Narras tú:
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Cuando terminamos de hablar, me volví a quedar dormida y me desperté gracias a las pequeñas pataditas que recibía de parte de mi bebé. Abrí los ojos lentamente y vi a Zayn hablándole a mi vientre… Noté que al pequeño o pequeña le gustaba su voz, ya que cada vez que Zayn le hablaba se movía más. No se me había cruzado por la cabeza que Zayn se quiera hacer cargo, tiene tan sólo 18 años, y el mismo me lo dijo, lo único que le interesa es el sexo y el alcohol. Me dijo que me iba a cuidar, y le juró a su hija o hijo que nos iba a cuidar, algo raro en Zayn… pero un acto tierno.
Cuando le hablé vi que se asustó y se sonrojo un poco… Con todo lo que me dijo lo volví a amar, dicen que del amor al odio hay poca distancia… pues, imagínense del querer al amar, menos de 10cm. Bueno, en fin y al cabo… se va a hacer cargo de nuestro bebé junto conmigo. Y espero que cumpla su palabra…
En la ecografía me encontré con Joshua, él fue el médico que ayudó en el psiquiátrico cuando mi mamá falleció. Desde ese entonces no lo veía, y la primera ecografía me la realizo su hermana. Le debe haber dicho que el embarazo era riesgoso por mi enfermedad. Sí, tengo una enfermedad, por la cual estoy medicada de por vida… además, soy intolerante a la lactosa, por lo que no puedo ingerir lácteos, y eso significa que no voy a poder ingerir el calcio que el bebé necesita. Por eso es arriesgado.
Cuando Joshua dijo eso no sabía dónde meterme. No le iba a decir a Zayn que corría riesgo de perder al bebé. Al despedirnos fui por mis pocas cosas a la habitación mientras que Zayn pagaba mi internación. Al subir al auto íbamos callados, hasta que preguntó:
- ¿Por qué dijo que el embarazo es complicado?
Lo miré enseguida, en realidad no quería que lo supiera… exageraría en todo, pero tenía derecho a saber que su hijo tenía pocas posibilidades de nacer.
- Zayn… es que…- Respondí, tratando de pensar una mentira rápida.
- Decime…- Dijo serio, mientras miraba el camino.
- Tengo una enfermedad, por la cual estoy medicada de por vida y los medicamentos pueden afectar el desarrollo correcto del bebé, y si no los tomo puedo morir. Además, soy intolerante a la lactosa, lo que significa que tendré que ingerir el calcio necesario por medio de intravenosa.
- Eso significa que…- esperó a que terminara la frase.
- Significa que las posibilidades de que el bebé nazca sano, o nazca… son pocas.
- Va a nacer, y va a nacer sano.- Dijo firme acelerando el auto.
El resto del camino fue en silencio. Llegamos a mi casa y se bajó, para rodear el auto y abrirme. Me ayudó a bajar y me llevó de la cintura hasta la entrada. Abrí la cerradura y nos adentramos, me dejó sentada en el sillón y fue a la cocina. Al volver, traía un poco de agua con una pastilla.
- ¿Qué es?- Le pregunté al tenerla en la mano.
- Me la dio Joshua para que la tomes… Es el calcio que, según tú, debías ingerir por medio de inyecciones.
- Gracias.- Me la tomé.
- No es nada, ahora… vas a ir a dormir un poco, después saldremos.
- Primero, no tengo sueño y segundo, ¿A dónde me piensas llevar?- Pregunté intrigada.
- Primero.- me tomó en brazos.- El doctor dijo que debías hacer reposo, y segundo, vamos a ir a ver a una nutricionista para ver que puedes tomar o comer para sustituir los lácteos. Las pastillas sólo afectarán el desarrollo de nuestro bebé.
Subió las escaleras y entró en mi habitación. Al dejarme en la cama me ayudó a sacarme las zapatillas y la ropa para poder ponerme el pijama.
- ¿Por qué haces todo esto?- Pregunté.
- ¿Qué cosa?- Dijo el buscando en el armario mi pijama.
- Preocuparte por nosotros.- Respondí viendo como volvía hacia mí, dejando mi pijama a un lado mío.
- Te explico el por qué: Primero, te hice sufrir demasiado y no te puedo dejar sola en un momento como éste. Segundo, ésta cosita que crece dentro tuyo es hijo de ambos, ambos estuvimos involucrados en esto. Tercero: Mi familia me mata si no me hago cargo. Y por último, soy un humano y tengo sentimientos, por lo que no dejaría solo a un bebé inofensivo. A mí no me gustaría que me hagan eso.
- Gracias…- Le besé la mejilla y me sonrió.- Espera… ¿faltaste a la escuela?
- Sí, pero fue por una buena razón, conocí a mi bebé.- Me besó la frente.- Ahora, a dormir… tenemos que hacer cosas más tarde y te necesito con energía.
- Pero… no tengo sueño.- Protesté como una niñita de 4 años.
- ____.- Alargó en forma de reto.- Dije que dormiríamos.
- ¿Y quién te invitó a dormir en mi cama?
- El bebé, ahora date vuelta y dormí… Después caminarás un buen rato.- Dijo riendo, y acomodándose a mi lado.
Sin más que decir me dí la vuelta y cerré los ojos. Soñé con Zayn, de nuevo. Fue algo doloroso, perdía al bebé y él me dejaba… No quiero parecer desesperada, pero muero por estar con él… Soy joven, somos jóvenes para ser papás, pero como dijo Zayn, el bebé no es el culpable.
Me desperté asustada y transpirando, sentándome bruscamente en la cama… provocando un dolor horrible en la boca del estómago. Zayn se despertó enseguida y se sentó a mi lado. Yo sólo lloraba por el dolor y me retorcía hacia delante.
- ____, linda. Ya no hagas eso, te va a hacer mal.- Me acariciaba la espalda.- ¿Por qué lloras?- Me enderezó.- Linda, estoy acá, ¿por qué lloras?
- Soñé algo…- Me tiré en la cama.- Me duele mucho Zayn, haz algo, no aguanto.
- Pero, ¿Qué hago?- Estaba un poco asustado, se le notaba en el tono de voz.
- No lo sé, hablale, cantale, ¡ALGO! -Se inclinó y le comenzó a hablar.
- Bebé, amor… ya no te muevas así, a mami le duele mucho…. Está llorando, no me gusta verla así, por favor… Shh…- El dolor, poco a poco, comenzó a cesar.
- Ya no duele tanto.- Pronuncié un poco más calmada.
- ¿Qué soñaste, linda?- preguntó ya acostado a un lado mío mientras me acariciaba la panza.
- Perdía al bebé…- Lo miré.- Y vos te ibas de mi lado…- Las lágrimas volvieron a aparecer.
- No… hermosa, no te voy a dejar sola.- Me abrazó.- Ya no llores, no me gusta verte así… estoy acá y no me voy a ir.- Me besó la cabeza.
- ¿Lo prometes?- Le pregunté mirándolo a los ojos, pasó su dedo por mi mejilla empapada.
- Lo prometo.- De impulso lo besé y me correspondió, volví a sentir esas maripositas que había sentido la primera vez que me había besado, el bebé comenzó a patear y me separé de él mirando mi panza.- Le gusta que estés bien…- Lo miré y le sonreí.- Por hoy nos quedaremos aquí, ¿sí?- Asentí.- ¿Quieres comer algo?
- Frutilla o banana.- Respondí feliz.
- Entonces frutilla y banana será. Espera a que llame a mamá para que las traiga así no te quedas solita, ¿quieres?
- Mjm.- Le respondí acomodándome en su pecho.