Eran casi las 6 cuando Naruto llego a su mansión y se encontró a Hanabi. La niña lo miro negando con la cabeza y le acuso de pervertido. Él le pregunto, ¿que hora era? y ella respondió que todavía no eran las 6.
-entonces estoy cumpliendo con el horario, -dijo serio el rubio- mis asuntos privados no te interesan- finalizo con acento severo
-solo me preocupo por usted Naruto-sensei. -respondió seria
-gracias Hanabi-chan, -sonriéndole y acariciándole la cabeza- pero como te dije hace tiempo, tú debes enfocarte tan solo en entrenar.-tiernamente
Hanabi le dio la espalda de un pequeño saltito porque sentía un gran calor a su rostro. Naruto-sensei era tan guapo, la trataba tan bien, ella no podía evitar sentir…"cariño" digamos.
Comenzaron a correr alejándose de la casa, y por una de las ventanas Sakura y Konan los mirabas irse y comentaban:
-debería romperlo todo –gruño Sakura- esa cara de felicidad….seguro estuvo de pervertido por allí.
-pero con lo que ahora sabes, -adivino Konan- te estás preguntando… ¿Cómo conserva aun…algunos buenos sentimientos, no?
-Hai, -seria- Hanabi parece estar muy a gusto con él. Y la veo mejorar rápidamente –sonriendo
-la entrena con dureza, -aseguro Konan- pero esa niña siempre busca mas –suave sonrisa- creo que eligió una estudiante a su medida.
Ambas mujeres se miraron y comprendieron que Naruto se veía muy diferente cuando entrenaba a Hanabi. Pero Sakura no podía olvidar los relatos de Konan ¿Cómo Naruto podía no odiar a todos después de los infiernos?
-contéstame una cosa, -indico Sakura- ¿Por qué me lo contaste todo?
Konan se sentó en un sillón apartado del ventanal. Esa sala del segundo piso era utilizada para guardar libros y demás cosas, también para estudiar y descansar. Konan miro a Sakura con habitual frialdad y respondió:
-estaba ebria, enojada y desesperada –señalo sin aparente emoción- por eso rompí mi promesa con él, de jamás hablar.
-¿Desesperada? –pregunto la rosa confundida
-supuse que saldrías huyendo al saberlo todo –contesto neutral- y Naruto quedaría solo para mí.
-¿y ahora me confías todo…..porque… -interrogo Sakura sin entender
-por que cuando le digas que lo sabes todo, -concluyo Konan- el me odiara y yo lo abre perdido para siempre. En pocas palabras…..estoy en tus manos –declaro naturalmente.
Sakura se le quedo mirando sorprendida. Konan parecía fría como el hielo aunque sus palabras estaban cargadas de sentimientos. Allí estaba, impregnada en su vista grisácea la necesidad de él, ella lo requería como el oxigeno, aunque no lo demostrara.
-De acuerdo Konan-san –susurro Sakura acercándose y poniéndole una mano en el hombro- admito que lo quieres. –Suspirando- seguramente no puedes decírselo porque eres su "amiga", ¿Verdad?
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El Regreso de un héroe
RandomDespués de la guerra Naruto desaparece y después de unos años regresa con sorpresas