Era domingo por la noche, estaba dándome una ducha para estar limpia la mañana siguiente. No acostumbraba a bañarme tan temprano, me parece algo horrible despertarse antes para tomar una ducha, prefería dejarme esos minutos para dormir. Si soy de esas chicas que odian madrugar y si fuera por mi dormiría hasta las 2 de la tarde todos los días, y quizás hasta más.
Al salir de la ducha tome una de las toallas, envolví mi cabello en ella y con la otra seque mi cuerpo. Me dirigí a mi habitación rápidamente, las desventajas de bañarse con agua caliente en invierno. Al llegar cerré la puerta con brusquedad, busque mi pijama, no lo encontraba y con razón no lo haría, había traído solo uno y estaba para lavar.
Me puse un buzo que me quedaba muy grande a decir verdad, fue ahí cuando recordé que me lo había prestado un "amigo" en una fiesta ya que habían manchado mi vestido y no quería que me congelara, me olvide de dárselo y creo que ya era tarde, muy tarde.
Me puse un pantalón que también me quedaba algo suelto pero estaba realmente cómoda.
Me acosté en la cama olvidándome de todo, estaba muy cansada, el día de hoy había sido verdaderamente agotador.
Me había despertado a las 8:30 para ir a desayunar a la casa de una de las amigas de mi abuela, Monica Dallas y si creen que eso es lo agotador, ¡pues no! Quien diría que tendría un nieto de 10 años al que le fascinaba el fútbol y me obligaría a jugar con él toda la mañana. No pude siquiera probar una de las deliciosas tortas o tan solo una galleta. Después de eso acompañe a yoga a mi abuela y por último
fuimos al centro del pueblo a comprar carne.Sonó mi alarma como de costumbre a las 7:30, me desperté con rapidez, busque ropa entre mis valijas, si, aún no había ordenado nada. Tome un mom jean combinándolo con una polera negra manga larga, arriba de la remera decidí que lo mejor que podía hacer era ponerme un suéter marrón claro que hacían juego con mis botas marrones.
Fui al baño, me lave los dientes, al terminar me cepillé él cabello y lo planche, lo tenia con un poco de frizz.
Camine por el pasillo hasta llegar a la cocina mi abuela se encontraba cocinando, al verme sonrió y yo imité su gesto.
—¿Emocionada?—pregunto ella aún sonriendo.
—Créeme que no—respondí siendo sincera, con ella era libre de poder expresarme como realmente me sentía y me entendía que lo hacía aún mejor.
Tome asiento al ver que no había nada en lo que podía ayudarla ya que el desayuno estaba listo. Mi abuela me sirvió una taza de té de manzanilla y dejo unas tostadas en un plato junto con huevo revuelto.
—¿Te acordas cuando te preparaba este desayuno cada día en el verano que estuviste aquí?—pregunto mi abuela sonriendo.
Me fue inevitable sonreír ante el recuerdo, cuando tenía ocho años había venido a pasar las fiestas con mis abuelos, mis padres se habían ido de viaje con Sophie para festejar que ya estaba en secundaria y yo preferí ir con mis abuelos, de todos modos sabía que me excluirían incluso con esa corta edad.
—No podría olvidarlo, fue un verano hermoso—respondí sonriendo.
Termine de desayunar y busqué mi mochila en mi habitación, no llegaría tarde el primer día.
Una vez en la entrada mi abuela tomó su cartera, agarro las llaves de su auto y salimos de la casa.
—Allie, ¿tienes todas tus cosas?—pregunto mi abuela cerrando la casa con llave.
—Si, ya tome todas mis cosas—respondí mientras me acercaba al auto.
Mi abuela abrió el auto y yo subí adelante con ella, cosa que casi nunca hacía porque cuando viajaba con el chofer adelante iba mi padre y cuando viajaba con mi papá adelante iba mi madre.
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El inexplicable sentimiento de amar
Novela Juvenil"Muchos dicen que amar es ver la perfección en una persona. Yo creo que no, amar es ver cada jodido defecto y verlo perfecto a su manera"