-Buenas noches.-dijo el doctor, quien se acercó sacándolas de su silencio.
-Hola, ¿que tienen?-preguntó Nora ansiosa.
-Bueno, puede pasar a verle y se lo cuento dentro pero no se si esta señorita podrá pasar también.
-Es... mi pareja, el perro es de las dos.- dijo Nora mirando a Avery, quien sorprendida solamente asintió.
-En ese caso, adelante.
Pasaron a una sala donde Nugget estaba tumbado en una camilla metálica con una vía en la pata.
-Está bien, está estable, simplemente necesita reposo, lo que ha pasado es lo siguiente.
Cuando lo has encontrado se estaba recuperando de un ataque de epilepsia, es algo bastante común en canes y no es algo de lo cual debamos preocuparnos muchísimo, ya que no es una epilepsia crónica. Lo suyo seguramente sea epilepsia idiopática, lo que quiere decir que es hereditario y no hay una causa específica de este ataque. Ahora solo tiene que reposar. Les recomiendo que lo dejen aquí con nosotros y mañana por la tarde pueden venir a por él, ahora descansen.
-Joder, quiero decir, vaya, de acuerdo... ¿tengo que firmar algún papel?
-Si, mi compañero les indicará a la salida. Pasen buena noche.
-Lo intentaremos.
Salieron de allí firmando unos cuantos documentos sobre el pago que había que realizar y después se dirigieron a casa de Nora quien se sentía realmente cansada.
Subieron al piso y Nora simplemente se detuvo en mitad del salón al no escuchar el característico sonido de las patas de Nugget en el suelo de madera.
-¿Quieres que me quede?-dijo Avery sacándola de sus pensamientos.
-¿Te viene bien?
-Claro, siempre estoy disponible para ser tu pañuelo de mocos.
-Oye, que no eres mi pañuelo de mocos.-dijo riendo.- eres mi pañuelo de lágrimas, que es distinto.
-Anda vamos, que te caes del sueño y ya dices chorradas.
Al día siguiente fueron juntas a buscar a Nugget así podrían volver en coche y pasar la tarde con él tras dar un pequeño paseo para que el animal hiciera sus necesidades.
-Oye, ayer, dije una cosa...-habló Nora.
-¿El qué?
-Pues ya sabes, aquella cosa.
-Si me tuviera que acordar de todo lo que dices no tendría memoria para nada más.
-Cuando entramos a la sala aquella a ver a Nugget.
-Que tenías muchas ganas de verlo.
-No, bueno sí pero a eso no me refiero.
-Pues ni idea.
-Ay por dios. Cuando le dije al doctor que eras mi pareja.
-Ah... eso... creo que ya me acuerdo.
-Si, pues quería decir que esperaba que no te hubiera molestado, no sabía qué decir.
-O sea que, ¿no iba en serio?
-No. A ver, nunca hemos hablado de ello pero no sé. Me gustaría que fuera en serio pero como no lo habíamos hablado pensé que quizás te podía haber sentado mal.
-¿Por qué me iba a sentar mal?
-Pues porque... no sé.
-A mi me gustaría que fuera en serio.- estaban empezando a ponerse un poco nerviosas por estar hablando cara a cara lo que llevaban un tiempo guardando en sus cabezas.
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The loving
RomanceUna historia sobre cómo una chica consigue reencontrarse con sigo misma tras conocer a alguien que le haga ver que el mundo también tiene una cara bonita. Historia actualizada cada semana.