Narras tú:
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Luego de esa mañana de mierda, en dónde mi vida se había destruido por completo… cambié mucho. Después de dos semanas casi no comía, no hablaba… sólo me limitaba a encerrarme en mi cuarto a hacer mis deberes y a escuchar música, algunas veces a llorar, pero eso cada vez disminuía más. Al llegar al mes de lo sucedido comencé a vomitar mucho, mareos, desmayos… mucho dolor de estómago. Mi papá se había ido de viaje de trabajo de nuevo y yo estaba sola. Le conté a la hermana de Zayn lo que había sucedido, y le confesé que aún lo quería… Que no hacía más que tratar de acordarme de mi primera vez, y aunque los recuerdos eran pocos, algo recordaba. Al mencionarle lo que me estaba pasando me dejó sola en su casa y salió corriendo. Regresó en menos de 10 minutos y me hizo subir a su habitación. Me entregó una caja y me adentró en el baño. Al ver lo que era casi me muero, ¿podría estar embarazada luego de haberlo hecho tan sólo una vez? Leí las instrucciones y lo realicé.
Salí con el Test en la mano y esperamos el resultado, al pasar los 10 minutos que decía el paquete sonó una campanita. Waliyha se acercó lentamente a éste y al verlo gritó: “¡Voy a ser tía!”. Una alegría enorme invadió mi cuerpo, pero se esfumó al recordar esas palabras “_____, sólo te busqué para traerte a la cama”. El padre de mi niño o niña no pensaba estar con nadie, y menos conmigo. Le pedí de rodillas a Waliyha que no le dijera nada a nadie.
Después de un mes volvíamos del centro comercial con ella y en la entrada de su casa me mareé y caí al suelo desmayada. Cuando me desperté estaba en una camilla, y una enfermera estaba a mi lado. Me dijo que estaba gritando el nombre “Zayn”, y me preguntó si quería que lo llamara. Le respondí que sí y lo fue a buscar, volví a cerrar mis ojos, el color blanco de la habitación me mareaba mucho.
“¿___? ¿Me escuchas?” era su voz.
Le dije que teníamos que hablar y se sentó al lado de la camilla. Allí fue donde le solté la verdad. “Zayn, estoy embarazada”.
Su cara se puso pálida y su mirada se dirigió a mi vientre. Levanté lentamente mi remera y pudo ver mi vientre desarrollado. Volvió su mirada a mí y sus ojos se iluminaron.
- ¿Por qué no me lo dijiste antes?- Preguntó mirándome directamente a los ojos.
- Sabía que no te querrías hacer cargo.- Respondí siendo totalmente sincera.
- No me conoces, no dejaría a un bebé solo, nunca_____. ¿Cuánto tiempo tienes?
- No lo sé exactamente, hoy tengo una ecografía y vas a estar allí. No me importa que no puedas o que te tengas que acostar con alguien, o estás allí, o te denuncio.
- Me voy a quedar aquí. Voy a estar contigo durante y después del embarazo, ¿sí?- Dijo él, acercándose un poco.
- No te estoy pidiendo eso… sólo quiero que lo veas, no hace falta que estés conmigo… me puedo cuidar sola.
- ¡NO!- Gritó.- Voy a estar con vos, y mientras tu papá no esté en tu casa voy a estar allí, contigo- Necesitas cuidado. No te voy a dejar sola, ese niño o niña es hijo o hija de ambos, y él o ella no tiene la culpa de mi inmadurez.
- Eso es cierto… no te lo pienso negar, es la primera vez que hablas en serio. Eres el padre y tienes que estar durante el embarazo.
- Y… ¿Cómo harás con la escuela?- Preguntó, un poco más calmado, volviendo a su color natural.
- El vientre aún no está muy desarrollado, ya lo hablé con Perkkins y me dijo que apenas se empiece a notar la pancita comenzaba a rendir libre.
- Bien, apenas dejes de ir, yo también lo haré.- Dijo, decidido.
- No, tú no dejarás el colegio porque no tienes una buena explicación, y decirle que sos el papá del bebé no te servirá de nada. Además, necesitamos que alguno de los dos estudie, el bebé necesita ropa, leche, muchas cosas… y todo eso no cae del cielo, tengo el apoyo de papá, pero no puedo abusar de eso.
- Está bien… ¿Alguien más lo sabe?- Preguntó, abriendo un poco más sus ojos.
