Iba a levantarse hacia la cocina, quizás podría cocinar algo... ¿un postre? puede ser. Pero antes de que llegara a la habitación su móvil sonó.
Era una llamada que esperaba, pero no tan pronto. El nombre de Avery brillaba en la pantalla. Se puso nerviosa, no sabía si contestar o no pero finalmente lo hizo.
-Hey
-Estoy en la puerta de tu casa, ¿estás dentro?
-Si, claro.
-¿Puedo subir?
-Sí, supongo que si.
No sabía a qué se debía esta visita, no estaba planeado así que simplemente fue a la puerta y esperó a que se escuchara el ascensor para abrir. Abrió la puerta y ahí estaba Avery, delante suyo, con una mochila y un paraguas mojado en la mano, mirándola como si fuera lo único que necesitaba en ese momento.
-Pasa, vamos.- le dijo Nora quitándole el paraguas para dejarlo en un sitio en el que no mojara nada.
Nugget se acercó a la puerta y tras olisquear a Avery se sentó al lado de ella esperando unas pocas caricias que esta aún de pie en la puerta le dio.
Nora volvió donde ambos estaban y un poco confusa se aventuró a preguntar qué estaba pasando.
-Hey, perdona que lo diga así pero ¿qué haces aquí?
-Quería saber si puedo quedarme aquí esta noche.
-Claro, pero mañana es... domingo.
-Me equivoqué al sacarte fuera de todo este asunto, de verdad, lo siento. Y me he dado cuenta de que no puedo hacerlo sola, necesito a alguien. Te necesito a tí.-dijo en voz baja
-¿Quieres que te acompañe mañana por la mañana?
-Si es que no tienes nada mejor que hacer, claro. No quería molestarte viniendo de repente.
-Ven, vamos a dejar tus cosas y a hacer un postre, así pensamos en otra cosa.- le dijo después de abrazarla.
No entendía muy bien nada de lo que estaba pasando pero no iba a decirle que se fuera, literalmente parecía un perrito que se había encontrado en la puerta de su casa.
Al final no hicieron el postre, nada más entrar a la cocina a Nora simplemente le dio pereza así que se dirigieron al sofá y hablaron de cómo se sentían, de qué habían hecho estos días y de qué pasaba por sus cabezas en ese mismo momento.
Nora dijo la verdad, que se había sentido un tanto desplazada pero que solo pudo respetar su decisión y que ahora se sentía confusa y un tanto mareada ante la situación de ambas.
Avery le contó que los primeros días estuvo firme con respecto a su decisión pero últimamente ni siquiera entendía el por que o el fin de esta.
-Me he dado cuenta de que si no se lo que me trae el futuro quiero aprovechar el tiempo del que si puedo estar segura contigo.
-Es un poco tarde, ¿no crees?
-Lo siento, pero bueno, más vale tarde que nunca, ¿no?
Estaban sentadas en esquinas opuestas del sofá, pero Nora le hizo un gesto para que se acercara y así se recostaron juntas. No sabían qué decir, simplemente se observaban la una a la otra arrepintiéndose de los últimos días que habían pasado separadas.
-Oye.- dijo Nora rompiendo el silencio en voz baja.
-Dime.
-Creo que me he enamorado de ti.
-Ya tardabas en decírmelo.- respondió haciendo que Nora riera.
-Bueno, discúlpeme.
-Yo también tengo que decirte una cosa.
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The loving
RomanceUna historia sobre cómo una chica consigue reencontrarse con sigo misma tras conocer a alguien que le haga ver que el mundo también tiene una cara bonita. Historia actualizada cada semana.