas para mayor estabilidad y sobre todo... cómo sujetarla bien, cuándo y dónde.
Tras tantas horas, estaba muerto. Las colchonetas ayudaron a frenar un poco las caídas y aunque había sido divertido, también agotador y algo tenso. ¡Tenía que salir bien! Y eso les agobiaba un poco.
- ¿En qué piensas? – preguntó Momoi a su lado, tomando una zanahoria de su plato y dando un mordisco a ella.
- Sólo pensaba en que debe salir perfecto.
- Aún tenemos tiempo para practicar, Tetsu. No te agobies ya. Practicaremos hasta que salga bien. Ya lo verás.
Pinchó con el tenedor en su plato de pasta cuando vio a Aomine que hablaba con un chico rubio en el pasillo. Éste llevaba la guitarra a la espalda, guardada en la funda por lo que lo identificó enseguida. Kise Ryota, otro genio o así le consideraban por detrás de Akashi. Ambos estaban disputándose las mejores plazas cuando salieran de la academia.
Era raro que Aomine estuviera allí y más hablando con Kise. ¿Se conocían de antes? Siempre creyó que era posible que conociera a Akashi por ser más o menos de los mismos círculos sociales, pero la familia de Kise no era para nada rica ni tenía influencias, de hecho, estudiaba con una beca igual que él.
- Ahora vengo, Momoi.
Con esa frase, dejó el tenedor sobre la bandeja y se levantó para ir a ver a Aomine. Ya que el moreno estaba en la academia, quería informarse de cómo estaba Kagami. Ayer mismo jugó un partido pese a que su brazo no estaba en condiciones y luego aún tuvo fuerzas para llevarle a tomarse un batido.
Por más que trataba de hacerse el indiferente con él, la verdad era que le preocupaba un poco. No tuvo por qué meterse en el conflicto y al final, le hirieron por su culpa. Jugó ese partido herido y evidentemente, ahora se sentía culpable de todo lo que había ocurrido hasta el momento.
- Como te prometí – susurró Aomine, pasando unas entradas hacia Kise.
- Ya veo que eres un hombre de palabra.
- Siempre – sonrió Aomine – además, me gusta que la gente venga a verme.
- Aomine, ¿de verdad... él es sólo tu cuñado?
- Lo será, supongo. La familia sigue de negociaciones.
- No entiendo mucho de todo eso – sonrió Kise. – pero supongo que es muy beneficioso hacer tratos con la familia Akashi.
- Supongo que sí. Es un tema de mi padre. Tengo que irme, pero espero verte por el partido.
- Por supuesto, allí estaré.
Tras girarse, Aomine se encontró de lleno con el pequeño Tetsu. Era bajito y pasaba desapercibido, sin embargo, sonrió. Era el chico del que su mejor amigo estaba enamorado y entendía el motivo. A Kagami siempre le gustaron esa clase de chicos algo tímidos, esos que parecían inocentes. Era todo lo contrario a sus gustos. A él le iban más del tipo de Akashi, con carácter.
- ¿Tetsu? ¿En qué puedo ayudarte?
- Quería saber cómo está Kagami.
- Creo que en rehabilitación. He quedado para ir a comer con él pero la verdad es que me da la sensación de que ha pasado mala noche. Le dolía bastante el brazo. No creo que haya dormido mucho si es que lo ha conseguido en algún momento.
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Mi vida secreta como striper (Kuroko no basuke)
ФанфикResumen: Tetsuya Kuroko, ha recibido su tan ansiada carta, la aceptación para estudiar en Juilliard, el conservatorio de artes más deseado por los artistas. Decidido a emprender su carrera como bailarín, abandona todo lo conocido en su hogar y se tr...