La parada de autobuses estaba algo desolada a excepción de una pareja joven que de seguro estaba esperando su bus, sus valijas daban a entender que se estaban por marchar.
Este pueblo era de pocos habitantes y no tenía ningún lugar en el cual poder realizar alguna excursión (sin contar los maravillosos sitios que Alex me había enseñado). Y claramente a excepción de personas con familiares aquí nadie lo visitaría por decisión propia.
Se preguntarán que estaba haciendo aquí, a punto de morir de hipotermia y siendo las tres de la mañana y mi respuesta seria que mi hermana no tuvo mejor idea que elegir el bus que llegaba a su destino en este horario. Lo peor de todo esta situación es que estaba demorado.
—Cambia la cara Allie, tu hermana creerá que lo último que queres es verla—menciono mi abuelo con gracia mientras abrazaba a mi abuela protegiéndose mutuamente del frio.
Mientras yo por otra parte preguntándome que estaría haciendo Alex con su abuelo.
—Sophie podría haber elegido otro horario para llegar, más sabiendo el frio que hace aquí en invierno—. Proteste mientras me abrazaba a mí misma, era inútil, estaba muriendo de frio de todos modos.
—Consiguieron solo para este horario, en el anterior bus venían unos jubilados y ya no asientos libres.
Me senté en el suelo, ¡MUY MALA DECISIÓN! Estaba helado, ni que estuviera en el polo norte, me levante tan rápidamente como había considerado sentarme allí.
Esperamos unos diez minutos en los que no deje de verificar si tenía una llamada de Sophie o Logan, pero lo único que tenía eran memes que provenían de Alex. Los mire por mera curiosidad y lo peor de todo no tenían siquiera una pizca de gracia.
—Al fin—suspiro mi abuelo, voltee a verlo y si, para mi suerte el bus estaba estacionando, de repente mi cuerpo se llenó de nerviosismo y felicidad, hace más de un año no la veía y estaba tan emocionada por hablar sobre cualquier cosa con ella.
—Solo espero que me haya traído algo de comida como mínimo por haberla esperado tanto tiempo y más estándome muriendo de frio—bromee y mi abuelo asintió junto conmigo mientras mi abuela se reía a carcajadas llamando la atención de la pareja que se encontraba a unos metros.
Nos distrajimos riendo al punto de no darnos cuenta que las personas comenzaron a bajar del bus. Era inevitable no sentir nervios y cuando eso me ocurría comenzaba a tartamudear, hace poco lo había descubierto.
A unos siete metros de distancia estaba, la persona con la que había compartido toda mi infancia, el ejemplo a seguir que me impuso mi familia y en eso no cometieron error alguno. Quien no hubiera deseado una hermana como ella, era una persona que con su simpleza y luz convertía a otras en mejores personas.
Corrió hacia mí con una sonrisa gigantesca, estaba inmóvil. No me malinterpreten la había extrañado con locura, pero de la emoción me había dejado sin movimiento o siquiera una emoción alguna.
Me sentí inútil, pero en el momento en el que me abrazo supe que todo estaría bien durante un tiempo, al menos si a partir de ahora la tenía conmigo.—Te extrañe muchísimo—murmuro en mi oído mientras acariciaba mi cabello, en situaciones odiaba ser tan sensible y sin darme cuenta terminar soltando unas lágrimas.
—Se me hizo tan larga la espera para volver a verte—confesé mientras limpiaba con la manga de mi abrigo mis lágrimas.
—Lo importante es que estamos juntas—continúo murmurando con una sonrisa llena de felicidad.
—¿Acaso no saludaras a tus abuelos? —pregunto mi abuelo extendiendo hacia ella sus brazos.
Se apresuró para saludar a cada uno con un gran abrazo y volvió al bus a buscar las valijas de ella y Logan su futuro esposo y padre de sus hijos (así lo describió ella cuando lo presento con nuestros papás).
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El inexplicable sentimiento de amar
Ficção Adolescente"Muchos dicen que amar es ver la perfección en una persona. Yo creo que no, amar es ver cada jodido defecto y verlo perfecto a su manera"