Mi vida secreta como striper (Kuroko no basuke)

Capítulo 6: Perdóname.

Los strippers movían sus caderas, los clientes estiraban los brazos tratando de meter sus billetes en el tanga de los bailarines, pero Kagami apenas terminaba su copa dispuesto a marcharse. Allí ya nada le retenía. Tetsu debía estar marchándose tras cambiarse de ropa o incluso... puede que ya se hubiera marchado. Ni le había visto pasar hacia la puerta. Con lo enfadado que estaba, era posible que hubiera salido disimuladamente o con rapidez para evitarle.

- Voy a irme ya – comentó Kagami – además mañana tenemos partido, no quiero beber demasiado.

- Apenas has bebido, no deberías preocuparte por eso – sonrió Aomine – pero yo también voy a marcharme.

Juntos caminaron hacia la puerta de salida, pero antes de llegar a ella, se detuvieron en el guardarropa para pedir sus chaquetas. La amable chica al otro lado de la recepción les ofreció sus chaquetas y emprendieron la salida. Se despidieron en la acera, junto a la puerta del local. Aomine tenía el coche aparcado no demasiado lejos, pero Kagami no había encontrado un sitio tan cercano, teniendo que atravesar parte del gran parking en busca de su vehículo.

Jugaba con las llaves del coche entre sus dedos. A la vista, tenía su oscuro BMW recién limpiado por su representante, al que le había prometido acudir mañana temprano a una entrevista siempre y cuando él... lavase su coche. ¡Odiaba tener que hacer esos pequeños recados! Era casi mejor complacer y hacer entrevistas que tener que ocuparse de las tareas del hogar o el mantenimiento del vehículo.

Llegó hasta la manivela y al acercar su mano a la puerta, ésta se abrió con un "click" que le dio a entender a Kagami que podía abrir. Sin embargo, se detuvo al escuchar una conversación no lejos de donde se encontraba. Alguien estaba pidiendo que esperase un momento, pero la otra persona no parecía hacerle caso por las veces que repetía aquella frase e insistía en que se quedase con él un rato o fueran a tomar una copa.

Se alejó del vehículo y miró entre el resto de coches. Buscaba a la persona que hablaba, pero al escuchar el otro tono de voz, se heló. Era la voz de Tetsu, estaba convencido de ello. Eso hizo que acelerase el paso y quisiera llegar antes hasta donde ambos se encontraban. No tardó en verles, Tetsu tratando de marcharse y el otro hombre persiguiéndole y tratando de persuadirle que se tomase algo con él, aunque la verdad era que Kagami detectaba a la legua que lo que buscaba... era acostarse con él pese a sus negativas.

- Ya te he dicho que no, déjame – se quejó Tetsu, siendo agarrado con violencia por el otro hombre.

- ¿Qué te cuesta? Sólo es una maldita copa.

- Yo no bebo con los clientes – dijo.

- Venga... vayamos a mi casa y...

- Suéltale – le amenazó esta vez Kagami, sorprendiendo a ambos – ya te ha repetido varias veces que no se irá contigo, ahora suéltale.

Tetsu se tensó todavía más al ver a Kagami allí. ¡Era lo que le faltaba! No tenía suficiente con un cliente pesado, sino que ahora, venía en su ayuda el hombre con el que había discutido momentos antes y que le había robado su primer beso por un despiste suyo.

- ¿Quién coño eres tú? – se enfadó el hombre que tenía apresado el brazo de Tetsu, soltándole para encararse hacia Kagami.

- Soy un cliente igual que tú, ahora suéltale.

- ¿Te crees que eres mejor que yo? ¿Que puedes venir aquí y decirme lo que debo hacer? Él y yo íbamos a pasar un buen rato.

- No... él no va a irse contigo – sonrió Kagami con arrogancia – él ha terminado su jornada y se marchará donde quiera.