Capítulo 6

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Al día siguiente Nora se sentía como si hubiera estado en una nube al despertar.

Recordó lo que había pasado la noche anterior y escondió la cara en la almohada como si fuera una adolescente.

Agarró su teléfono, que había estado apagado desde que anoche se le acabó la batería durante la cena y se dirigió directamente a un mensaje que decía:

Ya he llegado a casa.

Quería decirte que esta noche ha sido

genial y que a mi realmente me encantaría

que nos volviéramos a ver. 01:30

Era Avery. Nora se sintió como una niña al verse tan emocionada por un mensaje tan simple y se quedó un rato estática ya que no sabía qué responder sin parecer una tonta.

Yo también lo pasé muy bien.

Recuerda que para noche vieja

nos vemos, pero si quieres que nos

veamos antes por mi estupendo. ;) 09:47

Se levantó y como cada vez que algo interesante le pasaba se lo contó a Nugget mientras desayunaba.

Después recibió una llamada de Aria que no esperaba pero que aceptó gustosamente.

-Hey.

-Bueno, bueno, bueno.-saludó Aria en tono de burla.

-¿Qué pasa?

-¿No tienes algo que contarme?

-Eh... puede ser. ¿De qué estamos hablando exactamente?

-¿Te estas haciendo la tonta o piensas que soy tonta?

-Me estoy haciendo la tonta.

-Realmente, ¿crees que después de lo de el otro día no te iba a llamar?

-Pensaba que lo harías pero me daba la sensación de que estabas tardando demasiado.

-Como escuché que ibais a quedar esperé y así me ahorré una llamada.

-Wow, la lista de la clase. ¿Qué tal te va el resfriado?

-No me cambies de tema chulita y vamos a lo que vamos. ¿Qué pasó?

-Qué te parece si mejor tomamos un café esta tarde y te lo cuento.

-Em... lo veo. Pero aquí en mi casa, que aún no me atrevo a airearme demasiado.

-Bueno, pues allí estaré.

-Venga, no vengas muy tarde.

-Vale, chao.

Rato después Nora estaba sentada en el sillón cuando vio a lo lejos que su ordenador asomaba en una estantería y decidió levantarse a cogerlo.

Abrió su carpeta de archivos y se puso a leer todos los títulos que tenía e incluso reconocía los textos que no tenían título por la primera palabra. Entró a uno, al más reciente y se cuando lo leyó entero se bloqueó. No supo que iba después, no supo que seguía.

Leyó el anterior y cuando llegó al final de este, que también estaba a medias se perdió. Volvió a leer las últimas líneas. Se volvió a perder. Habían pasado seis meses desde que dejó esa historia estancada pero sentía como si ninguna de aquellas historias fuera suya.

No sabía quién había escrito aquello, era obvio que fue ella misma pero no sabía decir dónde estaba aquella mujer ahora.

Dándose una tercera oportunidad abrió un archivo en blanco. Escribió la fecha como siempre hacía, le gustaba llevar un seguimiento cuando escribía. Los seis números que escribió fueron lo único que hubo en el archivo durante diez minutos hasta que frustrada cerró el dispositivo de golpe, lo dejó donde estaba y volvió a sentarse esta vez encogida.

The lovingWhere stories live. Discover now