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Jungkook

No había dormido en toda la noche pensando en lo que sucedería por la mañana. Intento convencerse de que no hacía nada malo, luego acepto sus remordimientos y busco alguna, aunque fuera pequeña, alternativa para truncar la labor. De todas formas, se rindió. Si por alguna razón el plan no salía como se esperaba a quien le meterían un tiro en la cabeza no era a él, arriesgarse a fallar intencionalmente no le garantizaba que saliera bien, que estuviera bien.

- ¿Jungkook? Levanta. Tenemos que partir en 20 minutos.

Pero Jungkook no quería salir, quería quedarse encerrado hasta que pasara la hora, todo el día e incluso más.

- Jungkook, por favor; vendrá tu padre si no sales por ti mismo.

El ya no temía a su padre, no de esa manera; ya no le dolía su forma de hablarle o como lo ignoraba. No gozaba de buenos recuerdos y odiaba los malos. La única razón por la que temía a su padre era no por lo que le podía hacerle, si no por lo que le podía hacer a otros. Como a sus seres queridos, en especial a quienes amaba.

Arrastrando los pies entreabrió la puerta.

-No quiero hacerlo, Hyung.

La pequeña mano, aunque fuerte, le acuno el rostro. Lo miro con lastima, con vergüenza; compartiendo la culpa.

-No tienes- no tenemos elección. - se corrigió. Jungkook, observo el ceño fruncido, las ojeras del otro y supo entonces que no importaba lo que pasara, su padre siempre conseguía lo que quería.

Bajaron a la cochera, subieron a la camioneta y fingieron que no iban a realizar una catarsis. Esperaron silenciosos a su presa, en la posición indicada, en el momento indicado y lo hicieron.

"Tuviste un accidente".

Estaba dormitando cuando Taehyung despertó. Cuando el doctor entro y mediocremente explicaba que había sucedido. Le partió el alma ver en los ojos de su preciado chico la duda, el auténtico terror a lo desconocido. Porque desconocía todo cerca y acerca de él.

- Taehyung, sé que es difícil para ti todo lo que está pasando, así que necesito que prestes mucha atención a lo que te voy a decir, ...- Jungkook ya estaba recto en su sitio y espabilado absorbiendo cada una de las palabras del falsificador, porque eso era, uno más de los lacayos de su padre. Taehyung ni siquiera se percató de su presencia.

Otro hombre entro en la habitación y sonrió de forma reconfortante al chico recostado en la camilla.

- Estarás asistiendo a una terapia especial con mi socio aquí presente, el ayudara en tu tratamiento emocional.

Pero Jungkook sabia, los peones solo se movían en el tablero a voluntad de una sola persona.

Un suspiro entre cortado se escuchó. Y Jungkook se levantó de su sitio acongojado, aun siendo ignorado.

- Pero... ¿Estoy bien? - Su voz sonaba un tanto como la de un niño que se había distraído lo suficiente como para no ubicar con la vista a su madre en el centro comercial, perdido.

El que parecía era un psicólogo se acercó y toqueteó el arreglo floral junto a la camilla. Los ojos de venado de Taehyung no se apartaban de él.

- Eres un chico muy valiente y has corrido con una suerte que muchos desearían; físicamente, solo estas mallugado, más el golpe en la cabeza. ¿Como te llamas?

Las lágrimas no tardaron en desbordarse de los ojos chocolate.

El dolor que expreso su rostro fue tan apabullante, Jungkook dio un paso y el doctor falso lo retuvo.

-N-no lo recuerdo.

El psicólogo tomo una flor y la acerco a su chico. ¿Una ofrenda de paz quizá? Taehyung estaba llorando e ignoro el gesto, absorto en el embrollo que era su mente.

-Algunos pacientes presentas amnesia a corto plazo otros a largo, lo iremos viendo conforme pasa el tiempo, no es nada de lo que preocuparse ahora, dulzura. Vas a estar bien, por eso estamos aquí, para hacer que estés bien.

El llanto aumentó y no había forma de controlar todo el miedo que subía y burbujeaba en su pecho, Jungkook preocupado corrió a consolar al paciente.

- Shh, aquí estoy, aquí estoy.

Los delgados brazos morenos se ajustaron en un abrazo desesperado, el azabache apreso fuerte y dolorido porque sabía que no lo abrazaban recíprocamente, no había confianza, era el pánico apoderado de una pobre alma y maldijo deseando que nunca pasara eso, deseando nunca haber conocido al amor de su vida y el solo pensamiento hirió profundo en su mente.

Los "expertos" no hicieron nada más que observar en silencio. Había algo totalmente conmovedor en la escena que no podían apartar la mirada, como si él, Jeon Jungkook fuera lo único que podía salvar y proteger de este mundo al "pobre" Kim Taehyung.

Una cólera le hirvió fuerte en el estómago y quiso salir por su garganta y estallar en sus puños. Miro lleno de desprecio hacia el psicólogo que aun los miraba "conmovido".

- Nos veremos en una semana para nuestra primera sesión, Taehyung. Hasta entonces, no te presiones por recordar algo que probablemente nunca pasó.


CON SOLO RECORDARTE  TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora