Orden y Caos, algo que trasciende nuestra comprensión, algo más grande que cada uno de nosotros, dos entidades capaces de destruirlo todo. El caos, el más odiado, perpetrador de la inevitable muerte del cosmos, algo que lo desgarra todo y lo mezcla en lo más inútil de lo inutilizable; y el orden, padre unificador de las fuerzas, un principio inalcanzable y una naturaleza perversamente perfeccionista, capaz de devolver todo al mismo pozo de interminable luz blanca de lo que todo salió, sale y saldrá.
Sobre la marcha, ambos lados cometen los mismos pecados, es fácil deducirlo pensando un poco y es que no importa de que lado se incline la balanza, solo conseguirás muerte, y cuidado, la muerte no es un producto del caos como piensan muchos, la muerte es parte del ciclo natural de lo vivo. Un ciclo interminable e inalterable hasta el fin de los tiempos.
Esa es la verdad ultima, ni el orden ni el caos tendrán la razón jamás, en el infinito juego del cosmos, la jugada más segura para mantener este delicado balance es escuchar a la madre de todas las verdades: La naturaleza.
En este benevolente mundo, en el que la naturaleza se mantiene indiferente ante la vida, existe la esencia y sus dieciséis formas que habitan en cada ser vivo, dotándolo de características especiales, únicas entre cada una de las personas, en este mundo la esencias nos forma y nosotros mismos la formamos a ella.
Corona, uno de los planetas de una interminable lista que fueron dotados con esencia, un mundo con una historia relativamente reciente. La vida en Corona existe desde hace miles de millones de años, pero, apenas hace 4000 mil años una nueva especie empezó a aparecer, pequeños seres de cristal del tamaño de un puño, una especie parasitaria capaz de absorber y dotar de esencia a su huésped pero incapaz de reproducirse por su cuenta, estos organismos simbiontes hechos de pura esencia podían acoplarse a otros animales o plantas en Corona, una especie de endosimbiosis que beneficia ambas partes, pero la unión era incapaz de efectuarse permanentemente a causa de que estos animales ya contaban con su esencia prima. Con los años estos seres de cristal evolucionaron para poder mover sus cuerpos a través de las redes arcanas, las misma que utilizan los habitantes de Corona para moverse de mundo en mundo. Estos pequeños seres encontraban la muerte en aquellos planetas inhóspitos y sin vida, mundos de los que tanto abundan en el universo, hasta que uno de ellos encontró un mundo distinto al resto, encontraron por puro azar al planeta tierra.
Estos pequeños monolitos vivientes habían encontrado la forma de vida perfecta para combinarse y copiar, vida compleja capaz de subsistir sin la necesidad de una esencia prima. Se cree que los primeros humanos en hacer la simbiosis con estos seres extraterrestres fueron de una civilización cercana al medio oriento o zonas adyacentes al mar mediterráneo, en los primeros registros que se hicieron se describen con el nombre de parasita lapis, seres que imitan la silueta de los seres vivos adyacentes a ellos, por lo general no más pequeño que un insecto o más grande que una ballena «aunque dudo que haya algo más grande en la tierra» eso obviamente incluye a los humanos y plantas, esto no solo dotaba de esencia a los seres que se combinaban con los parasita lapis, sino que también los dotaba de partes animales o vegetales, tales como cola, agallas, vegetación, etc. Con el tiempo los nuevos humanos notaron que la ausencia de esencia era mortal para la vida arcana que recién había aparecido, la única manera de sobrevivir a este cambio era vivir cerca de estas redes arcanas, en las que se construyeron monumentos para indicar su posición. Los siglos pasaron y las personas arcanas descubrieron una forma de utilizar esta red para viajar a través de ellas hasta llegar a Corona, un lugar ilimitado en esencia en el que todos los nuevos Coronos podrían subsistir.
Y las redes arcanas... bla bla son invisibles, pero son tangibles bla bla, llena todo el especio, esa parte ya se la deben saber y si no la saben, en la siguiente clase continuaremos con este tema en profundidad el próximo año y 3, 2, 1...
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La Catástrofe Elemental
FantasyLa vida continua y Nina no se queda atrás, a pesar de ser una pequeña niña, su poder mágico se ha vuelto famoso y tendrá que esforzarse para satisfacerse y buscar la felicidad y paz que tanto anhela en su nuevo hogar/planeta, Corona. Cuando todo par...