Ya habían pasado 3 días desde la boda, tres días desde que estábamos solos en casa ya que Leah y Jimmy se habían ido de Luna de Miel al Caribe.
Aún recuerdo la reacción de Zayn y de Jimmy al darles la noticia en plena fiesta.
FLASHBACK.
- Tenemos una sorpresa ésta noche.- Anuncié por el micrófono de la banda que sonaba.
- Jim, amor, ¿te podrías acercar un poco más?- Pidió amorosamente Leah.
- Bien, Zayn… ponte detrás de él y no lo mal pienses.- Advertí, a lo que todos rieron.
- ¿Tú o yo?- Preguntó en mi oído Leah.
- Tú.- Contesté sonriente,
- Bueno… Jimmy, creo que es hora de que sepas algo. Desde que te conocí supe que te iba a amar tanto o más de lo que lo hago ahora, y gracias a Dios nuestro amor se ha acrecentado con el paso del tiempo… Creo que ya sabes cómo cambiar pañales, ¿verdad?
Y mi padre al escuchar eso, corrió a los brazos de Leah y la elevó en el aire, definitivamente eran la pareja más linda y dulce del mundo.
FIN FLASHBACK.
- ¿En qué piensas, bebé?- Preguntó Zayn, tomándome desde la cintura.
- En mi padre, es muy feliz con Leah.
- Lo sé, se ven realmente bien juntos, ¿te lo imaginas cambiando pañales?- preguntó risueño.
- Sí, igual que a ti.
- Es mi sueño, linda. Sólo di cuando, ese es el único requisito.
- Gracias, Zayn. Gracias por… todo, creo.- Ladeé la cabeza tal perrito que no entiende a su amo.
- ¿Por qué ese “creo”?- Preguntó poniéndose en cuclillas frente a mí.
- ¿Recuerdas lo primero que vivimos juntos?
- Mejor ni recordarlo.- Dijo volviendo a subirse a la cama.
- ¿Por qué? Sí, en fin… así comenzó nuestra historia.
- Un mal comienzo, ¿no crees?
- Sí, lo creo… pero, ¿qué dices del “desarrollo de la historia”?- Insistí colocando mis piernas a cada lado de su cadera.
- No lo sé, pues… Niam y Zouis.- Ladeo su boca.
- Pues, ellos… amor, ellos de seguro nos aman, tanto como nosotros a ellos. Y, velo desde mi punto: el día que tengamos un bebé, tendrá a sus hermanitos cuidándolo desde el cielo, y nada malo le podrá pasar.
- Es cierto, pero… fue mi culpa.
- No empieces con eso, ¿sí? Odio que lo hagas, y… ¿sabes qué? Las cosas por algo pasan, tal vez no estábamos listos para llevar una familia adelante, tal vez… ellos no debían nacer.
- No llores, mi vida. Ya está… ¿quieres que te haga unos wafles?- Preguntó tierno.
- Sí.- Contesté con mi labio inferior sobresaliendo.
- Vamos, acompáñame.
- Está bien.
La verdad esa conversación me había hecho darme cuenta lo mucho que amaba a esos peques, aunque al principio no los quería, ellos fueron los frutos del amor de Zayn y el mío.
¿Qué hubiese pasado si ellos hubieran nacido?, es la pregunta del millón.
Al terminar de desayunar decidimos pasar un día en el lago junto a los chicos. Iríamos a acampar, Danielle y Liam estaban en una carpa, Niall y Demi en otra, al igual que Eleanor y Louis, también estaban Isabel y su novio, y bueno… Harry solito, según él, aún no llegaba la indicada.
- ¿Para cuándo el retoño?- Preguntó Zayn a Liam.
- No lo sé, ¿qué dices amor?- Preguntó abrazando a Dani mientras ésta reía a carcajadas.
- Aún no… más adelante.
- ¿Y tú?- Preguntó Harry a Niall.- ¿Cuándo piensas embarazar a tu… novia?- Dijo, haciendo un ademan hacia Demi con cara de asco en la última palabra. Ellos solían molestarse, mucho, y muy a menudo, en cada que podían, lo hacían.
- No, por el momento queremos concentrarnos en el termino de los estudios, y en conocernos más.- Dijo, con cara de enfado, Demi.
- Yo no he dicho eso, por mí no hay problema.- Dijo Niall, encogiéndose de hombros mientras la miraba tierno.
- A ustedes ni preguntarles.- Se dirigió Eleanor a Isabel.
- ¿Y ustedes?- Dijo risueña esta, refiriéndose a Louis y a Ele.
- Pues, tal vez…- Dijo Louis.
- ¿Tal vez?- Repitió Harry.
- Tal vez seas tío en un par de meses.- Dijo Ele, feliz.
Oh Dios, estaba embarazada.
Maravilloso, ¿no? Serán los mejores padres del mundo, y se lo merecen. Tal vez, no han pasado mucho tiempo juntos, pero se nota que en verdad se aman. Se puede ver en la mirada de Louis, o en los suspiros que de ella al estar a su lado.
¿Interrogatorio hacia ella? Oh, claro que sí. De esta no se salva, la muy perra. Se lo tenía bien guardado.
Luego de esa hermosa noticia, lágrimas de Zayn, abrazos y felicitaciones de parte de todos, risas, comida, y muchas cosas más fueron las que compartimos.
- ¿Linda? ¿Ya duermes?- Dijo Zayn, con su voz entrecortada, apareciendo por sobre mí.
- No.- Dije somnolienta.
- ¿Crees que podamos ser padres aún?- Preguntó, melancólico.
- Pues, claro que sí amor. ¿Por qué lo preguntas? ¿Por qué lloras?- Dije, dándome la media vuelta para así poder abrazarlo.
- Pues.- Dijo, sollozando.- Luego de lo que pasó, no sé… pensé que no querrías tener un-un be-bebé conmi-migo.
- Zayn, amor. No seas tonto, tendré cuantos bebes tú quieras.- Le dije, acariciando su mejilla.
- Es que ten-tengo miedo.- Confesó.
- ¿Miedo a qué?- Dije, apoyando mi cabeza en su pecho desnudo.
- Miedo a que ocu-curra lo mis-mismo.- Dijo, volviendo a soltar lágrimas.
- Zayn, ya, no llores. No me gusta verte así.- Dije, realmente enternecida. Nunca imaginé poder llegar a ver a Zayn en ese estado.
- Es que… ay. ¿Me das un besito?- Dijo, haciendo que su labio inferior sobresaliera.
- Claro.- Dije, sonriente, subiendo mi rostro hacia el de él para darle un beso.
En realidad, no era su culpa. Si no la mía, ese día yo no tendría que haber comido tanto, lo hice de glotona. Y creo que fue por eso que empezaron los dolores. No lo sé, y aunque no lo quiera admitir, por el simple hecho de que no quiero llorar, me duele su pérdida, me duele muchísimo. Hoy tendrían unos tres o cuatro meses de nacidos, si no me equivoco, mi mente aún falla en algunos sentidos.
Me quedé dormida siendo abrazada por Zayn, entre sollozos y besos otorgados por él en la coronilla de mi cabeza.