- ¿Acaso te da miedo que alguien se entere que Malik dejó embarazada a una menor?
- No es eso… sólo quiero saber.- Respondió cabizbajo.
- Tus padres y Waliyha.
- ¿ELLOS LO SABÍAN Y NO ME DIJERON NADA?- Preguntó exasperado, gritando y saltando de la silla.
- No te dijeron nada porque yo se los pedí. No pensaba decirte que esperaba un hijo tuyo, pero eso sería injusto para el bebé.
- Está bien, ¿cuándo te dan el alta?- Preguntó de nuevo, normal.
- Por la tarde, después de la ecografía, ¿por qué?
- Por nada, necesito saberlo, ¿no?
*
Narra Zayn:
Cuando me dijo que estaba embarazada quedé helado, pero no la pensaba dejar sola. Es la primera vez que me pasa, y ahora que recuerdo… no usé protección. La voy a acompañar en el embarazo y después de éste también. Lo único que espero es que no se vengue de mí. Sé que no es así ella, pero las posibilidades existen.
Luego de hablar sobre eso, se volvió a quedar dormida y aproveché para tocar su vientre. Levanté su remera de nuevo y me paré de la silla, su pancita ya estaba un poco grande.
- Hola bebito… Soy tu papá.- le besé el vientre.- Juro que no voy a dejar que nada malo les pase, a vos y a tu mami, ella no se merece esto, soy una mala persona y… bueno, sólo no seas como yo. Te amo bebé.- Volví a besarle.
- Le gusta tu voz.- me exalté, pensé que dormía.
- Me asustaste, ¿no estabas durmiendo?- Preguntó acomodándole su playera de nuevo.
- Sí, pero cuando lo besaste pateó, y me despertó. ¿Lo vas a cumplir?
- ¿Qué cosa?- Pregunté sin entender.
- ¿Nos vas a cuidar?- Dijo, obvia.
- Con mi vida, no voy a dejar que nada les pase.- Me sonrió y rápido me tomó la mano posándola en su vientre.
- ¿Sentís? Le encanta tu voz.- Dijo sonriente, pasando mi mano de lado a lado por su vientre, donde ahora, nuestro hijo estaba pateando.
Me limité a sonreír y a no despegar mi mirada de su pancita, luego de unos minutos llegó la enfermera.
- El doctor ya llegó para la ecografía. ¿Puede caminar, o necesita ayuda?
- Yo la ayudo.- La miré y ella sólo agachó su mirada, me extendió las manos y la senté. Bajó sus piernas y tocó el piso. Al pararse se le debilitaron las rodillas pero la alcancé a agarrar.- No te preocupes, te tengo.- La tomé por la cintura y pasó su brazo por mi cuello. Caminamos hasta donde nos dirigió la enfermera y nos adentramos en una sala donde había un señor sentado.
- ¿______?- Preguntó el doctor, con cara de sorprendido.
- ¿Joshua?- Dijo ella, imitando su acción.
- Cómo has crecido, hace dos años que no te veo.
- No me gusta venir a éste hospital.
- Bueno, vamos… acuéstate aquí… Vamos a ver cómo va ese hermoso baby.
- ¿Me ayudas?- me preguntó, yo sólo asentí y la subí a la cama.
- Súbete la remera.- Le subí la remera y me senté al lado.
- ¿Qué es eso?- pregunté apuntando la pantalla, se veía un puntito que latía.
- Ese es el corazoncito del bebé. Y eso.- apuntó una partecita blanca.- es un piecito… Todo está bien, tienes que comer más verduras, estás débil y vas a tener que hacer un poco de reposo. ¿Entendido?
- Entendido.- Respondió ella.
- Bueno, papá, va a tener que cuidar a la niña… Es muy inquieta, debe permanecer en cama y comer más frutas y verduras, ¿Sí?
- Claro.- le respondí, _____ se limpió el vientre y se sentó en la cama… La ayudé a bajar.
- Ya se puede ir, reposo ______, puede afectar al bebé. Ya sabes que es complicado.- Dijo el doctor, ella sólo asintió y sonrió débilmente.
Esperen, ¿qué? ¿Por qué es complicado? La miré extrañado y sólo agachó la mirada. Nos despedimos del Doctor y fuimos a la habitación a buscar sus cosas. En recepción pagué la internación y nos fuimos a mi casa, en el camino íbamos en silencio… hasta que lo rompí.
- ¿Por qué dijo que el embarazo es complicado?
