Pasaron algunos días, Sakura y Temari se dedicaron a seguir a Naruto que al mismo tiempo perseguía a Hinata. Los jóvenes Gennin perseguían sus sueños en los exámenes mientras los adultos jugaban sus cartas de conquista.
Finalmente, llego una noche que lo cambiaria todo. El cumpleaños de lord Kazekage reunió en su mansión una espectacular fiesta organizada por Kankuro. Suna no era conocida por sus fiestas precisamente, pero desde el final de la guerra, el cumpleaños de Gaara era casi un festival que se disfrutaba a lo largo de toda la aldea. En la mansión Subaku, casi 100 personas eran invitadas, bebían riendo y gozando de la paz. En las casas de la aldea, se formaba una especie de festival en honor al cumpleaños de Gaara que coincidía casualmente, con la semana en donde termino la guerra hace años. Un buen motivo para celebrar.
Temari vestía con una Yukata azul marino y maquillada suavemente atrapaba miradas en donde pasaba de ese gran salón. Hinata, del brazo de Naruto, vestía un entallado kimono verde oscuro que no ocultaba el pronunciado escote que enloquecía a los hombres. Sakura portaba un traje de escote en V, y espalda descubierta de un suave color rosado. A pesar de contar con una figura menos voluptuosa que sus rivales, matizada en esos ojos verdes como esmeraldas y el sedoso cabello rosado acariciando sueltos sus hombros, la convertían en la mujer más hermosa del lugar.
El salón de la planta baja estaba dominado por una zona libre en el centro para que las parejas bailen. Una orquesta tocaba suave música que acompañaba sin estorbar las conversaciones de política en cada grupo. Naruto era asediado por hombres y mujeres influyentes en la aldea intentando emparentarlo con sus hijas o parientes. Hinata sonreía esperanzada al notar que el rubio se negaba a esas propuestas argumentando que lo pensaría con más calma. Aunque era evidente que no había nada que pensar. Se casaría y viviría en Konoha, era una decisión definitiva.
La reunión entre copas y copas se fue alegrando. Naruto dedicaba frecuentes miradas al lugar del salón donde se hallaba Sakura. Acompañada por 3 hombres, bebía su copa sonriéndole y charlando junto a Temari. Tanto la pelirosa como el rubio, se encontraban en lados opuestos del salón, observándose, deseándose, queriendo estar juntos a pesar de todo. Sakura miraba a su rubio preferido como destacaba el físico musculoso atraves de su kimono de dos piezas. Prenda de negro y gris que le daba elegancia. Nunca se quitaba su bandana de Konoha, inseparable de su frente como la nariz. Sonreía a toda persona, pero le dedicaba especial atención a Hinata, extraña manera de esconder el amor y deseo por Sakura.
Naruto en tanto, sintió odio por los hombres alrededor de Sakura, sintió celos de ellos, no podía aunque quisiera acercarse a su ex-compañera. El tenía una misión que cumplir. Reflexiono profundamente que Sakura, debía sentir lo mismo cuando lo veía con otras mujeres. Un asunto difícil que solo Kami-sama podía saber su destino final.
Hinata estaba tan embobada del brazo de Naruto que ni se molesto en suponer que lo tenía tan pesante al rubio. Ella ya se había decidido, esa noche, seria "la noche". En eso Temari se acerco furtiva a Naruto y le susurro al oído:
-Naruto, ¿Podemos hablar un momento? -Dijo la rubia ganándose el odio de Hinata- invítame a bailar ¿Quieres? -le sonrió
El rubio le respondió con una sonrisa y disculpándose con Hinata (que se tuvo que aguantar la bronca) salió al centro del salón a bailar del brazo de la fascinante Temari. Rato después, en los compases de la música, y bajo la mirada complacida de los consejeros en Suna y el líder Gaara, Temari pregunto suavemente:
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El Regreso de un héroe
DiversosDespués de la guerra Naruto desaparece y después de unos años regresa con sorpresas