CON SOLO RECORDARTE Taehyung

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Taehyung

¿Qué piensas cuando escuchas el viento rozar las copas de los árboles?
¿Qué sientes cuando la lluvia golpea tu ventana?
¿Qué sueñas cuando el sonido lejano de una melodía te arrulla en las noches?
¿Qué deseas al abrir los ojos y encontrar el otro lado de la cama vacío?
¿Qué anhelas entre llantos al recordar memorias vacías?
¿A quién culpas cuando la culpa sin ser más que humanidad cumplió con tu propósito?

Despertar llorando es más común de lo que parece, la mayor parte del tiempo no sabes que has llorado por el tormento de tu inconsciente hasta que notas húmedas la almohada. Taehyung solía despertar cada mañana con el rostro mojado y la almohada empapada, bostezaba, se estiraba un poco e iba hasta donde su motivo oculto lo llamaba entre cálidas notas.
A veces eran las fúnebres escalas que chorreaban nostalgia al corazón del castaño, silencio le daban ganas de abrazarse hasta sentir que todo estaba bien.

Nunca confundía fantasía impromptu con alguna otra pieza porque mientras unas le causaba nostalgia esta le ponía tan...melancólico. Se quedaba de pie en el umbral del estudio y escuchaba los repiques que tanto le gastaban el corazón, veía cada dedo posarse en las teclas, idas y venidas pasionales tal cuales al hombre que con tanto ímpetu interpretaba hermosas obras de arte.

"Para ti" siempre le contestaba después de un lánguido beso matutino y abrazarse entre tiernas risas y suspiros. Por supuesto, los mejores días eran cuando claro de luna susurraba inconfundible el buenos días que le robaban más de una sonrisa ilusionada y ojos soñadores. Definitivamente sus días favoritos.

Sobre todo porque esa melodía era tocada después de haber sido tocado su cuerpo, los mismos fríos dedos que tocaban blancos y negros, le rasgaban y pellizcaban la piel horas atrás en la oscuridad de su habitación.

Claro de luna lo hacía sentir estúpido y pegajoso, literalmente enamorado. Y amaba sentirse así.
Había algo mágico en quedarse perezoso en la cama y escuchar las cuatro estaciones, no había ningún tipo de prisa por salir de entre las sábanas, de abandonar su cálido nido y ciertamente adoraba cuando los últimos pliegues de canción se colaban entre sus capas de sueño y dulces besos lo arrullaban hasta que con una risa socarrona le arrebataban las sábanas y lo jalaban de los pies solo para decirle "arriba, pequeño niño dormilón".

Despertar llorando en el consultorio de tu psicólogo no era agradable, sobre todo porque había llorado y no recordaba nada de lo que lo puso en ese estado. No sé sentía como si fuera algo malo, pero su pecho dolía y las lágrimas no dejaban de fluir por sus mejillas.

- ¿Recuerdas algo antes de quedarte dormido?

¿Recordar? El y apenas sabía que era jueves ese día.

- No.

- ¿Sabes cuánto tiempo ha pasado desde entonces?

Se sentía cansado, ahora más tranquilo, su cuerpo le pedía a gritos descanso.

- Probablemente toda la tarde.

- Fueron sólo 15 minutos. Apenas y estaba empezando el tratamiento cuando comenzaste a llorar. ¿Hay algún sentimiento que perdure en ti después de despertar Taehyung?

- Si.

Aún se sentía como un niño que necesita ayuda de sus padres, pero era menos intenso que los primeros días de salir del hospital. Ahora se sentía más, triste, nostálgico, quizá...
Y su estómago hizo un ruido.

- Lo siento, ahora solo puedo pensar en comida.

Después de que el ultimo intento fallido de asistir a terapia en pareja de parte de JungKook, Taehyung decidió asistir por cuenta propia, asi podría avanzar con el tratamiento que le habían recomendado ( y pasar menos tiempo solo en casa sin nada mas que hacer que solo sentirse miserable).

- Esta bien, probaremos en la próxima sesión realicemos otra hipnosis ¿De acuerdo? Por ahora solo necesito que trabajes en lo que quedamos.

- Si, la libreta. No hay problema.

- Muy bien, aunque no lo creas Tae, hoy avanzamos un pequeño paso. Me alegro mucho saber que volverías a la terapia pero esta vez solo. Entiendo que la terapia en pareja es importante pero primero podemos trabajar contigo y después abordar donde es correcto con tu esposo.- Mientras el psicólogo escribía en una pequeña tarjeta la nueva cita y las tareas que tenia, su sonrisa tamborileaba en algo protector, pero que si no observabas bien, peligrosa. -Se que aún es complicado todo este proceso de aceptación, pero debemos hacer que avances, no puedes simplemente quedarte estancado, bueno, la próxima vez que nos veamos hablaremos sobre la libreta, ahora puedes salir e ir a casa.

- Esta bien, nos vemos la próxima semana. Antes de irme ¿Puedo tomar un pañuelo? Todavía no puedo dejar de llorar.